Con Ubaldo Duany en La Habana durante su jornada de entrenamientos en las inmediaciones del Estadio Panamericano. Foto:Deporcuba

UUbaldo Duany Lebeque nació en Palma Soriano, transitó por toda nuestra estructura de formación deportiva y hoy figura entre los entrenadores de éxito en el panorama atlético contemporáneo, aupado por los incontables éxitos de la colombiana Caterine Ibargüen, Mejor Atleta del Año en 2018 para la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF). Pero la obra de Duany no se limita solo a la trascendencia de Caterine, pues ha puesto su conocimiento al servicio de la formación deportiva de atletas de Colombia, República Dominicana y Puerto Rico, por citar algunos. Su historia con Caterine es, sin embargo, icónica, porque Duany advirtió el talento de la antioqueña, pero tuvo que arreglárselas para llevarla a territorio neutral para acercarse a ella y sugerirle que el salto de altura no era el camino para posicionarse en la élite mundial.

“Yo ya había percibido las cualidades de Caterine pero en Colombia se trabaja por selecciones departamentales y no hay una centralización de los atletas, no hay Equipo Nacional. Yo quería brindar mi colaboración, pero no estaba permitido, entonces cuando me fui a San Juan con una oportunidad de trabajo tuvimos la alternativa de llevarla a estudiar allá a Puerto Rico y es cuando le muestro un plan que ya había diseñado para ella y le digo que podemos estar en una final mundial y Olímpica, pero en el triple salto. Recuerdo que ella se quedó un poco
escéptica, pero viajó y abrió las puertas para que trabajáramos y así empezaron a salir los resultados”.

De la alianza han brotado medallas por doquier, entre ellas dos títulos mundiales, el título olímpico, varios diamantes y una racha de imbatibilidad que se prolongó por más de cuatro años.Éxitos que han dado la vuelta al mundo sin que en su relevancia obvie sus raíces, porque Duany lleva a su tierra por bandera, allá donde esté.

Una cubanía de la que tenía certeza, y que pude corroborar cuando le conocí personalmente aquel viernes 8 de marzo que va a pasar a mi historia por haber disfrutado del enorme privilegio que supone disfrutar, en primerísima fila, de toda una jornada de trabajo de quien es hoy, la mejor atleta del mundo.

Vienen de un año fantástico donde se adjudican dos diamantes, ganan dos medallas para Colombia en los Centroamericanos y a Caterine se le nombra, finalmente, Mejor atleta. ¿Cómo han proyectado este 2019?

Este es un año bien importante para nosotros con tres competencias fundamentales: la Liga de Diamantes, los Juegos Panamericanos y el Campeonato del Mundo.

Al cabo de los años, ¿cuáles son las potencialidades qué destacaría de la atleta Caterine Ibargüen?

Caterine tiene características especiales porque es una deportista de mucha potencia y esta variable es directamente proporcional a la rapidez por lo que puede enfrentar su disciplina con buenos resultados.

Un amplio palmarés que se corona la distinción de Mejor Atleta del mundo en 2018. Podría decirse que solo les falta el récord…

Realmente no trabajamos pensando en el récord del mundo, encaminamos nuestro trabajo sobre la base de una planificación que hacemos en frío, en la mesa.

Generalmente sobre la base de objetivos concretos. Pero hacer un record del mundo no depende solo del atleta, sino que requiere de la conjugación de muchos factores. El récord se da cuando uno lo hace bien y el universo se alinea para
que suceda.

Me detengo. No quiero interferir en su trabajo. Entiendo que tal vez es momento de que se comuniquen, así que miro a la campeona que corre de allá para acá y de aquí para allá en una rutina que parece no tener fin. Duany me atiende, no tiene problemas en proseguir, pero al mismo tiempo no quita su vista del accionar de la más avezada de sus pupilos. Mas no corrige nada, solo observa….

En la historia pródiga del salto triple no son pocas las figuras que se han destacado. A usted, ¿cuáles son las tres mujeres que más le han impresionado?

Debo empezar por Yargelis Savigne, que hacía lo que quería en el salto triple y se retiró temprano del panorama internacional pues pienso que pudo hacer muchísimo más porque tenía unas condiciones excelentes para romper, incluso, el récord del mundo. Creo que ella es una de las mejores triplistas de la historia.

Otra de las atletas que preciso reconocer es la kazaja Olga Rypakova, por su nivel de competitividad. 

Y obviamente incluyo a Caterine en esa selección, porque es una atleta que ha tenido todas las condiciones para la  especialidad, y es una verdadera lástima que hayamos llegado un poco tarde al sato triple debido a que ella caminó por
otras pruebas antes porque habría podido realizar muchas hazañas más que las que ya ha protagonizado.

En el panorama del atletismo cubano contemporáneo destacan los jóvenes talentos. A usted ¿cuál le parece que pueda llegar a ser el referente de esta generación?

Cuba siempre ha tenido atletas buenos. Siempre ha tenido referentes. Creo que ahora mismo Cuba tiene una figura excepcional en Jordan Díaz, un atleta talentoso al que hay que cuidar y guiar porque tiene todas las condiciones para quebrar el récord del mundo y saltar con facilidad sobre los 18 metros. Pero no hay que apurarlo para nada, su juventud es su principal virtud ahora mismo. 

Otra pausa, ahora cruzan sus miradas.Caterine se detiene. Está lejos, pero le basta el contacto visual para comprender el pequeño ajuste que a la distancia ha sugerido su profesor, casi sin articular movimiento…. Corrige el ejercicio y prosigue en su trabajo.

Son muchos los ejemplos de atletas que han brillado en categorías inferiores a nivel global y luego desaparecen cuando transitan a la categoría absoluta. En su opinión personal ¿cuál o cuáles podrían ser las causas?

Soy producto del sistema cubano, de entrenamiento y formación profesional. He sido parte y creo que una de las principales deficiencias que tenemos en el proceso de entrenamiento es que muchas veces, la propia necesidad o deseo de llegar a la cima, nos lleva a explotar en las categorías inferiores las capacidades especiales del deportista. Esto, necesariamente, va a producir un rendimiento satisfactorio, pero más adelante nos pasa factura porque cuando violamos las etapas de esas capacidades especiales, al final siempre nos vamos a encontrar con la imposibilidad de poder alcanzar los niveles máximos de entrenamiento y resultados. Pero fíjate que no es algo que veamos solo acá, es una cosa que sucede en muchas partes del mundo; tanto que esa es una de las razones por las cuales la IAAF ha suspendido el campeonato mundial de menores sub 18, para tratar de protegerlos un poco.

Quiero recordar que años atrás el papel del metodólogo era vital en corregir estas deficiencias y esta es una figura que hay que rescatar en toda su magnitud en nuestro deporte porque es la clave para lograr planes de entrenamiento y sistemas de trabajo ideales.  

Para tener éxito en el alto rendimiento es fundamental:

La disciplina, he visto muchos casos de buenos atletas que han perdido oportunidades de brillar por no ser disciplinado.

¿Qué consejo les deja a las nuevas generaciones de deportistas?

Por supuesto que sean disciplinados, que escuchen a sus entrenadores y que se dejen guiar, que crean en ellos y que trabajen por los resultados. No es mejor el que más entrene, sino el que lo haga con mayor eficacia.

¿Regresará?

Yo voy a regresar siempre. Yo nací en Palma Soriano en Santiago de Cuba. Cuba me formó, me dio la posibilidad de ser atleta y entrenador. Donde quiera que me paro profeso mi cubanía, y creo que todos tenemos espacio para aportar. Estoy fuera por una decisión personal, pero asimismo como estoy en otras tierras ayudando con mis conocimientos, quiero significar que estoy dispuesto a brindar mi apoyo acá porque esta es mi tierra y a ella me debo.

Ubaldo Duany firmó una carrera  deportiva coronada con una marca personal de 8.32m y fue multimedallista en
juegos centroamericanos. También participó en el Campeonato Iberoamericano de Ciudad México en 1988 y el Campeonato Mundial bajo techo de Hungría 1989. Es parte de una familia con huella indeleble en el deporte.