Ahora se habla mucho de fútbol. En la calle se juega y se polemiza, incluso, sobre el fútbol nacional; del que se juega en Cuba y del que juegan los cubanos. Las actuaciones de jóvenes exponentes de este deporte en la isla en ligas extranjeras, trascienden dentro de la fanaticada que, sobre todas las cosas, desea ver a una Selección Nacional más competitiva.
En los últimos 20 años, el fútbol ha experimentado un auge en cuanto a practicantes a lo largo y ancho de la isla. Se ha apoderado de las calles y forma parte, en gran medida, de la cultura deportiva contemporánea de los cubanos.
La clasificación del joven Onel Hernández a la Liga Premier de Inglaterra, la racha goleadora del delantero capitalino Marcel Hernández en Costa Rica, el regreso de Cuba a la Copa de Oro y el ascenso a grupo élite de la Liga de Naciones de la FIFA se han encargado de enardecer, aún más, la pasión de los cubanos por este deporte.
En nuestra segunda parte de la entrevista con Dariem Díaz conocimos sus valoraciones sobre el estado actual del fútbol cubano, el recuento de las vivencias de su paso por los campeonatos nacionales y las posibilidades de Cuba en los principales compromisos que enfrentará la selección a corto plazo.
En total fueron 11 temporadas las que disputó con el seleccionado de la capital en el Campeonato Cubano de Fútbol ¿Qué recuerdos atesora de esa etapa de su vida?
Precisamente llego con esa victoria del año 1994; la capital llevaba 10 años sin ganar un título nacional. Estuve por 11 años dentro de las filas del equipo de Ciudad Hababana y ganamos en el 94, 98 y 2001, esta es la última vez que la capital ganó un clásico nacional y donde tuve el privilegio de alzar la Copa porque era el capitán del equipo.
Experiencias dentro de esos años hay miles. Decirles que fue una de las etapas más hermosas del fútbol de la capital. Una generación dorada y donde tuve el placer de compartir con valiosos jugadores como: Bobadilla, Miki Gandara, Freddy Herrera, Grinán, Martínez, Andrés Roldán. También tuve la oportunidad de compartir con otras glorias del fútbol cubano que se desempeñaban en otras provincias.
Los primeros años fueron duros porque los puestos en los equipos se ganan con sacrificio, responsabilidad y profesionalismo; había muchos jugadores de gran calidad. En mis últimos tres años me desempeñé dentro del equipo como capitán y como te dije tuve el honor de alzar la última Copa que ha ganado La Habana en los nacionales de fútbol.
En el año 2013 le fue asignada la dirección del equipo Ciudad Habana con el objetivo de hacer regresar a la capital el título nacional que desde el 2001 se les resiste. ¿Cómo valoras estos años de trabajos? ¿Qué te faltó para lograr este objetivo?
Esa fue una etapa muy bonita. Se me asigna la responsabilidad de dirigir el club de mis amores debido a que yo había quedado campeón provincial por cuatro años consecutivos con el municipio Playa. Hasta ese momento era un municipio de mitad de tabla, que no estaba dentro de los equipos favoritos en el fútbol capitalino. Hicimos un trabajo bonito con una excelente dinámica entre el colectivo y los jugadores y ganamos en cuatro ocasiones.
Después de esos resultados se me asigna la dirección del equipo de la capital y donde lo primero que nos propusimos fue devolverle los lugares cimeros que habían alcanzado y, sobre todo, devolverle el fútbol que tradicionalmente había caracterizado a este equipo. Ese fue el fútbol que había practicado como jugador y el que la afición capitalina estaba pidiendo a gritos y que tenía también como objetivo de traer a la afición al Marrero. Fueron cuatro años de evolución, donde el equipo siempre estuvo discutiendo el Campeonato, sobre todo el primer año y el último. Me viene a la mente ese primer año que perdimos en la semifinal con Pinar del Río, que mucha gente lo recuerda como el segundo Marrerazo. Todo fue- como dice Rey Vicente Anglada- un poquito de suerte.
Creo que un factor esencial fue la variación de la plantilla. Este asunto siempre ha golpeado a todos los equipos de la capital. Todos los años se presentaba una nueva plantilla y eso por supuesto, te pasa factura en el fútbol. Por deserciones, lesiones, retiros; nunca pude contar con todas las piezas del rompecabezas. Había jugadores muy talentosos como son los casos de Marcel, Lahera, Colon con los que no podía contar todo el tiempo. En mi último año, por ejemplo, no pude tener a Andy Baquero porque se encontraba haciendo unas pruebas en México. Una cosa te lleva a la otra y nos faltó el empujón final; ganar el partido clave.
No ganamos pero me quedo con que le devolvimos la identidad futbolística al equipo y su regreso a los lugares cimeros, al obtener 4 medallas de bronce consecutivas.
Me quedo con el trabajo que hicimos todo el colectivo técnico y los atletas, por imprimir nuevos sistemas de entrenamientos, seriedad en el trabajo, formamos valores de hermandad, familiaridad y recuperamos a la afición, que venía a disfrutar de nuestras presentaciones, compartían con los jugadores, grababa sus partidos.
Cuba ha logrado avanzar al primer nivel de la Liga de Naciones y, a pesar del revés ante su similar de Haití, firmó su pase a la Copa de Oro que se realizará en el próximo mes de junio. ¿Cómo valoras el surgimiento de este tipo de torneo y el desempeño del plantel cubano en esta primera edición?
Yo soy cubano 120 % y donde quiera que este voy a sentir por Cuba. He seguido muy atento el desempeño de la selección nacional considero que lograr la clasificación para la Copa de Oro y por supuesto el regreso a este torneo (la última participación fue en 2015 donde yo era el preparador físico de esa selección) son pasos necesarios. Reencontrarnos, topar con este tipo de fútbol es muy necesario para el desarrollo del nuestro. También incluirse en el primer nivel de la Liga de Naciones es un resultado fabuloso porque allí solo juegan seis naciones. Por tanto entiendo que hemos ganado, son pasos de avance. Solo nos falta crecer futbolísticamente dentro de la cancha. Tampoco se trata de hacer una fiesta pues anotarle 11 goles a las Islas Turcas y Caicos no puede ser el medidor del fútbol cubano.
Considero que hicimos un papel muy bueno y decoroso, pero es solo el primer paso. Esta clasificación va determinar muchas cosas y no podemos dejar de lado a este equipo y a su colectivo. Ahora tenemos que atender más a esa selección y al colectivo técnico, que tengan los recursos para trabajar y que de ese trabajo ya intencionado broten los resultados. No podemos pecar de esperar a que tengan un resultado, para entonces, solo entonces, propiciarles métodos y medios para lograr un trabajo más sólido de cara a esas dos competencias. Es muy importante que Cuba tenga un buen resultado en la Copa de Oro porque te da ranking, prestigio y posibilita que muchos equipos soliciten hacer topes amistosos con tu selección.
En la Liga de las Naciones el desempeño debe ser igual o mejor; hay que luchar por permanecer arriba. No es lo mismo jugar contra todas las islas del Caribe, que rozar con el máximo nivel del área donde están: México, Honduras o Canadá. Jugar a ese nivel es lo que ayuda a elevar el nivel competitivo de nuestra selección y de nuestros atletas. Yo creo que con los atletas que tenemos y con los que se pueden llamar, podemos conformar una selección competitiva.
Si analizamos rápidamente el grupo de la Copa de Oro, México es el más fuerte y de mayor tradición, Canadá tiene un nivel superior en este momento a nosotros y Martinica tiene un buen trabajo, pero estos dos contrarios son exequibles, si hacemos una buena preparación y convocamos a la selección aquellos atletas que nos pueden ayudar a armar una selección más competitiva., entonces podemos soñar con una posible clasificación a la segunda fase de este torneo junto a México. Esto sería un excelente resultado para el fútbol cubano.
En resumen, debemos mantenernos en el primer nivel de la Liga de Naciones y pasar a una segunda fase de la Copa de Oro, nos permitirá experimentar un desarrollo en y elevar los resultados internacionales de envergadura del fútbol cubano.
Como es conocido muchos jugadores cubanos formados dentro y fuera de Cuba tienen participación en ligas foráneas con excelentes resultados. Los casos más mediáticos son los de los atacantes Marcel Hernández (Costa Rica) y Onel Hernández, convertido en el primer cubano con opción de estar en la Premier League. ¿Cree que mejorarían los resultados de la selección nacional con la inclusión en la misma de estos jugadores que militan en el extranjero?
Evidentemente sí. Yo estoy a favor de que sean tomados en cuenta todos los jugadores cubanos. Muchos de los que se encuentran fuera de Cuba están haciendo un papel interesante en las diferentes ligas, tanto en el Caribe, Europa, América y los Estados Unidos. La primera razón es sencilla, todos somos cubanos, allá donde estés o el camino que hayas escogido no te limita de esta condición. En este momento lo que nos hace falta es inclusión, no exclusión. Estoy abiertamente de acuerdo de que sean llamados todos. Solo debe hacerse una convocatoria bien amplia donde estén todos, siempre respetando el tiempo que tienen de permiso en sus clubes y también el tiempo que la Federación Cubana tenga para mantenerlos acá. Esto posibilitará a los técnicos cubanos hacer un trabajo de captación para saber cuáles cumple con los requisitos o las líneas estratégicas del seleccionado nacional. Esta una decisión que deben asumir muy pronto el colectivo técnico, la Federación y la Comisión nacional.
Yo creo que, como cubanos, deben ser bienvenidos, por supuesto, siempre y cuando tengan la tenga la disposición de jugar y aportar a su selección nacional. ¿Qué aportarán? Pues otra mentalidad futbolística, nivel competitivo y el desarrollo lógico que ellos han alcanzado en otras ligas. También más profesionalidad, disciplina táctica, entrega en el terreno. Y los casos están visibles en otros deportes como el balonmano cubano, que es una muestra fehaciente de lo que puede aportar la inclusión de los atletas cubanos que juegan en el extranjero. Y se nota también la alegría que tienen esos muchachos de haber hecho eso por Cuba. Entonces por qué en el fútbol no puede hacerse así. Tenemos a Marcel y a Onel como los casos más visibles, pero existen muchos más que pueden aportar al desarrollo de nuestra selección, que se ganen un puesto.
Sostengo y siempre lo mantendré que todo pasa por las estrategias y sistemas de juego que quiera poner en práctica el seleccionador nacional. También del tipo de competición que va a enfrentar, las posiciones que va a potenciar y de la filosofía de juego que va a poner en práctica. Considero que sería un privilegio poder tener todas esas variantes para organizar un equipo más competitivo. Yo quiero ver una selección nacional más competitiva y con el talento que tienen muchos de nuestros jugadores- tanto adentro como afuera- se puede lograr.
Si a la vista de la Comisión nacional y del colectivo técnico, los atletas no hacen el grado por cuestiones eminentemente futbolística, entonces cada cual que regrese a su club. Pero si considero que se les debe dar la posibilidad de probarse dentro de una preselección nacional porque aportarían otras ideas y estoy seguro de que su inclusión, llevará a la afición a los estadios, que se va a poner camisetas de estos jugadores, del equipo Cuba. El aficionado cubano se seguirá poniendo camisetas de Messi y Cristiano, pero con la llegada de estos jugadores se le va a dar una nueva identidad a la selección nacional. El aficionado cubano esta ávido de conocer y ver fútbol nacional porque lo sigue y le interesa cada logro que alcanza ese atleta cubano y todos los que nos sentimos cubanos queremos ver algún día a nuestra selección clasificar por méritos propios a un Mundial.
¿Consideras que la Federación Cubana ha tardado en incorporarlos dentro de la selección absoluta?
Si ha tardado. Lo que desconozco es, si tiene toda la potestad del mundo para hacerlo. Me parece que pasa por un poco por burocracia. En el análisis del asunto creo que se ha llegado a la parálisis.
Estamos en el mismo lugar y los torneos de gran importancia están al doblar de la esquina. Entonces no se avanza en este tema y conozco que hay atletas que han mostrado interés pero el asunto se ha quedado ahí y no se ha progresado en este tema.
¿La selección cubana está dentro de las metas de Dariem Díaz?
(Risas)… Dentro de las metas, los sueños, creo que es un amor o un idilio que tengo. Yo si quiero y lo he dicho muchas veces. Deseo que alguna vez, se me dé la oportunidad. Eso es un sueño 300% que tengo en la vida porque quiero realmente aportar mi granito de arena, representar a Cuba. Y no es por orgullo, pero considero que puedo aportarle a mi selección nacional y más con lo que he crecido en estos últimos años en cuanto a conocimientos y experiencia. Ojalá la vida me dé la posibilidad de ser el director técnico de la selección nacional de Cuba.
A su consideración, ¿qué le está faltando a nuestro fútbol para lograr un salto de calidad?
Primero y aunque parezca un poco raro y descabellado, le van faltando canchas porque en ellas hay un 60 % de posibilidad para poder jugar más fluido al fútbol. Sin canchas de alta calidad le quitas velocidad al juego, no puedes jugar de primera intención, tácticamente los equipos se paran mejor y somos más predecibles. Canchas para que nuestros niños y atletas juegan más. También eviten lesiones.
Va faltando otra metodología, hacer como una cantera en donde atletas y entrenadores traten de jugar por un mismo camino. Crear una identidad futbolística. Acá han pasado muchas generaciones, selecciones nacionales y aun se hace difícil saber a qué juega la selección nacional de Cuba. Y con esto no estoy cuestionando a nadie solo considero que se debe normar un estilo, que vaya de arriba hacia abajo. Lo primero que tenemos que hacer es caracterizar al fútbol y al futbolista cubano, determinar cuáles son las variables en las que somos mejores. Luego se hace un estudio científico que propicie estas herramientas y proponga ese estilo que nos va a identificar.
¿Cuál es el futbolista cubano de mejor proyección?
Mira, internacionalmente sale a la luz el nombre de Onel Hernández, no por que juegue en Inglaterra, sino por la cosas que está haciendo y los números que va teniendo en la temporada y su incidencia en el ascenso del club dentro de esa liga. También te puedo decir el nombre de Marcel Hernández que está acabando en la liga de Costa Rica. Esta es la tercera liga de importancia en el área, después de la Mexicana y la MLS y es muy competitiva. Pero dentro de Cuba tenemos jugadores interesantes como: Yordan Santa Cruz, un excelente jugador, Arichel, Andy Baquero. Pero me parece que deben seguirse desarrollando. En estos momentos están en la Liga Dominicana, no será una de las ligas más conocidas, pero es profesional, tiene otros requerimientos y que les puede aportar mucho para ir madurando su mentalidad como profesionales.
También hay caras menos conocidas que van teniendo un excelente campeonato nacional por lo que he seguido y también hay una selección nacional sub 17 que fue una lástima que no se inscribiera en el clasificatorio de Estados Unidos, al cual yo asistí con Antigua. Esa selección es extremadamente buena, fue la que ganó el torneo de Islas Caimán Sub 15 hace dos años, imponiéndose en la final al Manchester City.
Abrimos una polémica. Si estuviera en la posición de Raúl Mederos es decir director técnico de la selección nacional y teniendo en cuenta a todos los jugadores cubanos, los de adentro y los que se encuentran fuera de Cuba ¿Cuál sería su once de lujo para esta edición de la Copa de Oro?
Si tenemos en cuenta a todos los que están dentro y fuera. Pondría en la puerta a Sandy o Cristian Yoel. Pero me decantaría por Sandy porque es excelentísimo. Cristian Yoel es joven aún tiene mucho que aprender y creo que donde está le va a dar una excelente oportunidad para crecer.
La defensa central es el punto más bajo que tenemos, pondría a Arturo Diz Pé y alguien más. Como lateral por izquierda a Corrales del Chicago Fire, que va teniendo unas excelentes temporadas en el fútbol de la MLS. Además, lo tuve como atleta y es uno de los atletas más profesionales que he tenido. Por derecha apostaría por Piedra porque ya tiene cierta experiencia jugando Mundial sub 20, Centroamericanos, eliminatorias mundialistas.
En la contención pondría a Osvaldo Alonso que es el jugador más completo que tenemos. Es un jugador extraclase, capitán y ha tenido un recorrido en la MLS muy significativo. Otros jugadores en la media cancha serían dentro de mi once. Marcel Hernández como 10. A Marcel lo han reconvertido en 9 y está haciendo excelente campaña por lo grande que es como jugador. Onel Hernández como extremo derecho y Yordan Santa Cruz como extremo por izquierda, para que haga diagonales. Lahera puede ser el delantero centro. Completaría el once con Baquero, Arichel y Daniel Luis Sáez, este último, dependiendo el tipo de estrategia y de partido que se proponga jugar. En la banca tendría a jugadores como Luis Paradela, Yoel Apesteguía entre otros nombres ahora así, de repente, no me vienen a la memoria.
Comentarios recientes