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Sydney McLaughlin-Levrone es una de las atletas más destacadas del mundo, conocida principalmente por su dominio en los 400 metros con vallas, donde ha roto múltiples récords mundiales. Sin embargo, sus habilidades y talentos van más allá de su rendimiento en la pista. Aquí te dejo algunas de sus habilidades «secretas» y talentos adicionales.

Sydney McLaughlin-Levrone proviene de una familia con una rica tradición atlética. Su padre, Willie McLaughlin, fue un destacado corredor que alcanzó las semifinales en los 400 metros en las Pruebas Olímpicas de EE. UU. de 1984. Su hermano mayor, Taylor, también tuvo éxito en el atletismo, ganando una medalla de plata en los Campeonatos Mundiales U20 de 2016. Su hermana mayor, Morgan, y su hermano menor, Ryan, también compiten en atletismo, consolidando a los McLaughlin como una familia de atletas destacado

McLaughlin-Levrone no solo ha sido una fuerza en los 400 metros con vallas, sino que también ha demostrado talento en carreras planas. Su desempeño en los 400 metros planos y relevos muestra su capacidad para adaptarse a diferentes eventos y desempeñarse a un nivel élite.

Sydney también ha demostrado ser una velocista y corredora versátil en otras distancias, incluyendo los 100 y 200 metros. Su capacidad para combinar velocidad explosiva con resistencia le permite manejar el ritmo de carreras con facilidad.

Las habilidades secretas de Sydney McLaughlin-Levrone

Una de las habilidades menos obvias, pero cruciales de Sydney, es su técnica impecable al superar las vallas. Su paso largo y eficiente le permite mantener la velocidad mientras navega por los obstáculos, una destreza que requiere un equilibrio entre fuerza y coordinación.

McLaughlin-Levrone ha desarrollado una fortaleza mental impresionante. En eventos de alta presión, ha demostrado ser capaz de controlar sus nervios, manejar la presión y ejecutar estrategias perfectas para vencer a sus rivales. Su enfoque calmado y calculado es clave para su éxito en eventos de gran magnitud.

Aparte de sus logros deportivos, McLaughlin ha mostrado un interés y talento en actividades inusitadas, entre ellas destaca su destreza para hacer malabares, una habilidad que aprendió en la escuela y ha perfeccionado hasta el punto de poder realizarlo sin perder contacto visual con su interlocutor. Ella misma ha declarado que hacer malabares le ayuda a mejorar su coordinación y concentración, lo que le resulta útil también en la pista. Es su truco especial en los momentos de relajación.

Otro de los talentos sorprendente de Sydney es su capacidad para jugar baloncesto. Ha demostrado ser bastante hábil en este deporte, encestando con facilidad en sus momentos libres. Esto añade otra capa a su impresionante destreza física y coordinación mano-ojo.

Más allá del deporte

McLaughlin-Levrone es una atleta que también se destaca por su mentalidad competitiva y su capacidad para reinventarse constantemente. Además, mantiene un equilibrio admirable entre su vida profesional y personal, siendo abierta sobre cómo su fe cristiana juega un papel fundamental en su vida, brindándole una base sólida para enfrentar los desafíos del deporte de élite.

McLaughlin-Levrone es abierta acerca de su fe cristiana, que considera una parte fundamental de su vida y carrera. Ha hablado de cómo su fe la ayuda a mantener el equilibrio, la perspectiva y la fortaleza mental, lo que también podría considerarse uno de sus «secretos» para manejar la presión en competiciones de alto nivel.

Ha escrito un libro, Far Beyond Gold. En este texto, McLaughlin-Levrone narra cómo su fe cristiana ha sido fundamental para su vida personal y profesional, destacando el poder de la espiritualidad en su búsqueda de la excelencia. El libro ofrece una mirada íntima a su capacidad para superar desafíos, tanto dentro como fuera de la pista, y muestra otra faceta de su talento: la escritura, con la cual inspira a muchos más allá del deporte.

Sydney también tiene un interés en la moda, siendo una embajadora de marcas deportivas y de ropa de alto perfil. A menudo la vemos vistiendo estilos modernos y elegantes fuera de la pista, lo que sugiere una posible carrera o interés futuro en la industria de la moda.

McLaughlin-Levrone ha usado su plataforma para hablar sobre temas importantes, desde la igualdad de género en el deporte hasta cuestiones sociales. Es consciente de su influencia y no duda en abordar temas que son importantes para ella y para su comunidad.

Sydney McLaughlin-Levrone no solo domina en la pista, sino que también ha perfeccionado habilidades que la distinguen como una atleta multifacética. Su capacidad para hacer malabares y su destreza en el baloncesto, combinadas con su rendimiento récord en los 400 metros con vallas, la convierten en una de las atletas más completas de su generación, y su amplio espectro de influencia crea una especie de efecto que ha condicionado el contexto actual de un deporte cada vez más comercial como el atletismo.