Es todo un  improperio el querer comparar a YELENA ISINBAYEVA con el velocista Asafa Powell. Máxime cuando el supuesto vínculo busca bases en esa cualidad del jamaiquino de no mostrar sus credenciales a la “hora buena”. Admito haberme ofendido en sobremanera  cuando cierto periodista, profirió tal argumento. Soy consciente  de que su juicio iba  encaminado a molestar mi criterio pero dada mi tradición y por respeto a la lógica no me permitiré el ser cómplice de su impunidad.

Me salto las leyes de la caballerosidad para abundar, en primera instancia, sobre el hijo de la tierra de Bob Marley.

Asafa Powell, sin dudas uno de los grandes velocistas de estos tiempos. Un corredor  consistente pero con “alergia” manifiesta al podio en los principales eventos. Asafa, que llegó a ser el flamante recordista del mundo para los 100 metros,  jamás ha estado en el cuadro de medallistas bajo los cinco aros en eventos individuales. En tanto, en los campeonatos mundiales solo luce un par de bronce (Osaka 2007 y Berlin 2009), pese a ser un corredor que acumula 88 registros oficiales por debajo de los 10 segundos; 26 de ellos en el rango de 9.80- 9.89. Aunque ha sido campeón olímpico y mundial en los relevos, su huella en el mundo de la velocidad ha estado relacionada con los llamados “eventos de un día”; reuniones y mítines en los que su nombre colmó la cima.

Yelena Isinbayeva, por su parte, dominó la garrocha entre 2003-2009 y tras su bronce en los Mundiales al aire libre de Paris (2003) lo ganó todo hasta el fatídico Mundial de Berlin. Durante ese intervalo la rusa fue prácticamente invencible y coleccionó 5 títulos mundiales (ambos escenarios), además de sus dos títulos olímpicos. Estos últimos con récord mundial de por medio. Hasta aquí, las palabras están de más, porque Yelena solo cedió ante Yelena…

Sin embargo, mi  amigo prosiguió en su lucha de poder al alegar que desde 2009 (fecha que marca el inicio de su inestabilidad) ha contraído el “síndrome Powell”. A lo sumo acepto la comparación con referencia a los Mundiales de 2009, donde aterrizó con el “oro” cantado y se marchó a casa con las manos vacías, luego de hacer tres nulos en la final. Un falló de táctica –dijo ella-, años más tarde reconoció falta de concentración, no obstante  los grandes se equivocan, por muy míticos que parezcan estos atletas son seres humanos y como tal tienen derecho a errar, a fallar…¿acaso Bolt no salió en falso en Daegu?

Claro que hay cualidades que determinan estirpe; una semana más tarde de los sucesos en Alemania,  Yelena voló por encima de los 5.06m para hacer un nuevo record mundial  en Zürich. Después de su resurrección en Suiza  jamás ha vuelto  a ser la misma. Se divorció de los 4.90 y Doha, Daegu e incluso,  Londres solo fueron testigos de actuaciones al límite de su rendimiento contemporáneo; ella siempre que llegó como líder del año (y por ende favorita) a evento alguno, venció. El caso más cercano -de su tendencia a no defraudar- en el tiempo fue durante los Campeonatos de Estambul 2012 donde se agenció el sexto título del orbe en un certamen al que concurrió con lo mejor del año en indoor (5.01) sobre sus hombros.

Por lo demás, la historia no hace medallas; los nombres imponen respeto pero la temporada siempre es quien dice la última palabra y de eso, Isinbayeva ha sido vivo ejemplo; Powell no.

Aunque parezca cosa de “coser y cantar”, es una virtud poder ganar en los grandes eventos aun cuando se es el atleta de la gran marca, el favorito. Como también lo es ganar, cuando nadie se lo espera porque en hacer lo mejor a la hora buena, va mucho mérito. Powell no es cacique  ni de uno, ni de otro.

Así, los números son claros, la historia de sus respectivas actuaciones impone barreras enormes entre lo que,  sobre las grandes pistas han sido capaces de ejemplificar. Sus existencias se juntan únicamente por una razón,  y es comercial, dado que ambos son pioneros en la representación de la marca china Li-ning, más allá, nada que contar. Isinbayeva es una de esas atletas que andan con medio pie en la tierra y el resto del cuerpo encumbrado en la búsqueda del cielo; años luz por delante de lo que llega a representar, en materia de temple competitivo, el excelente –para eventos de un día- velocista caribeño.

 

UN JUEGO ESTADÍSTICO PARA GUARDAR.

Aprovecho este post para dejarles unos datos que me hizo llegar el amigo español Ángel Cruz. Estadísticas que ilustran el poderío de algunos atletas sobre la base de  ¿quién tiene más marcas entre las diez mejores en sus respectivas pruebas, y mejor colocadas, además? Veamos quiénes en la historia son los de:

MAYOR PRESENCIA EN EL RÁNKING

Hombres

100 m: Usain Bolt (Jam), 1º, 2º, 3º y 7º.

200 m: Usain Bolt (Jam), 1º, 3º, 5º, 6º y 10º.

400 m: Michael Johnson (EE UU), 1º, 3º, 4º, 6º y 10º.

800 m: David Rudisha (Ken), 1º, 2º, 3º, 6º, 7º y 8º.

1.500 m: Hicham El Guerrouj (Mar), 1º, 2º, 4º, 5º, 6º, 7º y 8º.

5.000 m: Haile Gebrselassie (Eti), 2º, 7º y 10º.

10.000 m: Kenenisa Bekele (Eti), 1º, 2º, 4º y 6º.

Maratón: Haile Gebrselassie (Eti), 3º y 5º.

110 mv: Dayron Robles (Cub), 2º, 4º y 10º.

400 mv: Edwin Moses (EE UU), 2º, 5º, 6º y 7º.

3.000 m obst: Saif Saaeed Shaheen (Qat), 1º, 5º, 9º y 10º.

Altura: Javier Sotomayor (Cub), 1º, 2º, 3º, 5º, 7º, 8º y 10º.

Pértiga: Sergey Bubka (Ucr), tiene las trece mejores marcas.

Longitud: Carl Lewis (EE UU), 3º, 5º, 6º, 7º y 8º.

Triple: Jonathan Edwards (GBr), 1º, 3º, 4º, 5º y 6º. .

Peso: Randy Barnes (EE UU), 1ª, 2ª y 6º.

Disco: Gerg Kanter (Est), 3º. 4º. 5º y 8º.

Martillo: Yuriy Sedykh, 1º, 3º, 4º, 7º, 8º y 9º.

Jabalina: Jan Zelezny (RCh), 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º y 8º.

Decatlón: Tomas Dvorak (RCh), 3º, 4º y 5º.

20 km marcha: Vladimir Kanaykin (Rus), 2º y 8º.

4×100 m: Jamaica, 1º, 2º, 4º, 5º y 7º.

4×400 m: Estados Unidos, 1º, 2º, 3º, 4ª, 5º, 6ª, 7ª y 8ª.

Mujeres

100 m: Florence Griffith (EE UU), 1ª, 2ª, 3ª y 7ª.

200 m: Florence Griffith (EE UU), 1ª y 2ª.

400 m: Marita Koch (RDA), 1ª, 3ª, 4ª, 5ª y 7ª.

800 m: Jarmila Kratochvilova (Che), 1ª y 5ª.

1.500 m: Nadie tiene más de una marca.

5.000 m: Meseret Defar (Eti), 2ª, 3ª y 8ª.

10.000 m: Nadie tiene más de una marca.

Maratón: Paula Radcliffe (GBr), 1ª, 2ª, 3ª y 7ª.

100 mv: Yordanka Donkova (Bul), 1ª, 2ª, 4ª, 6ª y 10ª.

400 mv: Melanie Walker (Jam), 2ª, 7ª y 9ª.

3.000 m obst: Gulnara Galkina (Rus), 1ª y 2ª, y Yuliya Zaripova (Rus), 3ª, 5ª y 6ª.

Altura: Stefka Kostadinova (Bul), 1ª, 2ª, 5ª, 6ª, 7ª y 10ª.

Pértiga: Yelena Isinbayeva (Rus) tiene las once mejores marcas.

Longitud: Galina Christiakova (URSS), 1ª y 9ª.

Triple: Tatyana Lebedeva (Rus), 3ª, 5ª, 6ª y 8ª.

Peso: Tatyana Lisoskaya (URSS), 1ª, 2ª, 3ª y 4ª.

Disco: Gabriele Reisch (RDA), 1ª, 4ª y 10ª.

Martillo: Aksana Miankova (Bie), 2ª, 5ª y 6ª.

Jabalina: Barbora Spotakova (RCh), 1ª, 4ª y 7ª.

Heptatlón: Jackie Joyner-Kersee (EE UU), 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª y 6ª.

20 km marcha: Olga Kaniskina (Rus), 2ª, 6ª y 7ª.

4×100 m: Estados Unidos, 1ª, 4ª, 6ª, 7ª, 9ª y 10ª.

4×400 m: Estados Unidos, 2ª, 4ª, 6ª, 7ª, 8ª y 9ª.

Nota: Este es un post bien personal, pero a su vez se hace acompañar de números interesantes  y por ello  lo comparto. Es un post que tiene su origen en cierto mensaje que recibí  a través de facebook y en consecuencia va dedicado a quien fue capaz, aunque sea para enojarme, de refirerir la incoherente sentencia que rezaba:«Tu rusa es la “Asafa Powell” blanca»