Por Tomás Campos
Juan Miguel Echevarría (Camagüey, Cuba, 1998) sortea cada pregunta con una técnica impecable y un discurso de manual. Es la nueva estrella del atletismo mundial y no se quiere bajar de la nube a la que se ha subido a base de brincos prodigiosos, como esos 8,83 ventosos que firmó el pasado 10 de junio en Estocolmo, el mejor salto en 23 años. Hoy compite en Guadalajara, la ciudad que lleva 30 años acogiendo a la selección cubana de atletismo.
En 2017 su mejor marca legal fue de 8,28 y ya ha saltado cuarenta centímetros más. ¿Le ha sorprendido su espectacular evolución?
Claro que me ha sorprendido, pero es el fruto del trabajo bien hecho. He corregido algunos errores y los resultados han llegado de forma natural. Daniel [Osorio, su entrenador desde septiembre del año pasado] ya me decía que mi verdadero potencial estaba por encima de 8.60 pero había que desarrollarlo.
Cuando saltó 8,66 en Ostrava (Rep. Checa) batió un registro para menores de 20 años que tenía Carl Lewis desde 1981. ¿Es consciente de que se ha convertido en una de las grandes referencias del atletismo mundial de un día para otro?
Ahora me tratan como a una estrella en cada reunión, doy muchas entrevistas y firmó infinidad de autógrafos, y eso es algo que me encanta porque significa que la gente me apoya y disfruta con mis saltos. Hay que acostumbrarse a vivir con todo esto aunque a veces, eso sí, necesitas tu espacio.
Quiere ser campeón olímpico y batir el récord del mundo. Para ese oro habrá que esperar a Tokio 2020 pero ¿cree que el récord puede llegar este mismo año?
Quizás sí o quizás no, pero desde luego trabajamos para que sea posible batirlo este mismo año porque no tengo límites. En realidad no me entreno para batir plusmarcas, ya sea la mundial o la cubana de Iván Pedroso (8,71), sino para mejorar como atleta y disfrutar en la pista.
¿Sueña con algún escenario en particular para batir la plusmarca mundial?
Me encantaría que fuera en los Juegos de Tokio pero tampoco le doy muchas vueltas.
¿Le obsesiona la barrera de los nueve metros?
No, para nada. Sería algo especial ser el primer atleta en lograrlo pero espero que las marcas lleguen por sí solas porque yo no voy a saltar buscándolas. Sería un grave error.
Pedroso dice que ha mejorado mucho en la carrera de la mano de Osorio. ¿Qué detalles técnicos le quedan por pulir?
Aún debo mejorar aspectos de la caída y la exactitud del despegue.
Sería especial saltar nueve metros pero es una barrera que no me obsesiona»
Pedroso dijo también en MARCA que usted batirá su récord nacional cuando quiera. ¿Le motivan estas palabras o le meten una presión añadida?
Me motivan y me alegran, porque significa que confía en mí. No siento presión cuando compito porque me centro en disfrutar de cada salto.
Tiene una estupenda relación con Luvo Manyonga, rey de la longitud los últimos años. ¿Qué admira del sudafricano?
Nos llevamos muy bien aunque no podamos comunicarnos porque yo no hablo inglés. Luvo es un excelente atleta y uno de mis grandes ídolos. Sabe conectar con el público.
Hablando de conectar con el púbico, usted viste Puma, como Usain Bolt. Es un buen presagio, ¿no?
Admiro mucho a Bolt más allá de su descomunal talento. Tiene ese carisma que tanto buscan los aficionados. Creo que es una de las claves de su éxito porque se ve que ha disfrutado de cada carrera.
¿Se ve preparado para ocupar el trono de Bolt?
Ni lo creo ni lo veo así. Bolt ha hecho historia y es una leyenda casi imposible de igualar. Yo aspiro sólo a ser Juan Miguel Echevarría. Cada cual debe escribir su propia historia.
¿Cuál es el secreto de la escuela cubana de saltadores?
Casi todos nuestros entrenadores fueron saltadores en su momento y trabajan muy bien los aspectos técnicos. Tenemos un talento natural pero eso hay que trabajarlo y es ahí donde ellos destacan.
Hablando de Cuba, este año hemos visto muy poco al campeón mundial sub’18 y sub’20 Maykel Massó. ¿Tiene tanto talento como usted?
Maykel tiene excelentes condiciones y tanto talento como yo así que le veo pronto en la élite mundial. Hay una gran generación de saltadores cubanos y él es uno de los grandes referentes. Hasta a mí me sorprende la madurez con la que competimos.
El año pasado ya compitió en España. ¿Le gusta venir a nuestro país?
Me encanta España, tengo muchos admiradores y me tratan fenomenal. De hecho, me siento como en Cuba.
¿Podría incluir en su programa alguna otra prueba en un futuro?
Eso está descartado. El triple salto causa muchas lesiones y no me veo corriendo un cien aunque sé que soy rápido.
Varios atletas cubanos hicieron las maletas en los últimos años y ahora compiten por países como España, Italia, Turquía o Portugal. ¿Es algo que descarta totalmente?
Es algo que, en mi caso, descarto por completo. Competiré como cubano hasta la muerte.
(Tomado de Marca)
Comentarios recientes