Por: Reinaldo Cedeño Pineda/ Tomado de Facebook

Liliana Allen Doll, excelente velocista que representó a Cuba y luego a México, con una colección de medallas regionales e internacionales. Actual recordista nacional de los 100 metros planos en ambas naciones.

¿Cómo llegaste al atletismo? / ¿Cuál era el instante de la carrera en que te sentías más dominadora, más cómoda?

«Llegué gracias a mi papá que me internó en la EIDE (Holguín) para que sacara la energía que tenía dentro. Todo lo que hice y soy, se lo debo a mi padre… / Siempre en la salida era muy explosiva».

¿A qué instante de tu carrera deportiva le tomarías una fotografía para colgarla en la sala de tu casa y compartirla con tus seres queridos?

«Mi padre era coleccionista de mis fotos y medallas. La primera vez que salí en el periódico, mi papá la enmarcó… Luego puso otra de los Juegos Panamericanos de 1991. Esa aun la tiene enmarcada, junto con muchas medallas»

¿Qué es lo más difícil que te sucedió en tu trayectoria como atleta y cómo lo superaste?

«Cuando llegué tarde a un entrenamiento… Me quedé dormida del cansancio de la mañana, era la segunda sección de entrenamiento y mi entrenador me dijo cosas muy feas, por ejemplo: “Floja… buena para nada”… Me salí llorando, me fui a llorar a mi cuarto, y le dije que algún día se iba a pedir disculpas por lo que me dijo… Al otro día, no me dirigió la palabra; pero más duro trabajé.

«Cuando hice récord juvenil en 100 metros, en ese momento, se disculpó. Aprendí que las cosas se logran con esfuerzo y trabajo constante, sin rendirte».

¿Qué haces ahora? Sé que estás cerca de los niños…

«Soy maestra de educación física en una secundaria. Me encanta. Cada día aprendo algo nuevo de mis alumnos. Me piden que les cuente como llegue a ser una gran atleta…

«También trabajo como instructora de deporte de atletismo y acondicionamiento físico en la Heroica Escuela Naval Militar, en Veracruz. Un honor y orgullo formar parte de la institución».