Por: Félix Anazco

Presenciar una sesión de entrenamiento de la pertiguista Yarisley Silva resulta casi tan placentero como presenciar sus competencias. Ahí está con la mirada intensa, la respiración agitada y profunda y la elegancia de cada movimiento, por muy brusco que sea. La monarca mundial y subcampeona olímpica de Londres 2012 llegó a Camagüey junto a su equipo de entrenadores para buscar el último gran sueño de su carrera deportiva: subir al podio en Tokio 2021.

Temprano en la mañana se le puede ver junto a su coach Alexander Navas y el preparador físico Leslie Llorente en la pista Rafael Fortún, el gimnasio o la escuela de iniciación deportiva Cerro Pelado. En su etapa de aislamiento había realizado rutinas de ejercicios en días alternos para mantenerse fuerte y ganó la batalla del peso corporal cumpliendo su dieta. Se le nota segura —¿cuándo no?— armada de su talento atlético y esa dosis de confianza que le dibuja el rostro.

“Me he sentido muy bien en este arranque aquí en Camagüey. Estamos trabajando con muchas ganas de lograr lo mejor. Después de tanto sufrimiento en el mundo vendrán cosas buenas y una de ellas serán los Juegos Olímpicos. Lograr una medalla ahí me ocupa el pensamiento. Por ahora no miro más allá, el sueño de ser campeona me mueve”, comentó a Adelante Digital.

Para el profesor Navas, era preocupante para comenzar el mesociclo el peso de su pupila, pero “ha llegado en una buena forma física, aproximadamente a un 80 % de sus capacidades. Por como cumplió el plan que le pusimos para esa etapa, sabemos que va con todo a por el podio de Tokio”.

Según él, “contrario a lo que muchos creen, este parón beneficia a Yarisley, pues sus músculos necesitaban un descanso tras tantos años de intensidad. Si bien es cierto que sus principales rivales se han mantenido saltando en eventos online y en algunas paradas europeas alcanzando resultados entre los 4.70 y 4.90 metros, ahora harán una pausa y luego comenzará otro ciclo. Estaremos a la par de ellas si mantenemos la preparación y cumplimos con todos los programas de saltos técnicos y competencias. El diagnóstico que nos dirá si estamos para pelear en Tokio será el Mundial Bajo Techo”.

Fotos: Leandro Pérez Pérez/ Adelante

A la pinareña no le preocupa lo que hagan sus contrarias y cree que “las ventajas logísticas de ellas influyen, pero no determinarán el resultado final. Nosotros ahora tenemos todo el apoyo de las autoridades y si logramos cumplir lo planificado, llegaré en igualdad de condiciones. Ya en las competencias hay que batirse y tengo la dicha de que Dios siempre premia mis esfuerzos”.

Precisamente la entrega y pasión de Silva por su deporte marcan la diferencia. Cada elemento del entrenamiento lo realiza con la potencia y precisión que exige, mientras el sudor abona lo que está por crecer. Justo en el último ejercicio de la sesión que nuestro equipo visitó, el preparador Llorente nos lo dejó claro, mientras sostenía sus piernas en una parada de manos: “esta es guapa. Con Yarisley todo puede pasar”.

Tomado de Adelante