Youlieski Gourriel lidera el equipo Cuba que nos representará en los Juegos CAC Veracruz 2014
Con información del Blog CubaxDentro
Dice un amigo que el que nos representará en Veracruz es un Equipo CUBA, y ciertamente lo es, porque fuera de estos jugadores que acaban de anunciar como miembros de la escuadra antillana queda muy poco para escoger.
Con ello renunciamos a  la posibilidad de experimentar. Bien el incluir a jóvenes como Lourdes Y. Gourriel, Yaisel Sierra, Luis Yander La O, Vladimir Gutiérrez o Cionel Pérez, que por lo hecho merecían estar.  Pero a su vez, el ser enfáticos con la idea fija de ganar, resta posibilidades a otros tantos.  ¿Por qué no prescindir de Cepeda, Yulieski o Despaigne? Por una cuestión de sentido común, ante todo.  Estos hombres llevan un año jugando béisbol casi sin descanso. Vienen de rendir actuaciones en una liga profesional que como cualquiera de su peso, exige un nivel de preparación que verdaderamente desgasta. Pero el recelo nos consume, y nos conlleva a tirar de lo mejor que tenemos para afrontar un torneo que desde lo deportivo es bien poco lo que exige. Más allá de las restricciones que imponen los  equipos de las diferentes Ligas Profesionales para con sus jugadores, los Juegos regionales jamás han estado en la mira de la mayoría de las estrellas. Es un evento ideal para tantear opciones, para encomendar responsabilidades a quienes jamás la han tenido. En fin, el escenario idóneo para ir preparando el relevo.  Todo, sin faltar al compromiso de tomar, estos juegos, con la seriedad de siempre. Opciones sobran para jugar con inteligencia las cartas que nos quedan y aún así, honrar a Veracruz con la presencia de un equipo virtuoso y competitivo.
La situación es compleja. El deporte en Cuba no vive su mejor momento y el béisbol no está exento; de hecho, afronta una dinámica inédita en lo que a salidas del país se refiere donde todos los que estaban llamados a ser, ya no están. Alcanzar el techo en una Serie Nacional como la nuestra no amerita mucho esfuerzo y con ello disminuye considerablemente la motivación de quienes desde su rol de protagonistas están destinados a animarla.
El aumento de salario que explica la Ley de remuneración es un asunto circunstancial, porque los “mil pesos” ayudan, pero a la postre no resuelven los problemas. En todo caso, valen para alimentar la “pasión” de esos atletas que hoy dirimen en nuestro campeonato doméstico solo porque otros tantos se marcharon, cansados de esperar o porque simplemente, decidieron no confiar.  No nos engañemos, el Equipo Cuba es lo que hala. Es -o al menos solía ser- el sueño de todos los atletas y en consecuencia, lleva papel fundamental en esta historia. Conscientes somos todos de qué es lo que sucede cuando un muchacho se esfuerza y no percibe la recompensa, esa que va al plano de lo moral, la que alimenta el orgullo y que aun sobrevive. Y que hay que alimentar para que no muera, debemos conservar la esencia y ser equitativos en las oportunidades que por lo hecho, merezca cada quien.
Así mismo, este nuevo capítulo en la historia reciente de las selecciones nacionales me asegura que arrastraré por siempre una deuda y es entender cuál es el criterio de selección que utiliza la Comisión Nacional de Béisbol, porque está claro que el rendimiento no es un factor determinante. No puede serlo cuando fuera quedan, por ejemplo, hombres como Luis Alberto Valdés (PRI) o Giorbis Duvergel (GTM). El primero  flamante líder de bateo en la contienda nacional (.419) y dueño, por demás, de un promedio defensivo (983) que es excelente para un jugador de una posición tan compleja como el campo corto, resultado de 2 errores en 118 lances y el segundo, su escolta en el departamento ofensivo con average de 409,  5 jonrones y 634 de slugging. Una cuerda por la que se mueven otros como el pinero Danny Aguilera (1,61-tres victorias, cinco rescates)  y el artemiseño José Ángel García (líder en salvamentos, 8, con 1,93 de PCL). En el caso de este último, incomprensible que no haya sido seleccionado jamás.
Para colmo de males, lo que una vez aplaudimos de Víctor Mesa, que era el haber logrado que un equipo se pareciera a su manager, se va desdibujando, porque este elenco tampoco se parece a él. Vamos a ganar en Veracruz. Ahora y bajo estas condiciones, es lo menos que podemos hacer, pero seguiremos alimentando la incertidumbre que ronda el qué vendrá después. La pelota sigue sin “caber en la azucarera”, y yo, en lo personal, me quedo con Urquiola y esa imagen que dejó “El Cuba” que guió durante los topes amistosos contra los universitarios norteamericanos este año.