julio cesar carbonelll1

julio cesar carbonelll1

Por: Dr. José Ramón Fabelo Corzo/ Deporcuba
Como ya se ha informado, la comitiva cubana al IX Campeonato Mundial de Atletismo para Cadetes mostró una elevada eficiencia competitiva. De los 15 atletas participantes en 16 eventos, 13 de ellos lograron ubicarse entre los 8 primeros en igual número de pruebas. Ello debe ser motivo de regocijo, nos habla de una alta calidad conseguida en esta categoría de menores de 18 que ojalá sea pronto emulada por los juveniles menores de 20 y, sobre todo, por los mayores.
Sin embargo, este indiscutible logro no debe ocultar las todavía notables deficiencias que afloraron en algunos atletas y que se reflejaron en contrastantes resultados en comparación con las posibilidades reales que traían acuñadas por sus registros previos.
Los dos casos más significativos fueron precisamente los dos atletas que no fueron finalistas, la balista Rosangela Núñez y, sobre todo, el discóbolo Félix Valle, quienes quedaron muy por debajo de las expectativas precompetitivas y quedaron ubicados ambos en un alejado lugar 24. Rosangela traía una marca de inscripción que la ubicaba octava de la lista, pero Félix venía con el tercer mejor registro y se consideraba un aspirante a medalla. Ninguno de los dos, sin embargo, pudo siquiera acercarse a las marcas con las que pasaron a la siguiente ronda los 12 atletas que finalmente discutieron las 8 primeras ubicaciones y las medallas.
Algunos otros atletas, aunque lograron colarse entre los 8 primeros, lo hicieron con marcas relativamente bajas en comparación con las que habían hecho antes durante el año. Ayamey Medina en el martillo, por ejemplo, logró un 63.49 en la clasificatoria y un 62.96 en la final, distantes ambos del 68.32 alcanzado en La Habana. De haber logrado un registro similar en Cali, su lugar no hubiera sido el quinto, como fue, sino el primero, ya que se ganó con 67.82. Miguel Sánchez, el otro discóbolo cubano, había alcanzado en casa un 61.10 que en el mundial le hubiera reportado el segundo lugar; mas el 56.45 alcanzado en la competencia sólo le alcanzó para el octavo puesto. El talentoso saltador Juan M. Echevarría, si bien alcanzó un meritorio 4to lugar, lo logró saltando 36 centímetros menos en comparación con el excelente 8.05 que traía como marca personal. Incluso los dos medallistas de bronce del triple, Yanna Armenteros y Julio C. Carbonell, quedaron, respectivamente, a 41 y 23 centímetros de sus mejores marcas obtenidas este mismo año (y en el caso de Julio, de hacerse oficial el resultado de 16.60 que le marcaron una semana antes en el Nacional Juvenil de Las Tunas, su resultado de 15.79 en Cali quedaría 81 centímetros por debajo de lo que era capaz de hacer).
Es cierto que no todos los días pueden alcanzarse las mejores marcas, pero hay que trabajar en lo deportivo y en lo psicológico para que éstas se produzcan en la competencia principal del año o, por lo menos, para que los atletas se acerquen a ellas en ese evento cumbre. Además, los 7 casos mencionados (casi la mitad de la comitiva), tienen no una, sino varias marcas superiores a las alcanzadas en Cali. Para Félix ésta es la competencia oficial número 11 del año y la peor de todas, así que tiene 10 registros superiores al 50.27 de ahora. Igual es el caso de Rosangela que tiene 9 participaciones en total y las otras ocho fueron mejores. Lo mismo para Ayamey que tuvo en la final su evento número doce y también los otros once fueron mejores, incluido su resultado en la clasificatoria. Miguel tiene en el año 7 mejores resultados que el obtenido en Cali. Juan tiene 5, Julio 4 (sin contar el del Nacional Juvenil) y Yanna 3. En el caso de Yanna Armenteros es justo reconocer que sólo tuvo un gran salto de 13.45 a mediados de febrero que sigue siendo el segundo mejor del mundo al aire libre en la categoría y que los otros dos superiores, uno en el propio mes de febrero (13.06) y el otro en mayo (13.08) se encuentran en el entorno del resultado de ahora (13.04)
Una prueba de que sí se puede lograr en estos eventos las mejores marcas o registros cercanos a ellas la dieron los otros 8 atletas de la delegación cubana. 5 de ellos tuvieron en Cali el escenario de sus mejores resultados.
Edel Amores que llegaba con 21.19 en los 200 metros, supero dos veces esa marca, en semifinales (21.07) y en finales (21.04), la progresión más deseable. Esa fue su segunda prueba y en la que con menos posibilidades llegaba. En la primera, los 100, después de un resultado clasificatorio de 10.52, a una centésima de su mejor registro, bajó a 10.63 en semifinales que le impidió llegar a finales. Además del aire en contra de 1.4 m/s y de que le tocó en un hit semifinal muy difícil, la presión de su primera competencia fuera de Cuba se hizo sentir. Ya en los 200, más ambientado al entorno competitivo, su desempeño fue encomiable. Yoan Villa llegaba con 13.68 en los 110 metros con vallas. Igualó su marca en la clasificatoria, la mejoró en semifinales (13.57) y estuvo nuevamente muy cerca de ella en la final (13.69). Ronny A. Cedeño tuvo en la jabalina el crecimiento más espectacular. Había roto en Cuba dos veces el record nacional de la categoría con 73.02 en febrero y 73.73 en mayo. Este último era su registro de inscripción, aunque unos días antes, en Las Tunas, había vuelto a superar la marca nacional con 74.33. Ahora en Cali la llevó hasta los 76.18 en el evento clasificatorio. Ya en la final, acusando molestias, llegó hasta 71.73 y ancló en el octavo lugar. Otra que siguió mejorando sus registros en Cali fue la cuatrocentista Roxana Gómez, quien bajó su marca desde 52.95 a 52.79, resultado que ratifica su idoneidad como reserva del relevo 4 x 400 de mayores. Su resultado es el quinto mejor del año en Cuba entre las mujeres de todas las categorías, a pesar de sus escasos 16 años. Otras tres marcas personales consiguió la también muy jovencita Adriana Rodríguez (16 años recién cumplidos), en el heptathlon en general (de 5709 a 5720) y en dos pruebas dentro de este evento múltiple, los 100 metros con vallas, bajando de 13.60 a 13.43 (que le hubiera dado el 5to lugar en esta prueba individual en el Mundial) y en el salto de altura, evento en el que subió de 1.69 a 1.73. Adriana podía haber elevado en alrededor de 100 puntos más su cota personal en el heptathlon si no hubiera sido por un fatídico evento de salto largo, en el que, después de dos fauls, se vio forzada a asegurar una marca mínima de 5.66 en su tercer y último intento, lejos del 6.03 que ostenta como mejor marca.
Los tres atletas restantes, aunque no mejoraron marcas, se mantuvieron cerca de ellas. La saltadora de largo Disnelli J. Thaureaux llegó a 6.07 en la clasificatoria y 6.06 en la final, sólo a unos centímetros de su mejor resultado (6.13). Nuestro medallista de oro, Cristian A. Nápoles logró en la competencia (16.13) su tercer mejor salto de por vida. Aquí sólo hay que llamar la atención sobre los cuatro fauls que cometió, algunos de ellos entre los 16.40 y 16.50. Incluso el propio resultado que le dio la medalla de oro requirió de la inspección minuciosa de la tabla por parte de los jueces porque su despegue se produjo en el borde mismo del área permisible. Ello ha de ser tenido en cuenta en el futuro. A veces es preferible regalar unos pocos centímetros en la tabla a poner en riesgo el resultado global en la competencia.
Párrafo aparte merece Maykel D. Massó. Quedó a 7 centímetros de su marca personal de 8.12 en el salto largo. Pero es que esa marca es la tercera mejor de la historia en esta categoría. Sólo en 10 ocasiones atletas menores de 18 años han sobrepasado los 8 metros. Y el único que lo ha hecho dos veces es Maykel. ¡Y sólo tiene 16 años! Todavía le queda el resto de esta temporada y todo el año 2016 para lograr otros saltos similares. Los 8.05 conseguidos en Cali fueron record para la competencia y lo ratifican como el mejor saltador largo de cualquier categoría que tiene hoy nuestro país. Se echa de menos su presencia en los Juegos Panamericanos de Toronto. Esperemos que sí esté en el Mundial de mayores de agosto en Beijín, evento para el que ya tiene la marca clasificatoria.
Dejamos ahora al lector con una tabla que muestra la actuación individual de los cubanos, ordenada por los lugares alcanzados por cada uno de ellos en la competencia.

Actuación individual cubana en el Campeonato Mundial Cadetes de Cali, Colombia, 10-15 de julio de 2015

Atleta Evento Marca de inscripción Marcas logradas en el evento Ubicación previa entre inscritos Lugar alcanzado
1. Maykel D. Massó Salto largo (M) 8.12 7.51 – c8.05 – f 1 (7)1
2. Cristian Nápoles Triple salto (M) 16.45 15.98 – c16.13 – f 1 (1)1
3. Julio C. Carbonell Triple salto (M) 16.02 15.52 – c15.79 – f 3 (3)3
4. Yanna A. Armentero Triple salto (F) 13.49 12.97 – c13.04 – f 2 (4)3
5. Juan M. Echevarría Salto largo (M) 8.05 7.73 – c7.69 – f 2 (2)4
6. Roxana Gómez 400 m (F) 52.95 53.65 – c53.61 – s

52.79 – f (MP)

3 (4)(7)

5

7. Ayamey Medina Martillo 3kg (F) 68.32 63.49 – c62.96 – f 3 (6)5
8. Adriana Rodríguez Heptathlon (F) 5709 5720 (MP) 4 6
9. Yoan Villa 110 m/v 91.4cm 13.68 13.68 – c (=MP)13.57 – s (MP)

13.69 – f

9 (9)(6)

7

10. Edel Amores 200 m (M) 21.19 21.46 – c21.07 – s (MP)

21.04 – f (MP)

17 (14)(6)

7

11. Ronny A. Cedeño Jabalina 700g (M) 73.73 76-18 – c (MP)71.73 – f 13 (5)8
12. Miguel Sánchez Disco 1.5kg (M) 61.10 56.15 – c56.45 – f 7 (11)8
13. Disnelli J. Thaureaux Salto largo (F) 6.13 6.07 – c6.06 – f 13 (6)8
14. Edel Amores 100 m (M) 10.51 10.52 – c10.63 – s 11 (13)13
15. Rosángela Núñez Bala 3kg (F) 16.96 14.54 – c 8 24
16. Félix Valle Disco 1.5kg (M) 63.86 50.27 – c 3 24

c – clasificatorias; s – semifinales; f – finales; MP – marca person

[end]