por: Eddy Nápoles

Han concluido en Cali los Juegos Panamericanos Junior o de la Juventud, evento con algunos lunares, sobre todo, por haberse incluido tarde en el calendario, lo que debe haber motivado ausencias (Estados Unidos, Canadá, Jamaica), en el atletismo, además, de realizarse una convocatoria abierta (16 a 22 años), pero realmente cumplieron el principal objetivo, reunir a la juventud deportiva de América.

En el caso del atletismo cubano envío a 34 jóvenes atletas, algunos debutantes en eventos internacionales, la actuación, en sentido general, sobrepasó las expectativas, tanto en la conquista de medallas (9-6-3), como en el desempeño individual de los atletas. En este aspecto, es necesario destacar la consecución de diez marcas personales, sobresaliendo el cuatrocentista Leonardo Castillo, que, luego de tener una imprecisa semifinal, rectificó la distribución del ritmo de la carrera, en la final, logrando marca de 45.79 segundos.

Impresionaron los vallistas Yoao Illas y Lázaro Rodríguez, el primero, realizó una excelente carrera, premiada con marca personal de 50.91, mientras el segundo, pudo dominar la final, pero, perdió el ritmo. Sus similares, en el femenino, Ariliannis Colás y Darielys Sentelle, estuvieron a gran nivel, Colás mejoró su marca en las dos carreras, en tanto, Sentelle lo hizo en la final. La vallista corta Greisys Robles se colocó a las puertas de descender de los 13.00 segundos.

En el área de saltos, todas las palmas para Leyanis Pérez (14.39), la pinareña mostró las potencialidades que la ubican, como uno de los principales talentos, en Cuba y en el mundo. Entre los lanzadores, el discóbolo Mario Díaz se encaramó sobre los 60.00 metros (60.77), el balista Juan Carley Vázquez, titular mundial juvenil, ahora con un implemento mayor (7.62kg), envió señales de poder escalar peldaños en la élite de la prueba. Las martilleras Yaritza Martínez y Liz Colia mostraron progresos, igual que Ronald Mencia.

Muestras de estabilidad expresaron, Andy Hechavarría (triple), Anyel Álvarez (disco), Silinda Morales (disco), la jovencita Yiselana Ballar (jabalina) y la heptalonista Marys Patterson. Obviando la marca realizada, destacar la excelente carrera que se gastó la ochocentista Daily Cooper, quien se mostró dominante de principio a fin, la joven camagüeyana parece apta para empeños mayores.

Ahora, lo expresado por, casi la mitad de los atletas cubanos en Cali, no se corresponde con lo expuesto por la dirección nacional del atletismo, que en declaraciones a Jit (30 de septiembre), “aclaró que en Cali no se competirá en busca de marcas de rango, será en marzo de 2022, durante la Copa Cuba, que se exigirá a estos jóvenes el primer pico de resultados, según la planificación de su entrenamiento”. Por lo que se “deduce”, los atletas cubanos asistieron a Cali en etapa de preparación general.

Los que se “adelantaron” en Cali, tendrán la varilla bien alta en marzo, pero para los principales atletas, incluido los juveniles, es momento de irse colocando a tono con la actualidad de los sistemas de entrenamiento e ir dejando, solo para los más noveles, los largos ciclos de preparación. Varios entrenadores demostraron ahora, que pueden llevar a sus atletas a excelentes resultados utilizando ciclos cortos de entrenamiento.

Cali 2021, a pesar del parón por la Covid, puede constituir el punto de partida para romper esquemas, encasillamientos y colocarse a la par de las tendencias actuales del deporte (atletismo), el sistema competitivo lo exige, los atletas cubanos y sus entrenadores deben estar debidamente preparado para ello.