A veces es imposible no soñar, sobre todo, en cuestiones de voleibol. El haber nacido y crecido al calor de las hazañas de las Espectaculares Morenas del Caribe me convierte en una romántica y puede que sea, la última, pero otra vez, les encomiendo mi alma.
Hoy, en La Habana, la selección nacional cubana de voleibol femenino arrasó con su similar de Trinidad y Tobago en sets corridos (25-18, 25-20 y 25-13) y ganó el boleto en rifa para el Campeonato Mundial de Voleibol que acogerán varias ciudades de Italia, entre el 23 de septiembre y el 18 de octubre.
Las cubanas vencieron con relativa facilidad a todos sus rivales del grupo Q clasificatorio de Norceca para liderar de manera inobjetable la clasificación y cumplimentar su objetivo primordial que era incluirse en la lid universal.
Detrás de este resultado hay mucho trabajo y muchas horas de esfuerzo; y se nota. El equipo demostró el salto cualitativo que ha experimentado, en todos los órdenes de juego.
En este conjunto, el poder ofensivo encuentra respaldo en un manejo inteligente del servicio que aportó muchos puntos importantes durante el torneo.
El nivel de este clasificatorio dista mucho del voleibol que habrá que enfrentar en la cita universal y allí, las opciones de Cuba son discretas, sobre todo por aspectos que atañen al plano de la madurez y experiencia competitiva.
Se trata de un equipo excesivamente joven y en ello va la génesis de las evidentes limitaciones de esta selección Un equipo que no supera los 20 años de edad promedio y en el que solo 4 jugadoras (Emily Borrell, Giel, Lescay y Matienzo) tenían experiencia internacional. Obvio, si el voleibol cubano hubiera vivido al ritmo correcto, hoy podríamos contar con los dedos de una mano las jugadoras de este equipo que estarían vistiendo la casaca nacional.
El grupo que se ha presentado en La Habana tiene talento, sin embargo, hay elementos de peso como la baja estatura (1.79 promedio) y también carencias técnicas en varios órdenes de juego, sobre todo el trabajo en la red, constituyen un factor de mucho peso que incide directamente a considerar a la hora de valorar posibilidades.
Estar era el objetivo y se ha cumplido. Ahora toca prepararse para dar lo mejor y aprovechar al máximo las enseñanzas que siempre dejan los partidos al máximo nivel.
ITLALIA A LA VISTA
Al mundial acudirán cita 24 equipos, repartidos en cuatro grupos clasificatorios. Cuba se ubica la llave D junto a Japón, China, Bélgica, Azerbaiyán y el clasificado por el grupo S de Norceca; presumiblemente Puerto Rico. Toda vez que sale como amplio favorito a llevarse el boleto ante los elencos de Costa Rica Santa Lucía y Barbados. El voleibol femenino cubano guarda en su historia tres títulos mundiales (1978, 1994 y 1998), además del segundo lugar de la edición de 1986. Su última participación en Japón 2010 se saldó con un duodécimo lugar.
Esta edición pone en manos de Rusia la posibilidad de jugar por defender el título y también por igualar la hazaña de la Unión Soviética cuando, entre 1952-1960, se coronó en tres oportunidades consecutivas. Las últimas dos versiones del la lid universal han tenido idéntico final; partido a cinco set entre las del representante de dos gigantes: el euroasiático y el sudamericano.
A día de hoy, el equipo de Guimarães reúne muchas razones para aparecer entre los máximos favoritos del torneo pues se prevé que asista con una selección similar a la que se llevó el oro de los Juegos Olímpicos en Londres 2012; una generación que, dicho sea de paso, tiene en el cetro universal, una asignatura pendiente.
SÚPER MELISSA
A estas horas medio mundo y Cuba entera se rinde ante la contundente demostración que ofreció la jovencísima opuesta cubana Melissa Teresa Vargas Abreu; autora de un concierto voleibolístico en el que derrochó talento, seguridad, coherencia y habilidades.
Y lo cierto es que viene a ser, como un sueño, el poder disfrutar de una niña de 14 años (cumplirá 15 en octubre) gastándose un voleibol de tan elevado nivel. Pudiéramos, incluso agradecer, por la oportunidad de presenciar los destellos de una jugadora convocada -por sus dotes- a erigirse como una súper estrella del voleibol mundial. La dueña de la camiseta No. 4, MVP de esta competición y líder indiscutible del equipo cubano, es un diamante; un diamante al que hay que preservar.
EL DATO: Resultados de Cuba en el Grupo Q – Premundial NORCECA La Habana
Cuba vs. Curazao 3-0 (25-5, 25-17 y 25-18)
Cuba vs. Haití 3-0 (25-12, 25-13 y 25-14)
Cuba vs. Trinidad &Tobago 3-0 (25-15, 24-16 y 26-24)
Final: Cuba vs. T &To 3-0 (25-18, 25-20 y 25-13)
EQUIPO Todos estrellas
MVP: Melissa Vargas (Cuba)
OP: Melissa Vargas (Cuba)
Atacadoras: Melissa Vargas (Cuba) y Jennifer Álvarez (Cuba)
Líder anotadora: Christine Anthony (Trinidad y Tobago-70 puntos)
Bloqueo: Lianne Jamanika (Curazao) y Jalicia Ross-Kydd (Trinidad y Tobago).
Servicio: Alena Rojas (Cuba)
Pase: Yamila Hernández Santas (Cuba)
Líbero, defensa y recibo: Emily Borrel (Cuba)
Con información de la COCO
El problema con Melisa Vargas se presentará en cuanto sea mayor de edad y pueda decidir por ejemplo si quiere salir del país o no.
Si hasta entonces la política deportiva cubana no cambiase y en lugar de estar remendando constantemente pantalones rotos se decide a coser unos nuevos, pues Melisa podría convertirse en la próxima estrella del volei cubano que se decidiría irse a jugar en alguna Liga internacional de su elección.
Si los «remendones» no saben coser ropa nueva pues que se ponga en su sitio a alguien que lo sepa hacer bien.