Los Leopardos de Villa Clara se convirtieron en los nuevos campeones nacionales en la categoría sub 23 de la pelota cubana. Los del centro del país tuvieron que venir de abajo en una final pactada al mejor de cinco juegos, ganando cuarto y quinto, este último en once entradas, empatando el choque en dos ocasiones hasta finalmente ganarlo con marcador de 4 carreras por 3.

El elenco villaclareño fue el primero en romper el abrazo a cero en la pizarra del Augusto César Sandino, cuando en la baja de la segunda entrada anotaran una carrera impulsada por hit del patrullero central Randy Alonso, ante los envíos del principal abridor de Santiago en el torneo, Wilber Reyna. En la quinta llegó el empate de los dos veces monarcas en esta categoría, traída por fly de sacrificio del torpedero Daniel Colás y anotada por Dairon Casanova, que se embasó por pelotazo y se puso a 90 pies del home por error del seguro torpedero naranja Cristian Rodríguez, su primero de la serie luego de 102 lances inmaculados, Santiago había empatado el desafío sin pegar hit.

En la sexta después de dos outs llegaron los dos primeros incogibles indómitos, salidos de los bates de Alberto Monier y Harold Vázquez, seguido por otro error del short stop Rodríguez que le abría las puertas a Monier para poner delante a su equipo 2 carreras por 1 en cinco entradas y media. La ventaja de los santiagueros no pudo ser defendida en el sótano de esa misma entrada por su abridor Reyna ni por el relevista Reynaldo Álvarez, ambos presa del descontrol. Con las bases llenas sin out el alto mando de Santiago le echó mano al relevista Isdenis Núñez, que metió el brazo matando la entrada con dos ponches incluidos, y hubiera dado un cero de leyenda de no haber pifiado en un lance aparentemente cómodo su torpedero Colás, propiciando el empate.

El choque se fue más allá de las siete entradas y de las cuatro horas de duración. En la décima Santiago volvió a tomar el mando por un boleto del relevista Randy Cueto y un doble del receptor Vázquez, conexión que el CF Alonso intentó atrapar lanzándose de cabeza. No obstante, el propio Randy Alonso se reivindicaría al conectar un incogible al izquierdo con la casa llena empujando el empate y dejándole al grupo de árbitros del Latinoamericano la decisión del campeonato, tras cerrada jugada en home con el corredor que significaba la carrera del gane, pero terminaron cantándola out.

Finalmente, en la oncena los villaclareños dejaron tendidos a los santiagueros por imparable de Yuri Fernández que, bajo la atenta mirada de su padre desde las gradas se convirtió en el héroe del primer título de esta provincia en el béisbol sub 23, luego de abrir embasando al primer hombre por un error en fildeo del inicialista, un sacrificio y un boleto intencional.

Box Score. Foto: Boris Luis Cabrera

Este choque plagado de errores defensivos y técnico tácticos fue una biopsia de lo que aconteció en todo el calendario competitivo de una serie para el olvido. Pésima calidad en los encuentros, reiterados problemas con la transportación de los peloteros y solo 15 partidos con una muy pobre ofensiva. Siendo objetivos muy pocos de estos muchachos harán el grado en sus respectivas provincias a los equipos en la venidera 62 SNB, que no se sabe cuando empezará, y los pocos que se destacaron en esta tendrán un apagón beisbolero por tiempo indefinido, pues lo próximo en el calendario es la malformada antes de nacer Liga Élite.

Es necesario que los federativos del béisbol en Cuba den un giro de 180 grados en el tema organización, porque viene en camino una generación muy buena que acaba de proclamarse subcampeona mundial sub 15 y no queremos que se malogre por errores burocráticos ni planificaciones displicentes. Como de todo lo negativo se sacan enseñanzas, esperemos que esta sub 23 al menos les abra los ojos a los responsables de este deporte en la isla, por ese pueblo que volvió a sentirse orgulloso de su deporte nacional gracias a los peloteritos sub 15 que demostraron que este país sigue siendo gigante en materia beisbolera.

Vale la pena rectificar, la grandeza del béisbol, Patrimonio Cultural de la Nación lo amerita.