Por: Lilian Cid y Andy Bermellón Campos

Rosaidi Robles fue noticia en la antesala de la Copa Cuba gracias a su brinco de 4.21 metros con el que se convirtió en la nueva recordista nacional juvenil de la prueba de salto con pértiga.

La holguinera que cumplirá 18 años en abril, superó por 1 centímetro la marca impuesta por Yarisley Silva allá por el año 2006, razón por la cual acaparó titulares en la prensa especializada cubana.

Sobre este registro y las variables que se esconden tras él conversamos con su entrenador el MsC. Rolando Palacios Pulgarón:

¿Largo y escabroso ha sido el camino desandado hasta aquí?

Mira, ha sido un año durísimo, de mucho esfuerzo, de ir al Marrero y venir a estudiar, y es esta una dinámica que desgasta, por eso la alegría, porque este resultado sabe a tanto, porque premia un sacrificio enorme, tanto del atleta como de todos los que tenemos que ver con ellos.

Es también una marca simbólica porque significa mucho desde el punto de vista de emociones el haber quebrado una de los topes impuestos por Yarisley Silva que es nuestra guía, nuestra luz.

Ella –Rosaidi- tuvo tres competencias para llegar hasta este resultado, que desde el punto de vista técnico y metodológico tiene también un significado extraordinario pues hay muchas horas de trabajo y muchos obstáculos que se han tenido que superar para llegar hasta ahí.

Te soy sincero, desde el año pasado estamos a la caza de ese registro que es el que corresponde con su edad, porque queremos hacer un trabajo acorde a cada categoría por las que transita y no violentar etapas, solo dotarla de las herramientas necesarias para que evolucione y sus resultados crezcan.

Te decía que desde el año pasado ya pensábamos en este registro, pero tuvimos que enfrentar muchos problemas, sobre todo, psicológicos debido a un accidente que tuvo durante un entrenamiento que le hizo perder la seguridad que es vital en la práctica de esta prueba.

Rosaidi se golpeó fuerte. Durante una sesión de entrenamientos, se le escapó la pértiga de las manos y cayó. La garrocha la golpeó y fue complicado el camino para alejar los fantasmas de esa situación.

Nos favoreció mucho el hecho de que fuera seleccionada para asistir a los Juegos Olímpicos de la Juventud pues al llegar a esta competencia y relacionarse con atletas de todo el mundo se motivó mucho.

También fue muy provechoso un intercambio que tuvimos en diciembre en República Dominicana, fue una especie de curso práctico donde las atletas interactuaron entre ellas y los entrenadores pudimos intercambiar nuestras vivencias.

Técnicamente nosotros hemos hecho muchísimas adecuaciones. Estamos trabajando sobre elementos de la carrera de impulso y del agarre que han revolucionado completamente su técnica, entonces la importancia de este resultado va más allá del hecho de ser o no un récord, lo más importante es que nos confirma que vamos por buen camino, al punto de que en lo que va de año ya Rosaidi ha pasado por siete pértigas, todas las que tiene se le han quedado blandas.

¿Qué hay por delante?

Teniendo en cuenta que el objetivo cuantitativo de este año está más que cumplido, vamos a seguir enfocados en la técnica, optimizar sus ejecuciones. Creo que podemos hacer otras marcas importantes, pero no pretendemos violentar absolutamente nada.

Tenemos entendido que ha logrado conformar un grupo de atletas con buenas condiciones… ¿Qué sensaciones le produce?

Estoy muy contento, no solo con el desarrollo de Rosaidi sino con el grupo de trabajo que hemos logrado formar. Creo que eso es lo más importante porque la concurrencia y el trabajo en equipo es fundamental. Nosotros tenemos hoy un equipo y es reconfortante ver cómo hemos avanzando en la unidad, la compenetración y por supuesto en esa rivalidad que las hace competir todos los días por superarse a sí mismas.

Además de Rosaidi Robles (HOL), el grupo lo componen Aslin Quiala (SCU), Karelia James (HAB) y  Lázara Dubois (HOL).

Las limitaciones existen, pero lo importante es que no están solos…

Contamos con todo el apoyo de la Comisión Nacional lo que pasa es que nuestra prueba es una de las que más sufre, porque requiere muchos recursos y recursos costosos. Pero los cubanos no nos parecemos a nadie y sin tener las condiciones óptimas estamos poniendo atletas en el primer nivel mundial, fíjate que los habituales de estas pruebas en la historia se asombran de ver a Cuba ahí.

Proyecciones inmediatas

No voy a buscar el cielo, aunque si es mi deseo poder conquistarlo, pero primero hay que trabajar mucho. Trabajar poco a poco por lograr los objetivos de cada etapa. En unos años el récord del mundo tiene que subir, porque dice la teoría que las marcas máximas de las especialidades en las mujeres suelen ser el 85% de la de los hombres, por tanto, la plusmarca superar los 5.10 metros y de aquí a ocho años nosotros tenemos que estar listos para contender a ese nivel.

El compromiso es muy alto

Sería muy duro que no logremos potenciar el relevo y continuar con el legado que ya ha dejado Yarisley Silva. Tenemos también la meta de rescatar el sector masculino, lo que ha hecho Lázaro Borges.

¿Qué potencialidades resaltaría de la atleta Rosaidi Robles?

Rosaidi es una atleta muy fuerte, muy rápida, con una inteligencia motriz increíble, aprende muy rápido, es voluntariosa y le gusta muchísimo entrenar.

En los últimos tiempos se ha implicado con la teoría de su prueba y domina las sutilezas de la prueba, analiza los resultados y sus secuencias.

Rosaidi sueña, con los pies en la tierra

Rosaidi Robles llora. No está conforme con su actuación en la Copa Cuba.  Ha quedado en 4.10 metros; se lleva la medalla de bronce en el salto con pértiga, pero sufre porque sabe que pudo haberlo hecho mejor. Quería saltar en el entorno de los 4-20 metros.

La joven asume con muchísimo respeto la responsabilidad de incursionar en una prueba como esta, donde Cuba, contra todo pronóstico se hizo un hueco en la élite mundial. Es un honor para ella poder compartir territorio con Yarisley Silva y agradece cada consejo oportuno de la campeona mundial. Cuando Silva culmina, Rosaidi se disculpa. Le pide disculpas por haber quebrado su registro nacional juvenil y Yarisley no puede evitar reír, ríe porque su felicidad no entiende de libros, ella solo quiere que su legado no sea cuestión de una sola historia. Quiere que su ejemplo solo sea el motor impulsor de una existencia pródiga y que Cuba no se aparte jamás del más alto nivel. Rosaidi, tampoco se cree que hemos estado allí aguardando por ella, se extraña y mucho que la procuremos para entrevistarla; en el fondo es una situación nueva a la que ojalá tenga que acostumbrarse, pero para ello tendrá que saltar mucho, muchísimo más… A Silva, por ejemplo, las oportunidades de hablar le llegaron con el título Panamericano de Guadalajara 2011, cuando cruzó por encima de los 4.75 metros.

¿Cómo asumes este resultado?
Me siento bien, pues a pesar de varias dificultades que tuve que enfrentar, salió el resultado. Es el premio al sacrificio.

¿Han realizado algún trabajo específico para llegar a este resultado?
Hemos trabajado duro los ejercicios acrobáticos con énfasis en mejorar todos los parámetros técnicos.

¿Hasta dónde crees que puedas llegar?
No puedo hablar de marcas aún. Lo primero y más importante es mejorar técnicamente todo lo que sea posible, para luego pensar en los números.

La especialidad en Cuba ya necesita de un relevo generacional. ¿Cómo asumes el reto?

Yarisley Silva para mi es la mejor del mundo, y soy consciente de que tenemos que trabajar duro para llegar a ser como o mejores.