Está bien cerca ya la fecha de inicio de los Juegos Centroamericanos y nuestras asombrosas mascotas, esta vez, llegarán hasta la isla del Borinquén, para recordar los mejores momentos de la décima edición de la cita centroamericana. San Juan se convertiría, en la segunda sede consecutiva que acogía los juegos en tierras caribeñas, recordemos que la novena edición se realizó en Jamaica. Sin más les dejo con Toto y Bamba para que nos narren lo sucedido en San Juan 66.
Bamba: Hola Toto. Nuevamente en el cálido y hermoso Caribe.
Toto: Si, Bamba hermosos parajes que jamás podré olvidar. Por cierto, ayer me di una escapadita para bailar un poquito de salsa.
Bamba: Te sentí cuando me llamabas, pero me venció el cansancio. Recuerdas que teníamos hoy.
Toto: Claro Bamba. Como bien decías, seguimos en el Caribe, en la décima edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que estuvo marcada por los problemas creados por el gobierno de Estados Unidos para la asistencia de Cuba a la sede, en San Juan, Puerto Rico, desde un año antes, en 1965, cuando intentaron imponerle al Comité Organizador que no le extendiera la invitación a la Isla. Fracasado ese procedimiento, pues el Comité Olímpico Internacional lo penalizaba en su reglamento, surgió la negativa estadounidense de concederles las visas a los deportistas para la justa que tendría lugar entre el 11 y el 25 de junio de 1966.
Bamba: Pero, ¿cómo es posible? Cuba siempre ha sido una de los grandes animadores del evento.
Toto: La asistencia fue bastante engorrosa, después de un agitado proceso, donde finalmente otorgaron el visado, pero no así el permiso para viajar hasta la capital boricua en los medios de transporte cubanos, es decir habría que ir a un tercer país para desde allí trasladarse a San Juan. Ante tanta maniobra, el gobierno cubano tomó una decisión soberana. El barco Cerro Pelado partió desde Santiago de Cuba con toda la comitiva y se mantuvo en aguas internacionales frente a las costas de Puerto Rico reclamando el derecho que le asistía a los deportistas cubanos de competir.
Bamba: Durante la travesía fueron asediados por aviones yanquis y en respuesta a todas las agresiones la delegación deportiva cubana redacta el 10 de junio un documento denominado «Declaración del Cerro Pelado«, con el objetivo de denunciar ante el mundo el absurdo e ilegal comportamiento del Departamento de Estado Norteamericano y al mismo tiempo proclamar la inquebrantable determinación de todos los miembros de la embajada deportiva de llegar a la capital puertorriqueña, aunque fuera nadando, para competir en los Juegos.
Bamba: – El escrito ratificó la posición de principios del deporte cubano, al proclamar el derecho de la Mayor de las Antillas a participar en la justa, que comenzaría el 11 de junio y devino ideario frente a intereses mezquinos opuestos al deporte limpio y sano para todos los pueblos. El Cerro Pelado fue obligado a anclar a casi cinco millas de las costas puertorriqueñas y en horas tempranas de la mañana del día 11 de junio de 1966, la delegación fue trasbordada en alta mar al remolcador Peacock, en condiciones riesgosas y difíciles.
Toto: A pesar de los contratiempos todos bajaron a tierra en lanchas con banderas puertorriqueñas, no estadounidenses como quería el gobierno Yanqui. Finalmente los miembros de la delegación cubana, llegaron a tiempo a la ceremonia inaugural y enarbolaron la enseña nacional en el Estadio Hiram Bithorn.
Bamba: El torneo atlético como se desarrolló Toto.
Toto: – La justa contó con la asistencia de 1689 atletas procedentes de 18 países. El atletismo se celebró en el Estadio Hiram Bithorn, que fue testigo de la victoria del criollo Enrique Figuerola en los 100 metros, de una tripleta inédita, la del colombiano Álvaro Mejías al conquistar los títulos en 1500, 5000 y 10000 metros, así como los terceros triunfos consecutivos, del local Rolando Cruz (pértiga) y el guatemalteco Teodoro Palacios (altura).
Otras atletas que inscribieron sus nombres en el Olimpo de los héroes fueron, la “gacela oriental” Miguelina Cobián, ganadora por segunda ocasión de los 100 metros, su paisana Hila “La Bambina” Ramírez, quien sumó dos nuevos títulos, bala y jabalina.
También brillaron, los jamaicanos Neville Myton, 800 metros y relevo 4 x 400; Wellesley Clayton, longitud y 4 x 100; Carmen Smith, 80 c/v y relevo 4 x 100 y Una Morris, 200 metros y 4 x 100.
Bamba: – A la hora de contar las medallas, Cuba, sumó, ocho de oro, 10 de plata, 12 de bronce y 30 en el total de medallas; segundo se ubicó Jamaica, con 7-4-4-15 y tercero, Puerto Rico, con 5-2-1-8.
Toto: Bamba se nos acabó la travesía por hoy.
Bamba: Si, extrañaré esta edición a pesar de sus contratiempos con la delegación cubana. Pero regresaremos algún día para seguir contando la historia de los Juegos Centroamericanos. Hasta pronto amigos.
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