Cuba competirá con el relevo femenino de 4×400 en el Campeonato Mundial de Relevos a celebrarse en las primeras fechas (1-2) de mayo en la ciudad polaca de Chorsow en la región de Silesia.

Según informó JIT en días recientes, la posta inscrita oficialmente está formada por Roxana Gómez, Zurian Hechavarría, Lisneidy Veitía, Rose Mary Almanza y Sahily Diago.

El medio especializado recuerda que el mejor registro de una posta femenina en este cuatrienio se logró en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, cuando con 3:28.48 minutos celebraron el oro Zuriam, Roxana, Almanza y Gilda Casanova.

El 4×400 atesora una presencia en los mundiales de relevos: en 2015 Lisneidy Veitia, Yameisi Borlot, Zurian Hechavarría, Daisurami Bonne ganaron la Final B para ser novenas con 3:30.94 minutos.

Fuera de los resultados en el área geográfica, cuentan con el lugar 13 (3:29.84) en Doha 2019 así como el lugar 16 (3:30.11) en los Juegos Olímpicos de Río, aunque varios especialistas – indica JIT y yo coincido- aprecian que se trata de una de las formaciones más parejas de los últimos tiempos.

Las aspiraciones se centrar en ser finalistas para obtener el cupo olímpico. La proyección se centra en «Acercarnos a los 3:28-3:29 antes de salir de Cuba », según comentó el entrenador Ricardo Molina, quien trabaja en el Estadio Panamericano con parte de la selección.

El récord nacional de Cuba en esta especialidad data de Beijing 2008, cuando las entonces integrantes del equipo (Roxana Díaz, Zulia Calatayud, Susana Clement e Indira Terrero) marcaron tiempo de 3:23.21. La actualidad global muestra un 3:26.63 minutos logrado por la representación de la Universidad de Arkansas durante la reunión Texas Relays como mejor tiempo del año.

Registros estos que se modificarán totalmente en unas unas semanas cuando en el Estadio de Silesia (Silesian Stadium) se repartan las preseas para las pruebas de 4×100, 4×200 y 4×400 en uno y otro sexo y en relevos mixtos y relevos mixtos de vallas entre los más de mil atletas de 45 países ya confirmados.

La noticia y la polémica

El anuncio de esta inscripción ha suscitado diversos criterios entre los aficionados. Las redes sociales se han inundado de dudas sobre por qué acudir solo con las chicas….

Personalmente, aunque evalúo sin todo el conocimiento de causas, entiendo la decisión, basándome en el análisis objetivo de que, a día de hoy, son ellas las que tienen las mayores posibilidades de conseguir el cupo olímpico a Tokio, objetivo fundamental sobre el que se proyecta esta participación.

Sin embargo, es un hecho que se extrañan los hombres después de las sensaciones que hemos vivido de la mano del 4×100 y sobre todo del 4×400 en los últimos tiempos.

Una retrospectiva ….

Si repasamos la historia reciente de los relevos cubanos encontramos el paso por mundiales de relevos (IAAF World Relays) como una de las presencias recurrentes de las postas cubanas al más alto nivel mundial.

Esta competición surgió en el año 2014 y se ha disputado en 4 oportunidades con Bahamas (Nassau/2014-2015-2017) y Japón (Yokohama/2019) como sede. Atletas cubanos han animado tres de las cuatro ediciones con destaque especial para los hombres del 4×400 que archivan dos quintos lugares.

Aunque en 2015, Rose Mary Almanza, Arletis Thaureaux, Gilda Casanova y Sahily Diago tomaron la cuarta plaza del 4×800 con récord nacional de 8:15:84 minutos, es cierto que los hombres del 4×400 han sido los protagonistas de nuestras mayores potencialidades.

La tendencia se consolida cuando analizamos al detalle. Los entrenados por Eloina (Lulu) Ker encontraron, año tras año, las claves para ser de lo más destacado de nuestras pistas a nivel internacional.

En 2014 encontramos el primer destello de esta “dinastía”. En Nassau, William Collazo, Raidel Acea, Adrián Chacón y Yoandys Lescay cruzaron la meta en la quinta plaza con tiempo de 3:00.61 minutos.

En 2015, la misma estafeta culminó segunda en la final B con tiempo de 3:03.73 minutos tras ser novenos en la ronda de clasificación. Ese mismo año, se ubicaron séptimos en el Mundial de Beijing con tiempo de 3:03.05 minutos.

Un año después, en Río, los muchachos se ubicaron sextos en la final olímpica con tiempo de 2:59.53 minutos. De lo mejor de nuestra historia donde sobrevive como récord nacional aquel 2:59.13 minutos lograd en Barcelona 1992 por Lázaro Martínez, Héctor Herrera, Norberto Téllez y Roberto Hernández.

Para 2017, Williams Collazo, Adrián Chacón, Osmaidel Pellicier, Yoandys Lescay repitieron en la quinta plaza con 3:03.60 minutos, clasificándose de forma directa al campeonato mundial. En Londres finalizaron en una excelente quinta posición con crono 3:01.10 minutos.

En 2019, Cuba no participó…

En este período también se ha trabajado con el 4×100. Su incidencia se sustentó en las esperanzadoras actuaciones de los velocistas con Reynier Mena y Roberto Skyers a la cabeza.

Todo parecía indicar que se quebraba el récord cubano de 38.00 segundos, pero de momento también ha quedado en el intento.

El rastro internacional de estos hombres muestra nos devuelve al 2014 cuando Yaniel Carrero, Roberto Skyers, Reynier Mena, Yadier Cuéllar fueron décimos en el Mundial de Relevos con tiempo de 38.60 (38.44 en ronda preliminar).

En 2015, Reidi Ramos, Roberto Skyers, Reynier Mena, Yadier Luis se posicionaron en el puesto 12 con 39.04 segundos. En preliminares habían facturado 38.85 pero corriendo con Yaniel Carrero.

Esta posta de César Ruiz, Roberto Skyers, Reynier Mena y Yaniel Carrero quedó en primera ronda de los Juegos Olímpicos de Río con tiempo de 38.47 segundos que los dejó séptimos en un heat donde estuvieron los finalistas equipos de Japón, Jamaica, Trinidad & Tobago, Inglaterra y Brasil.

En 2017 Harlyn Pérez, Yordan O’Farrill, Yoan Medina, Reynier Mena finalizaban en el lugar 14 en Nassau con 39.67 segundos. Mientras que, en Londres, Harlyn Pérez, Roberto Skyers, Yaniel Carrero, José Luis Gaspar quedaron decimoterceros con tiempo de 39.01 segundos

La historia de las mujeres es menos pródiga en este segmento de tiempo. Al punto de que la última participación en Mundiales se remonta a Osaka 2007 con Virgen Benavides, Roxana Díaz, Misleidys Lazo y Yenima Arencibia.

…en perspectiva

El 2018 marca un punto de inflexión hacia la ruptura, afectada sobremanera por la salida por diversas causas de varios efectivos de estas formaciones del Equipo Nacional. No han sido tiempos buenos para el deporte mundial y la falta de oportunidad competitiva también ha sido un condicionante para los nuestros.

Los últimos resultados oficiales de los relevos cubanos datan de la prueba especial disputada en el Estadio Panamericano en marzo de 2020. Los registros apuntalan el análisis retrospectivo que hemos hecho hasta aquí pues las mejores opciones descansaban en las piernas de los chicos del 4×100 y las damas del 4×400, tal y como se puede observar en la siguiente tabla:

Resultados de los relevos en Prueba Especial / Marzo 2020

Desde entonces mucho ha llovido, y los vestigios de ilusión de aquellos cinco hombres (Mena, Skyers, Jens Fernández, Arnaldo Romero y Shainer Reginfo) que corrían por debajo de los 10.25 no nos acompañan en la actualidad. Como tampoco hay solvencia en las actuaciones registradas este año por los cuatrocentistas, lo que disuelve la posibilidad de rentabilizar una presencia en el relevo mixto, otro de los reclamos populares.

No perdamos de vista que la meta fundamental de la asistencia cubana a esta competición es avanzar a los juegos olímpicos y no nos sobran atletas para establecer formaciones capaces de rotar y mantener los resultados acordes a lo que debe exigir llegar a Tokio.

En las pruebas de confrontación o en el más reciente ranking nacional divulgado afloran mayormente nombres de hombres con poco recorrido y resultados discretos en general. Es duro, pero es lo que hay.

A las autoridades y a los especialistas del deporte compete pugnar por poner sobre la mesa y hacer valer las claves exactas para encaminar un rescate de modalidades que, pese a levantar pasiones en tiempos cercanos, parecen haber quedado descontinuadas.

Potenciar el trabajo en la base es una de las razones archiconocidas y archimencionadas cuando se habla de las pautas que deben regir el rescate del esplendor de nuestro atletismo y lo es, indiscutiblemente. Cuando la falta de recursos acusa, hay que dar mucho espacio y libertad a la imaginación. De soñar, crear caminos y potenciar la ilusión se trata. Y hemos de hurgar con criterio, deseos y esperanza en todos nuestros rincones porque el talento existe, por lo que siempre habrá agujas que encontrar en este pajar nuestro.