Por Eddy Luis Nápoles Cardoso
Entre el 2 y el 8 de julio venidero la capital salvadoreña, San Salvador, será escenario de las competencias atléticas correspondientes a los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, por lo que se impone realizar un breve recuento sobre lo acontecido en las ediciones anteriores en cuanto a destaques individuales y presencias en el medallero.
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe tuvieron su estreno en el ya lejano 1926, teniendo por sede a Ciudad de México. Las competencias atléticas se celebraron en el entonces Estadio Nacional, entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. La cita disputada entre cubanos, guatemaltecos y mexicanos contó con presencia de los olímpicos locales, Mariano Aguilar (100mp), Herminio Ahumada (200mp) y Daniel Eslava (1500mp), quienes habían competido en Paris 1924. Aguilar hizo valer su condición, imponiéndose en 100 metros (11.1); el mexicano Lucilo Iturbe triunfó en 400 y 800 metros, agregando un tercer título como integrante de la posta 4×400; su paisano Armando Díaz fue el rey en las vallas (110 y 400); mientras que Eduardo Quintanar ganaba el fondo (5000 y 10000). Cuba se hizo con tres títulos de cuatro posibles en los lanzamientos, Pedro Rodríguez (bala), Troadio Hernández (martillo) y Luis Lewis (jabalina). En el reparto de medallas por países México dominó (20-9-11), seguido de Cuba (5-11-7) y Guatemala (0-0-2).
La segunda edición tuvo por sede a La Habana Cuba, celebrada en el Estadio La Tropical, actual Pedro Marrero, entre el 24 de marzo y el 4 de abril. En la capital cubana también hubo olímpicos; con los mexicanos Mario Gómez (100 y 200m), Jesús Moralia (100 y 400m) y Lucilo Iturbe (400 y 800mp), varios de ellos, cuartofinalistas en Ámsterdam 1928. El panameño Reginald Bedford se colgó al cuello dos medallas de oro (200 y 400m); el mexicano Iturbe debió abdicar ante el cubano Darío Álvarez (800 metros), quien también dominó los 1500 metros; mientras el mexicano Felipe Jardines reinaba en 5000 y 10000 metros. El panameño Fernando Navarro se las ingenió para adjudicarse los títulos en 110 con vallas y salto de longitud. En el recuento de las medallas, Cuba (11-7-9) mandó sobre México (4-7-4) y Panamá (4-1-3).
El Salvador fue sede de la tercera edición del magno evento del deporte en Centroamérica y el Caribe, realizado en 1935. El atletismo tuvo por escenario el Estadio Nacional, entre el 17 y 21 de marzo. Los competidores con presencia olímpica (Los Ángeles 1932) los continuó aportando México, con Jesús Moraila (100mp), Fernando Ramírez (100), Enrique Sánchez (200), Carlos de Anda (400), Miguel Vasconcelos (800), Juan Morales (5000 y 10000), Roberto Sánchez (110), Esteban Crespo (longitud) y Salvador Alanís (triple). De ellos, solo De Anda y Sánchez lograron dominar en sus respectivas pruebas. En el recuento individual, el cubano Conrado Rodríguez fue uno de los protagonistas al triunfar en 100, 200 y 4×100; México conquistó los títulos en medio fondo y fondo (800, 1500, 5000 y 10000m); Puerto Rico, los saltos verticales, Cuba los horizontales. El reparto de medallas por países lo lideró Cuba (8-10-6), seguida de México (7-5-8) y Puerto Rico (4-4-3).
La cuarta edición se celebró en Panamá, en 1938; las competiciones atléticas se desarrollaron en el Estadio Nacional de Ciudad Panamá, entre el 6 y el 10 de febrero. En esta edición se produce el debut de las mujeres en el atletismo. Solo tres atletas que asistieron a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 estuvieron presentes en esta cita regional; el colombiano Emilio Torres (1500) y los mexicanos Rigoberto Pérez (pértiga) y Pascual Gutiérrez (longitud); de ellos solo Pérez consiguió imponerse en su prueba (3.74). En los 800 metros se produjo el nacimiento de una estrella, el jamaicano Arthur Wint, posterior titular olímpico (400m) en Londres 1948. El panameño Jennings Blackett fue el ganador de los 100 metros (10.04); mientras el jamaicano Guy Grant ofreció la nota sorprendente al imponerse en 1500 y 5000 metros. El boricua Juan Luyanda fue amo y señor en los saltos, venciendo en altura (1.89) y longitud (6.75), logrando plata en triple. Puerto Rico ganó tres de las cuatro pruebas de lanzamientos, copando todo el podio en la bala. Entre las mujeres, la boricua Rebeca Colberg fue la primera en ganar un título regional (6 de febrero), triunfando en lanzamiento del disco, pionera además junto a la panameña Nola Thorne en conquistar dos medallas de oro al vencer en la jabalina, Thorne, a su vez tiene el honor de ser la primera triple campeona, ganó 100 metros, 80 con vallas y relevo 4×100. Puerto Rico se encaramó en la cima del medallero (11-7-6), a continuación, quedaron Panamá (8-4-2) y Cuba (3-5-6).
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