Por: Michel Contreras/Cubadebate
El dopaje ha regresado a los cintillos periodísticos. Mejor dicho, nunca se ha ido –porque se trata de un fenómeno mundial y en expansión-, pero al menos para nosotros, los cubanos, ha sido comidilla frecuente en los últimos tiempos.
Mucho se comentó sobre la defenestración de los atletas rusos en los Olímpicos de Río. Más aún, sobre el título obtenido por Yipsi Moreno en el lanzamiento del martillo de Beijing, luego de que la bielorrusa Aksana Miankova fuera destronada en los laboratorios. No obstante, el agua no alcanzó la ebullición hasta anunciarse el resultado positivo de la discóbola Yarelis Barrios, una de las exponentes más laureadas del atletismo nacional.
Medicamentos por un lado, jeringuillas por otro. Negligencias y malas intenciones. Prohibiciones y castigos. El dopaje es el tema deportivo de la actualidad, y como según Les Luthiers lo importante no es saber, sino tener el teléfono de los que saben, Cubadebate se dirigió a las oficinas del Doctor Pavel Pino, quien desde hace siete años dirige nuestro Instituto de Medicina Deportiva. Tras el saludo de rigor, unas cuantas palabras cordiales, un café, y enseguida fluyeron preguntas y respuestas…
Comencemos por lo más importante. ¿Qué pasó con Yarelis Barrios?
-Ante todo es bueno explicar que el COI y la Comisión Médica correspondiente tienen el derecho de guardar las muestras tomadas en eventos multidisciplinarios hasta un período de diez años, y en los Juegos de Beijing 2008 y Londres 2012 se decidió conservar un grupo significativo de ellas.
¿Eran indetectables en el momento de tomarlas?
-En esta carrera siempre van delante, por decirlo de alguna manera, los tramposos, y la tecnología se mantiene cambiando. Se sobreentiende que esa acetozolamida que apareció en la muestra de Yarelis, el laboratorio de Beijing la haya visto, pero no es lo mismo detectarla en 50 nanogramos por mililitro que en dos o tres nanogramos por mililitro. Porque la tecnología de cromatografía tiene hoy mucho más nivel de selectividad de determinadas sustancias. No se ha modificado el procedimiento, pero se trabaja con una tecnología mucho más avanzada.
Perfecto. Volvamos entonces al caso que nos ocupa…
-Según la información que tengo ha habido dos rondas de apertura y en total se han abierto 1243 muestras, en un proceso que todavía no ha concluido. Y de acuerdo con lo que sabemos, de esas 1243 muestras hay 98 positivas, entre las cuales desgraciadamente se cuenta Yarelis Barrios. A ella se le notificó la situación y enseguida empezó una serie de reclamaciones que tenía derecho a hacer. La muestra B confirmó la presencia del diurético, la Comisión Disciplinaria del COI determinó retirarle la medalla, el resultado se pasó a la Federación Internacional de Atletismo y, a su vez, esa entidad se lo hizo llegar a la Federación Cubana, que es quien tomará la última medida disciplinaria.
El laboratorio de Lausana dice una cosa y la cubana la niega rotundamente. ¿Cuál es su posición al respecto?
-Los diuréticos se utilizan para bajar de peso o para enmascarar sustancias prohibidas. En el atletismo no tiene sentido tomarlos para disminuir el peso. Nuestra versión es que no la tomó conscientemente. Hay que recordar que en el dopaje existen otras dos variantes: el paradopaje, que se da cuando te dopan y ni siquiera te das cuenta de que lo hacen; y la ingenuidad, el “tómate esto, hijo mío, para que se te quite el malestar”, y el atleta se lo toma sin pensar en las probables consecuencias de ese acto. Yarelis alega que no consumió el diurético. Pero lo que sí está claro es que en la muestra B siguió apareciendo la acetozolamida. Por tanto, ya lo que corresponde es que se aplique lo que aparece en el Código Mundial Antidopaje, que existe desde 1999. Eso sí, a ella le asiste el recurso de apelar ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte. Si lo hace o no es otra cosa; la esencia es que se confirmó el resultado y que está pendiente que la parte cubana la sancione, según las reglas internacionales.
¿Pudo ser que la atleta usara el diurético para enmascarar otras sustancias?
-Normalmente se usa para enmascarar esteroides anabolizantes, estimulantes y otras hormonas. Esa es una de las hipótesis, pero otra cosa está en que ella lo niega y yo, que no tengo por qué no creer en lo que dice, considero que a lo mejor fue por desconocimiento. De esta manera, el atleta puede morirse diciendo que no lo consumió porque sencillamente no lo sabe.¿Qué dice el código en uno de sus principales acápites? Que cada individuo es responsable de lo que consume. Por eso les decimos a los atletas que no tomen ninguna pastilla que no les dé su médico del deporte, a no ser en la circunstancia extrema de que lleguen a un hospital con peligro para la vida. En tal caso si les ponen esteroides para salvarlos, al otro día hay que declararlo. Es más: hay atletas que padecen determinada enfermedad y toman sustancias prohibidas, pero porque tienen todos los estudios médicos correspondientes y se les permite su uso terapéutico.
¿A Yarelis se le habían realizado controles en el laboratorio de Cuba?
-Se le habían realizado muchos, siempre negativos. Y ese mismo año 2008 tuvo dos controles previos a los Juegos Olímpicos.
¿Y por qué el Laboratorio de La Habana no detectó la acetozolamida?
-El último control de ese año se le hizo un mes antes de la competencia. Recordemos que a estos atletas se les efectúa un test en La Habana y luego salen a bases de entrenamiento antes de llegar a las Olimpiadas. El hecho de haber dado negativo en los laboratorios de La Habana, no niega que más adelante pudiera haber otro resultado. Como signatarios de lo que está establecido en la lucha contra el dopaje a nivel mundial, no podemos descreer de lo que se ha probado.
¿Nuestro laboratorio cumple con los requisitos de los estándares internacionales?
-Lógicamente se ha visto afectado por el bloqueo de Estados Unidos, que nos obliga a triplicar las inversiones. Pero en los últimos cinco o seis años se ha ido reanimando y ahora mismo tiene todo lo que tienen los laboratorios para detectar cualquier sustancia. ¿Qué le falta? Lo mismo que les falta a todos los laboratorios: implementar los biomarcadores de la hormona de crecimiento. Todos los laboratorios se encuentran en ese proceso. Otra cosa vigente es que todos están instrumentando el pasaporte biológico, que es algo que lleva equipamiento y tecnología, pero esos no son mandamientos obligatorios para los laboratorios en 2016, sino para el 2017 ó 2018. Lo que está hoy a nivel mundial avalado y obligatoriamente establecido en todos los laboratorios, está también instrumentado en el de la capital cubana, incluyendo la Eritropoyetina, la hormona de crecimiento y el resto de sustancias prohibidas que aparecen en la lista mundial. Todas esas sustancias pueden ser detectadas en Cuba. Ahora, te aseguro que lo mejor que tiene el laboratorio es su personal.Su director es consultor de la revista más importante de laboratorios antidopaje, y seis de sus especialistas fueron invitados a Río 2016 para ayudar a procesar las muestras. La fuerza técnica de nuestro laboratorio es del Primer Mundo.
¿Cuánto cuestan los reactivos que se utilizan?
-Depende del reactivo y de la cantidad de muestras que vayas a hacer; hay reactivos que cuestan 10 dólares y otros que pueden costar 50. Cuba importa anualmente, por concepto de reactivos, 100 mil dólares, y hacemos un promedio de entre mil 500 y dos mil pruebas al año, además de un buen número que se le realizan a muestras que nos llegan de Venezuela, Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Perú y otros países. Obviamente, hay disciplinas a las que se les hacen más controles que a otras porque tienen más riesgo a nivel internacional, como son atletismo, ciclismo, judo, lucha, pesas, natación…
Medios extranjeros aseguran que en el laboratorio cubano se ocultan los resultados positivos de las pruebas. ¿Es verdad? Desde la fundación del laboratorio en febrero de 2001 para acá, ¿cuántos casos positivos hemos tenido?
-Alrededor de 20 y los hemos declarado; todos están sancionados. En este mismo año ha habido tres casos. Son resultados oficiales que se han notificado a las entidades internacionales correspondientes.
¿Cómo se comporta Cuba con respecto a la media mundial de incidencia del doping en su movimiento deportivo?
-Por debajo del mundo. ¿Por qué? Por el sistema de educación antidopaje que tenemos. La razón no es que el laboratorio oculta, lo que pasa es que en Cuba en cada equipo nacional hay un médico, un rehabilitador, un psicólogo, y el atleta sabe que para consumir lo que sea debe consultárselos. En cualquier parte del mundo el atleta no tiene a un médico a su lado todo el tiempo como sucede aquí. Nosotros disponemos de mil 740 trabajadores en el sistema médico deportivo: médicos, fisiólogos, rehabilitadores, enfermeros, estomatólogos, etcétera. La tarea más dura es hacerle creer al deportista que puede ser campeón olímpico y mundial sin tener que doparse para eso. Por eso hacemos controles sorpresivos incluso en las EIDE. Los atletas deben aprender desde edades tempranas.
¿Cree usted que el dopaje se extinguirá algún día?
-Eso es algo muy difícil. La única manera de que ocurriera sería a través de lograr la concientización en los atletas. Pero no todo el mundo crea conciencia. Hay personas más disciplinadas y fuertes que otras. Uno puede llevar el dopaje a la mínima expresión, pero no abolirlo.
Oye Andy, modificaste el titular y no juega la lista con el billete, trata de interpretar…“Es posible limitar el dopaje, pero no abolirlo”…..te la comiste, pero además del Dr. Pino nunca lo dijo así…….»Uno puede llevar el dopaje a la mínima expresión, pero no abolirlo»…este suena mejor y se entiende lo que expresa
Y sobre dopaje y a quien se le aplica,por ejemplo Masha Filatova fue sancionada a dos anos y 15 meses, pero ahora todo cambio y solo cumplira 15 meses asi que a partir de abril de 2017 volvera a las canchas de tenis.
Perdon es Masha Sharapova.