Especial para Cubahora.cu
Cuba cerró su desempeño en la temporada atlética de 2012 con 235 participaciones en 54 competencias del calendario de eventos al aire libre. Intervenciones que reportaron 129 preseas, repartidas en 55 de oro, 45 de plata y 25 de bronce.
Como se sabe Londres no resultó ser plaza pródiga para nuestro «Deporte Rey» pero tampoco pienso que el resultado haya tomado por sorpresa a muchos. Los Juegos Olímpicos pusieron fin a un ciclo competitivo que Cuba no recorrió en su mejor condición. Hay que decirlo así, y es que en los mundiales previos solo dos cubanos lograron subir hasta lo más alto del podio. Lo lograron Yargelis Savigne y Dayron Robles en los Mundiales de Berlin 2009 y Doha 2010, respectivamente; todo en la primera mirad del ciclo. Con esos truenos y las marcas que avalaban a los nuestros de cara a la cita de la capital británica, lo acaecido, fue la concreción de lo ya presagiado a priori.
Dos medallas; una de plata y otra de bronce fue el saldo final. Solo 11 atletas (incluyendo a los cuatro integrantes del relevo largo masculino) lograron incluirse en las finales de sus respectivas disciplinas pese a haber concurrido con 47 atletas (de los cuales tocaron pista 46; la excepción fue la novel Sahily Diago suplente del 4×400(f )).
El resumen estadístico de Alfredo Sánchez Barrios muestra a la pertiguista Yarisley Silva, ganadora del subtítulo olímpico, como la más activa y estable en el año que está por concluir. La pinareña tomó parte en 15 competiciones durante su temporada al aire libre y en 14 de ellas se encaramó en el podio, a razón de 7 primeros lugares, 6 segundos y 1 tercero (7-6-1).
“Casualmente” los atletas que mejor condición mostraron a la sombra del Big Ben coincidieron –casi totalmente- con los que rindieron las actuaciones más destacadas durante la gira de verano de este año. Una prueba más de que los números y la temporada son baluarte a la hora de pensar en posibles resultados de cara a un evento; los “milagros” en el deporte –como en la vida-, hace rato que dejaron de ser frecuentes.
Internacionalmente, el otro que mayor “vuelo” tuvo fue Lázaro Borges; discreto y tristemente célebre en la pértiga. El capitalino asistió a 14 reuniones, aunque a diferencia de su coequipera, solo concretó 5 podios (3-2-0). Sin embargo, sobre su garrocha descansaba otra de las opciones de Cuba para anotarse a finales. Mas, el fatídico episodio del implemento quebrado en la fase preliminar de los Juegos Olímpicos no permitió que se revelaran las verdaderas potencialidades de quien pudo haber sido el primer cubano en incluirse en esta instancia.
Detrás de la avanzada donde militan los pertiguistas caminaron dos ilustres de los “lanzamientos”: Yarelis Barrios y Yipsi Moreno. Su actuación bajo los cinco aros debe reconocerse sobre todo porque que dirimieron en dos de las especialidades que mayor concursantes de primer nivel y por ende, rivalidad, exhiben en el panorama competitivo contemporáneo. Barrios, cuarta en el disco (66.38m), acumuló un total de 7 lugares (3-2-2) en el podio en las 11 competiciones en las que tomó parte. Yipsi Moreno, en tanto, fue sexta (74.60m) en “los olímpicos” y sumó 8 metales (3-4-1) en sus 10 presentaciones de la temporada.
En la pista sobresalió Omar Cisneros, dueño de un año competitivo aceptable con un noveno puesto olímpico incluido. El especialista de los 400 mcV corrió en pistas de Europa, América y hasta África para completar un total de 14 eventos; 10 de los cuales le reportaron medallas. Contendió tanto en 400 lisos como las vallas con balance de 4 oros-1 plata y 3-2-0, respectivamente.
Las distancias obstaculizadas fueron las de mejores resultados en la pista. Mención especial merece Orlando Ortega y su sexto lugar olímpico en los 110mcV. Su actuación se combina con el título mundial juvenil de Yordan O´Farrill en la propia distancia para validar el trabajo del colectivo técnico dedicado a esta especialidad. Una muestra indiscutible del tema “relevo generacional” sobre el que tanto énfasis se hace.
La estrella del evento, Dayron Robles, tuvo un 2012 pálido. Agobiado por las constantes lesiones, el guantanamero no pudo completar la final olímpica y abandonó la pista por molestias después de haber corrido la semifinal en 13.10s, la mejor marca del año para él. Días más tarde en Bruselas, el norteamericano Arries Merrit (ganador de todo en 2012: campeón olímpico y mundial y merecedor del Diamante) detuvo los relojes en 12.80s para arrebatarle la condición de “recordista mundial” que desde 2008 pertenecía a Robles con 12.87s. Dayron completó 3 competencias en 2012, y guarda la victoria de Baie Mahault (Guadalupe 1 de mayo) como la única medalla que consiguió en la temporada.
Así, marcado por las tonalidades grises, fue el camino del atletismo cubano. Nombres como el de Guillermo Martínez, Carlos Veliz y Yargeris Savigne se anotaron en la lista de los de más discreto rendimiento.
Por cierto, que el triple salto es una disciplina que viene lanzando repetidas señales de S.O.S. Lo “mejor” por Cuba fue Alexis Copello que terminó octavo en Londres (16.92) además de haber competido seis veces con 3 primeros lugares en el podio como saldo. Yargelis Savigne, otrora figura a derrotar, a duras penas alcanzó la novena posición en la lid británica y cerró su 2012 sin medallas. Estas son actuaciones que para nada representan motivo alguno de felicidad. El primero se quedó en deuda con los 17 metros y la Savigne, sumó otro capítulo a la increíble historia de descalabros en el nivel mundial que ha patentado en los últimos dos años. Los restantes cuatro cubanos que contendieron apenas alcanzaron a dejar su huella en la arena londinense; sus concursos quedan para el olvido, y aunque en el caso de las féminas, su juventud pudiera considerarse como un factor de peso, queda a la saga del hecho de haber quedado a kilómetros de sus posibilidades reales.
Pasa que se ha vuelto cotidiano que los atletas de nuestro país no lleguen en su mejor forma al evento que se supone, sea el principal de la temporada. Así, el resto la tropa antillana no dejó mucha impronta para reseñar. Y cabe llamar la atención sobre la cantidad de representantes que llevamos a Londres. El fogueo al máximo nivel muchas veces hace la diferencia en el rendimiento de un atleta pero, ¿cuántos de ellos tenían opciones reales y cuántos eran los que verdaderamente necesitaban probarse en el primer nivel?
Entiendo, justifico y hasta aplaudo la decisión de acudir con atletas jóvenes como Ariannis Vichy (67.48 en el martillo), Yaimé Pérez (57.87 en el disco), Denia Caballero (58.78m en el disco) o Rose Mary Almanza (800m), por mencionar algunos ejemplos; dada su inexperiencia pero, casos como el de las jabalinistas y otros tantos que ya van por más de dos ciclos olímpicos sin resultados de categoría debieron analizarse antes de proceder con su inscripción.
Es cierto que podemos salir ahí fuera y golpearnos en el pecho por el mérito de haber clasificado a más de cuatro decenas de atletas; un tremendo logro para un país con el tamaño, la población y los recursos del nuestro, pero hay veces (y esta es una de esas veces) que la calidad también debe ser un criterio decisorio.
Sin dudas, las nubes grises que nos cobijaron el Londres y el resultado de Cuba en el campo y pista de los últimos tiempos se vuelven prueba suficiente para llamarnos a capítulo. Algo anda mal y no son únicamente los atletas. Detrás del pobre rendimiento (10 marcas personales logradas, muchas de ellas en eventos que no constituyen la principal especialidad del principal del atleta) hay problemas de planificación, un sistema de entrenamientos que no es óptimo y hasta falta de motivación. Se impone revolucionar y buscar los métodos más idóneos; no es menos cierto el hecho de que no contamos con las mismas posibilidades que la mayoría de los países con los que contendemos pero siempre como cubanos sabemos que siempre se puede buscar una manera y dejar un sendero para que todo pueda salir un poco/mucho mejor…Los dogmas nunca fueron sinónimo de desarrollo y Sotomayor, Ana Fidelia, Ivan Pedroso, Osleydis Menéndez y el propio Alberto Juantorena eran extraclases de esos que solo necesitaban de un “barniz” para salir y reventar las pistas y dejar en “entredicho” a los métodos más sofisticados puestos al servicio del deporte. Pero sucedió, en buena medida, porque estaban destinados a ello. Ahora lo que toca es buscar y sacar a flote lo mejor del talento que tienen nuestros deportistas. Ahí queda el reto, un reto inmediato porque del conteo regresivo de cara a Río 2016 ya han transcurrido más de 40 días con sus noches.
Estimada Lilian coincido contigo en todos los puntos que manejas en el artículo, pero creo que falta algo, y es la concentración de nuestros atletas, la mayoría de los chicos en lo último que están pensando es en la competencia y los entrenamientos, generalmente están mas pendientes de quien canta en el Capri, en la Macumba, en la última canción de Los Desiguales, Los Salvajes y Yakarta, además de lucir sus lujosas cadenas y vender los sabrosos tabacos de nuestra adorada isla caribeña…… la desconcentración es tal que algunos le preguntas sus mejores marcas en años anteriores y no lo saben, le preguntas por ejemplo a uno de triple su mejor marca con 7 pasos y no se acuerda, a esos súmale que los entrenadores están en el mismo plan…… agrégale ahora que le deben a la mayoría dinero de la gira desde el 2010, como comprenderás la motivación se va al piso porque esos chicos viven casi todos en condiciones infrahumanas en el estadio panamericano, Sin Agua!!!! ellos mismo tienen que comprar pipas para poder tener agua y cuando finalmente viene el agua no pueden dormir por las filtraciones y llaves rotas, he visto recientemente unas fotos de facebook donde algunos están en una habitación y parece una barraca de los esclavos del siglo XVIIII, sucias, pestilentes y hasta con falta de pintura. es imposible rendir con todas esas dificultades.
Hola Lilian,
estoy totalmente de acuerdo con tu exposición en el artículo. Yo creo que los problemas no son solo de implementos y condiciones, sino también de motivación y hasta de acomodamiento y falta de orgullo. No apruebo el hecho de participar en unos Juegos Olímpicos solo por participar, aunque se diga que hay que haber estado por lo menos en alguno durante la vida deportiva en activo. Me parece que ahí radica la diferencia entre un atleta extraclase y un atleta del montón. El primero quiere ganar, al segundo le da igual.
Pero el problema se agrava porque parece que como dice Ramón, los entrenadores bailan al mismo son y me imagino que los funcionarios no se quedarán fuera..
Supongo que hay una política deportiva errática. Ya no vivimos en los 80 cuando un atleta consideraba un honor el mero hecho de representar a Cuba. En el nuevo siglo han cambiado muchas cosas. Muchos atletas de otros países que compiten con éxito reciben altas remuneraciones. Parece ser que el atleta cubano gane o no gane no recibe nada o no recibe lo suficiente para sentirse motivado a esforzarse a mejorar su marca personal.
Por un lado, el cubano sea deportista o no, es amigo de la diversión y de las fiestas. Esta sería quizás una posibilidad: educar a los atletas en el sentido de sensibilizarlos a que se diviertan, pero no desmesuradamente durante los años con mejores posibilidades de rendimiento, porque divertirse pueden toda la vida después de retirarse, mas ser deportista del más alto nivel es posible solo un par de años.
Por otro lado contra esa teoría de que por divertirse olvidan el entrenamiento se podría alegar que ese tipo de comentarios de diversión sin límites han existido por ejemplo sobre Javier Sotomayor y Magalys Carvajal y ambos durante su vida deportiva han estado entre los mejores del mundo. Quién sabe, a lo mejor hubiesen sido aún mejores sin esos excesos, o ¿es que los excesos de deportistas de antes no han sido tan extraordinarios comparados con los de los atletas actuales?
Creo que es deber de la política deportiva crear las condiciones para mejorar en todos los sentidos. Seguramente existen los mismos problemas en otros países, con deportistas que asisten a las Olimpiadas o un Mundial en calidad de turistas, pero bueno, si son países ricos o con mejores condiciones para los activos, el malgasto no trasciende tanto como en el caso de Cuba, donde todo se justifica con la falta de medios financieros, aunque la verdad es que son pocos, sí, de eso no hay duda alguna, pero lo peor es que son mal empleados.
Para mi, si hay pocos medios durante todo el año para adquirir implementos ¿por qué asistir a los JJ.OO. con un equpo lleno de gente sin la menor posibilidad de clasificar a la final? ¿Por qué mejor no emplear preferentemente esos medios para mejorar las condiciones de vida, de entrenamiento o para adquirir implementos?
Si de atletas jóvenes se trata, estoy plenamente de acuerdo o de aquellos en disciplinas de combate, de tiro o saltos ornamentales, pero no en atletismo o natación con marcas que aparentemente están falsificadas o se lograron más por suerte que como resultado de una buena preparación. Esa pudiera ser la explicación de las marcas tipo rascacielos en casa y en la competencia a nivel subterráneo.
Saludos
En el top de temporada del salto triple mundial se erige, nuevamente, Catherine Ibarguen Mena. Por segundo año consecutivo la colombiana anda a la cabeza de la lista mundial; ya en 2011 había compartido los honores con la cubana Yargelis Savigne (ambas con 14.99m). Esa fue la primera vez que un atleta colombiano conquistaba la cumbre mundial de modalidad atlética alguna.
Roberto y Lilian, aunque esta última no ha respondido a los comentarios jajajajaja les cuento que los atletas de antes eran tan fiesteros como los de ahora pero en los dos casos que menciona Roberto y la sumo 2 mas Anier García e Ivan Pedroso pero sentía orgullo patrio y lo que mas les importaba era ganar por encima de todo, te dejo una anécdota año 1993 mundial Stuttgart (Alemania) varios atletas cubanos jugaban dominó en el estadio panamericano, llegó una persona y dijo a los 4 que jugaban que estaban en el equipo del mundial, uno se rió, otro se puso muy contento pero sin expresar palabras y uno dijo ya estoy en el faster se puede acabar el mundo y el último dijo no es suficiente con ir que se acabe el mundo cuando yo tenga mi corbata puesta tenía solo 21 años Ivan Lazaro Pedroso Soler……. sin comentarios los demás atletas del montón…… última anécdota año 1994 santiago de cuba, base nacional de atletismo después de los entrenamientos los jóvenes atletas se dedicaban a competir en pruebas no afines o no oficiales, dígase salto largo sin carrera de impulso, bala de frente, bala de espaldas, jabalina de final, clavadas en un aro de baloncesto y un jabao flacuchento perdía en todo, este tuvo la feliz idea de proponer una competencia de escupidas porque el tenía que ganar en algo…. tampoco ganaba y sin que los otros se dieran cuenta se corrió unos centímetros adelante y gano en un intento extra…. 6 años mas adelante fue flamante campeón olímpico de 110 metros con vallas Anier Octavio García Ortíz……. los de ahora están en otra nota, en la moda, en la bobera y en la sonsera y ese espíritu lo tienen muy pocos porque hasta Dayron se me cayó con su pendejeria olimpica……. Dejo para otro comentario lo de las marcas fantasmas…… pero corre el dinerito ahí entre la gente del cronómetro y algunos jueces para que la gente haga marcas en las confrontaciones y puedan ir a la gira……… y otra nueva, alguna que otra ha vendido su medalla olímpica…….
Hola a todos, quiero dar mi opinión al respecto, pues a raíz de los juegos no tuve la oportunidad de hacerlo. Me llamó muchísimo la atención que siempre nos estemos quejando de falta de recursos para poder entrenar, sin embargo seamos capaces de llevar un equipo formado por ¡47! atletas gastando en avituallamiento, pasaje, estancia, etc y donde la mayoría de ellos se sabía de antemano que no iba a pasar a finales, pues sus resultados y actuaciones históricas así lo hacían prever, coincido con Lilian cuando se refiere a llevar algunas figuras jóvenes, pero “ojo” con quien se lleva, pues considero que no es llevar por llevar, para foguear y demostrar cualidades hay otros eventos. Es de destacar que en año olímpico no se haya impuesto record nacional alguno, demostrando la decadencia de la forma de entrenamiento de los atletas por una u otra causa. Yendo directo al grano para que llevaron a Londres a las jabalinistas, a las balistas, a las saltadoras de triple y aún más a la de alto, a todas las “corredoras” de un relevo mal trecho, pues con sus marcas personales, por más acople que tengan, no tenían para meterse en finales. Entre los hombres sobraban el balista, el martillista, los triplistas (que se sabía que iban de paseo), el saltador de altura que no encuentra el camino de la recuperación y los años pasan, los integrantes de un relevo, donde pasan a finales y ponen a correr a un hombre “lesionado”, habiendo llevado un suplente. Con todo lo invertido en el viaje de todos estos “turistas” se hubiese podido resolver algo de las condiciones de entrenamiento en cuanto a implementos y forma de vida. En artículo anterior se refiere a que una pértiga cuesta 784 dólares adquirirla por terceros países y ¿cuánto costó la estancia en base de entrenamiento en España, incluyendo pasajes de un solo atleta de esos que tan mala actuación tuvo en la Olimpiada y que la comisión nacional y la dirección técnica de este deporte debía saber con anterioridad?. Pienso que la dirección del deporte cubano desde las altas esferas debe replantearse objetivamente su forma de actuar para el futuro de esta disciplina y que en Rio de Janeiro muestre una cara un poco más lúcida.
Comisión nacional?, dirección técnica??? eso existe en el atletismo cubano de la actualidad? lo que existe es un grupo terrorista que todo el que no sea del clan o incomode le dan una misión a México o otros países y listo me lo quite de arriba??? alguno de ustedes leyo un artículo del Dr Ariel Muñiz http://www.efdeportes.com/efd105/malformacion-de-talentos-velocistas-en-el-proceso-plurianual-del-atletismo.htm
esto es aplicable a todo el atletismo cubano, donde prima mas la historia que el conocimiento científico.
Hola Ramón,
Ante todo muchísmas gracias por el enlace sobre la malformación de talentos.
Y es que es sumamente interesante leer que las sospechas que uno tiene no son en nada descabelladas, sino dura y amarga realidad. Es evidente que los entrenadores tratan de salvar su pellejo y que al fin no les importa mucho lo que venga después, sino posiblemente el supuesto escalafón para elevar su remuneración. Probablemente sería más eficaz aplicar un sistema de incentivos para los entrenadores para lo cual no bastaría con presentar una vez en su vida a un atleta extraclase, sino que deberían exigirse constantes muestras de su buen trabajo. De esta manera se acabaría el acomodamiento y si el atleta y el entrenador se entienden bien como para ser compinches para la fiesta, o ignorar las deficiencias del otro, pues la buena relación podría funcionar en el trabajo y dar mejores resultados.
En el deporte lo mismo que en otras esferas en Cuba se vive el refrán de «Cría fama y acuéstate a dormir». Eso explica que a los JJ.OO. hayan ido atletas de determinada edad con cero posibilidades de mejorar sus marcas y mucho menos de entrar en una final. Y es que muchos de ellos no tienen marcas que valgan la pena a nivel mundial, pero si los dejaban en Cuba, ¿a qué iban los entrenadores? y si iba una comitiva de atletas reducida, no iban a necesitar casi funcionarios. Qué problema entonces, ¿cómo justificar los viajes «necesarios» de los últimos? y entre los entrenadores hay varios con historial de éxitos, como una especie de premio al esfuerzo y al buen trabajo realizado hace muchos años, no querían bajarlos del avión.
Pero en mi opinión, ya que aparentemente se rigen por refranes para decidir la filosofía a aplicar, deberían saber que hay un refrán que dice «A camarón que se duerme, se lo lleva la corriente».
De nada sirve vanagloriarse de haber tenido a Leonard, Sotomayor, Quirot, Pedroso y muchísimos más, si no se hace todo lo posible y necesario para repetir esos éxitos y volver a tener atletas del mismo calibre.
Una de las cosas sobre la que se debería reflexionar sería la celebracióna por mantener el segundo lugar en los Juegos Panamericanos, solo por detrás de los EE.UU., gracias a que un porcentaje bastante alto de los atletas de élite del continente no participan en los mismos. Claro se podría alegar, que solo puede ganar el que participa, pero de qué nos vale decir que Savigne es segunda de los Panamericanos o Copello campeón, pero en el Mundial y en los JJ.OO. ni siquiera lograr entrar en la final.
Otro ejemplo, si en los 400m c/v a los Panamericanos de Guadalajara hubiesen asisitido solamente tres atletas más del Caribe, (Félix Sánchez, Javier Culson y Jehue Gordon) Omar Cisneros (al que admiro mucho) se hubiese quedado sin medalla. En los JJ.OO. sí luchó y se podría admitir que tuvo algo de mala suerte en el sorteo de las semifinales, pero de haber igualado su marca personal de Guadalajara hubiese entrado en la final, y el año pasado se vio claramente que la fecha tope para el atleta fueron los Panamericanos y no el Mundial. Me parece raro, que el colectivo técnico del atleta prefiera que Cisneros gane la medalla de oro de unos Panamericanos gracias a la ausencia de los atletas de élite de la región a que haga un buen papel en el Mundial. Esa politica me parece setentista u ochentista, para nada acorde con los nuevos tiempos.
Hace varios años escuché un comentario de algún periodista extranjero en el que el autor se extrañaba o yo diría que se burlaba de la «priorización» dentro del deporte cubano. En la anécdota se refería a un encuentro con el gran Juantorena, el llamado «el caballo» durante su tiempo como atleta, pero evidentemente en la actualidad más ocupado con otros temas.
Según lo observado por el periodista extranjero, al mencionado ídolo de las pistas, le pareció más de interés para el mundo presentarles a su flamante acompañante, ostensiblemente mucho más joven que él, supongo que para destacar sus dotes de supergalán o superhombre fuera de las pistas, por ser capaz de conquistar a una chica de menor edad y además muy atractiva. Al deporte cubano, dice el autor que Juantorena se refirió muy poco o casi nada.
Dado que el autor no ganaba nada con poner en evidencia al gran Juantorena y la anécdota surgió de repente, y no dentro de una discusión acalorada como prueba de algo que se quería demostrar, la considero real. Es más el periodista la contó de manera jocosa, como que no tenía mucho valor, en sí como una anécdota más de un famoso.
Si la situación del deporte cubano anda tan mal, y uno oye eso, pues no cuesta ningún esfuerzo darse cuenta de la realidad del por qué de lo que está pasando en el deporte en Cuba. No solo los atletas están para lo suyo, hasta un funcionario, del que yo pensaba que no tendría motivo alguno para trabajar mal, o con desinterés, parece que es desgraciadamente así .
¿Que se va a esperar de otros que tienen peores posibilidades de viajar y de arreglarse su vida?
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