Por Team Hornilla
A pesar de estar en días de Juegos Olímpicos no nos hemos olvidado del béisbol. Las Tunas se consagró campeón por tercera vez en su historia de forma muy convincente. Casualmente sus coronas las ha conquistado frente a tres equipos históricos (Villa Clara, Industriales y Pinar), es el primero que consigue en sus predios y no ha rebasado un quinto juego.
Dos cartas de triunfo y un as bajo la manga
Desde el inicio de la postemporada los análisis apuntaban al cuerpo de abridores de Las Tunas como su principal debilidad y tal vez la única. Sin embargo, el desempeño de Eliander Bravo y del novato Yadier Zamora resultó decisivo para el título de los leñadores. En el caso de Bravo, primer lanzador de la rotación, lograría sumar durante los playoffs más salidas de calidad (3) que durante toda la etapa regular. El zurdo que venía de trabajar para un promedio de limpias de 4.48 lo hizo para 3.48 durante los playoffs ¿Qué cambió? Si bien sus números de ponches y boletos no mostraron mejoría, sí logró disminuir la efectividad de las conexiones de sus rivales, El promedio de bateo de las bolas puestas en jugo (BABIP) pasó de .318 a .277.
La otra carta de éxito para Pantoja resultó ser el novato Yadier Zamora. A sus 19 años y luego de una excelente etapa regular (3.05 PCL – 1.51 WHIP – 44.1 IP – 4 JG) estaba por ver si podría dominar de igual modo en los playoffs. No defraudó. El punto cardinal estuvo en su control logrando más ponches (20) que en toda la fase clasificatoria y otorgando boletos a solo el cinco por ciento de los bateadores que enfrentó. Poco más de la mitad de las conexiones que permitió fueron de rolling y de ellas el 80% fueron outs. No es de extrañar entonces su promedio de carreras limpias de 2.63 y un WHIP de 1.38.
El tercer abridor era el que más dudas generaba en el cuerpo de lanzadores tuneros. No obstante, un recuperado Alejandro Meneses se adueñó del puesto en el último tramo de la instancia decisiva. Sus dos últimas salidas, una en semifinales y otra en la final, acentuaron el regreso de su mejor versión. Meneses concedería un solo boleto en 12.2 capítulos con un promedio de carreras limpias de 3.55 y un WHIP de 1.18.
Reyes del bullpen
Una vez más los relevistas tuneros vuelven a ser claves, tal vez más que su ofensiva, para ser tan implacables en juegos de playoff. Keniel Ferráz, Rodolfo Díaz y Alberto Pablo Civil, además de sumar siete juegos salvados, en la entrada que relevan solo anotó uno de los diez corredores que encontraron en bases. Son también los tres lanzadores con mejores promedios de carreras limpias y WHIP del staff:
Keniel Ferráz (LTU): 13.2 INN – 1.98 PCL – 1.10 WHIP
Rodolfo Díaz (LTU): 28.1 INN – 1.91 PCL – 1.06 WHIP
Alberto P. Civil (LTU): 10.0 INN – 0.00 PCL – 0.80 WHIP
Pantoja y el resto del cuerpo de dirección se han especializado en el uso de su bullpen al punto que ninguno de sus abridores superó las seis entradas de actuación. Con el juego igualado o con ventaja trabajaron siempre con Ferráz o Rodolfo Díaz dejando la última entrada para su cerrador histórico Alberto Pablo Civil.
A ritmo de MVP
Con una ofensiva que logra encontrar héroes en cualquier posición de su lineup se hace difícil destacar a un único bateador. Podríamos quedarnos con el cuadrangular de Jean Baldoquín para definir el último juego de la final o los cuatro juegos consecutivos de Denis Peña conectando jonrón. También habrá que hablar de Viñales como el que más carreras impulsó (14) dentro del equipo o las tres veces que Yudier Rondón remolcó el empate o la ventaja o del líder en carreras anotadas (14) Yunieski Larduet. Habría que platicar del mejor bateador de la final el veterano Yordanis Alarcón con línea ofensiva de .421/.476/.526 (AVE/OBP/SLG) para un OPS de 1.002, del líder en bases robadas (6) Héctor Castillo o de uno de los shortstop más seguros de nuestro béisbol Roberto Baldoquín.
Pero resulta muy difícil no resaltar lo hecho por el máscara Yosvani Alarcón. Luego de una temporada regular donde dejó números que lo acreditaban como uno de los favoritos para ser el jugador más valioso llegó a los playoffs con el mismo ritmo. Logró una racha de 16 juegos conectando de hit sumando un total de 30 igualando así el récord para una postemporada del avileño Yoelvis Fiss. Consiguió también ocho juegos con dos o más indiscutibles y fue líder en extrabases (8).
Más allá de números, marcas individuales y colectivas, los leñadores de Las Tunas vuelven a ser los campeones de la Serie Nacional de Béisbol. Dejan tras su paso una sensación de déjà vu y el augurio de que podría repetirse el próximo año. De momento, la tercera edición de la Liga Élite se antoja como el próximo reto del mejor equipo de Cuba en los últimos cinco años.
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