En la jornada final del atletismo en el Estadio de la Videna, en los 110 con vallas, el barbadense Shane Brathwaite, bronce en Toronto, se tituló ahora, con 13.31, escoltado por el estadounidense Freddie Crittenden, con 13.32, mientras que el brasileño Eduardo dos Santos, con 13.42, era tercero.
En los 800 metros (M), el canadiense Marco Arop, podo con el empuje del dúo boricua, rematando en el sprint final a Wesley Vázquez, para vencer con 1:44.25, mejorando el récord para el evento (1:44.58, Yeimer López, Río de Janeiro 2007), Vázquez fue segundo, con 1:44.48 y Ryan Sánchez, tercero, con 1:45.19; mientras que el jovencito peruano Marco Vilca era quinto, con 1:47.65, marca personal.
En el lanzamiento del martillo (F), las representantes estadounidenses, como era de esperarse, coparon los escalones más altos del podio, con Gwen Berry, primera (74.89) y Brooke Andersen, segunda (71.07), mientras que la titular de Toronto, la venezolana Rosa Rodríguez, era tercera, con 69.48, Zorrilla 59.37
El estadounidense Omar Craddock, el principal favorito, en el salto triple, hizo valer esa condición, venciendo en el duelo al jovencito cubano Jordan Díaz, quien lo había retado con salto de 17.38, respondiendo el norteño con 17.42; mientras que más alejado, el otro cubano, Andy Díaz, lograba bronce, con 16.83 metros.
Como se esperaba, en el salto con pértiga (M), el estadounidense Chris Nilsen, con sus 5.76, se colgó el título al cuello, secundado por el brasileño Augusto Dutra (5.71), segundo y su paisano Clayton Fritsch, tercero con 5.61 metros.
En los 3000 con obstáculos, entre las mujeres, la canadiense Geneviéve Lalonde, destrozó el récord panamericano de la estadounidense Ashley Higginson (9:48.12, Toronto 2015), con crono de 9:41.45 minutos, escoltada por la estadounidense Marisa Howard (9:43.78) y la argentina Belén Casetta (9:44.46). La peruana Rina Cjuro, entró séptima, con 10:08.12, marca personal.
En esta propia especialidad, pero entre los hombres, el brasileño Altobeli Santos, venció en disputada carrera, con tiempo de 8.30.73, el segundo puesto lo obtuvo el colombiano Carlos Sanmartín, con 8:32.24, mientras que el peruano Mario Alfonso Bazán, reverdeciendo laureles, se colgó al cuello, la medalla de bronce, con 8:32.24, su mejor rendimiento en los últimos años.
En el lanzamiento de la jabalina, el granadino Anderson Peters sorprendió a todos con un envío inicial de 87.31, que le valió, título, récord para el evento y marca personal, la plata fue para el trinitario Keshorn Walcott, con 83.55 y el bronce para santaluisano Albert Reynolds, con 82.19 metros. Primera oportunidad, donde los tres medallista de esta prueba, proceden de islas del Caribe.
En el relevo 4×400 (F), las favoritas estadounidenses hicieron valer esta condición para imponerse con un remate final demoledor (3:26.46) para desbancar a Canadá (3:27.01) y Jamaica (3:27.61), Cuba terminó cuarta, con 3:30.89.
Entre los hombres, los colombianos dieron un alegrón al vencer a los favoritos estadounidenses con crono de 3:01.42, apoyados en el excelente remate de Anthony Zambrano; Estados Unidos, con Wilbert London III, fue segundo (3:01.72) y Trinidad y Tobago, tercero con 3:02.25, mientras que Cuba fue quinto con 3:05.87 minutos.
Para mañana, jornada de clausura de los XVIII Juegos Panamericanos, están programadas las pruebas de marcha deportiva, 50 kilómetros, en ambos sexos, las que se realizarán en un circuito por las calles limeñas.
Bueno por lo menos dos medallas en el triple. Desgraciadamente nuestro mejor exponente, uno de los mejores actualmente en el mundo, nos abandonó a causa de diferencias y falsas decisiones que no deberion ser. Pero no esperaba de un chico de 18 años por mucho talento que tenga que se enfrentase a un atleta más curtido. Para eso tendría que estar el más joven en lo referente a las marcas muy por encima del atleta experimentado y este no es el caso.
De Jordan Díaz se dice que está a un cm del record mundial junior, pero esa marca no aparece en ningún libro. O los funcionarios de Cuba responsables de esos asuntos olvidaron hacer los trámites pertinentes o la marca no se homologó por algun error de no cumplimiento de alguna premisa. Desgraciadamente la prensa lo informó, pero nadie más se hizo eco de la situación. Al parecer todos estaban enfrascados en estudiar el lema «Vamos por más» para estar en condiciones de repetirlo con énfasis y así asegurarse el viaje, todo lo demás que pudo haber pasado, quedó como algo a lo que no había que prestarle mucha importancia.