Por Eduardo Grenier / JR
Cuando la semana pasada destrozó su récord personal y de paso situó su nombre en la cabecera de la lista de los mejores tiempos de la temporada, Rose Mary Almanza lanzó un mensaje nítido a todas las contrincantes de la especialidad: en Tokio buscará de una vez la ansiada medalla en un torneo de envergadura y para ello llegará en el mejor momento de su carrera.
La progresión vista en los últimos meses no solo ratifica semejante propósito, sino que le hincha de confianza de cara a un reto harto complejo. Si bien ha sido la camagüeyana una atleta estable durante los años que lleva corriendo la doble vuelta al óvalo, los resultados muestran una evidencia irrefutable: casi nunca ha conseguido competir en óptimas condiciones en certámenes de máxima exigencia.
Esta vez le avala ese 1:56.42 minutos estampado la semana pasada en la pista del Estadio Altamira, en territorio español, una cota impresionante y, sobre todo, ilusionante por tratarse de un momento de la temporada que prácticamente roza con el inicio de la cita bajo los cinco aros. Baste decir que dicho registro le ubica como la tercera mejor cubana de la historia en dicha prueba, solo por detrás de la gran Ana Fidelia Quirot (1:54.44) y de Zulia Catalayud (1:56.09).
De esa manera despedazó el 1:57.70 del que era dueña, un hecho doblemente relevante por tratase de una carrera donde apenas encontró resistencia por parte de sus oponentes, lo cual quizá la hubiera empujado un poco más en la guerra contra el reloj. De hecho, su compatriota Sahily Diago, que buscaba el cupo rumbo a Tokio, quedó por detrás con un distante 2:01.08.
A propósito de la espectacular carrera de Almanza, sorprenden sobremanera las declaraciones concedidas por su entrenador a Radio Habana Cuba minutos después, donde aseguraba que, en su criterio, no existen en el mundo ahora mismo tres mujeres superiores a Rose Mary en la doble vuelta al óvalo y que esta teoría le sitúa como seria candidata al podio olímpico.
Y pese a llegar de bien cerca el vaticinio, las palabras de Francisco Ayala son certeras, pues ubicarse entre las 50 mejores de la historia a un mes del inicio de los Juegos no puede calificarse como algo fortuito o de poca relevancia, menos cuando a inicios de junio había conseguido en Guatemala su mejor crono de 2021 hasta ese entonces, con 1:59.57.
Estos resultados muestran una línea ascendente que, de mantenerse, le llevarían a Japón en el pico máximo de su rendimiento, algo que por muchos años se le ha criticado a las principales figuras del atletismo en el patio y que, por fortuna, ha sido un punto importante en la agenda de la Comisión Nacional de Atletismo, encabezada por Yipsi Moreno.
Tampoco sería oportuno ahora dar por sentado un posible éxito a la sombra de los cinco aros, ni infligir presión en la atleta próxima a cumplir 30 años. Los tiempos previos apenas representan una pincelada, mas a la hora de la verdad el escenario dicta también sus reglas. Será entonces cuando Almanza tendrá una nueva oportunidad para tocar la gloria.
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