Cuba ha tenido grandes luminarias en el campo y pista. En el Coloso de Habana del Este siempre tienes la posibilidad de encontrar a esos héroes anónimos. Arquitectos, en buena parte de los casos, de grandes generaciones de atletas.

Justo Navarro es precisamente uno de esos héroes que a pesar de estar lejos de su tierra busca reencontrarse con ese pasado glorioso que lo ha llevado a ser unos de los entrenadores cubanos más laureados.

Su sabiduría lo ha ubicado nuevamente dentro del contexto internacional del lanzamiento de la bala. Desde hace una década se desempeña como entrenador del reconocido balista carioca Darlan Romani.

Para el avezado entrenador cubano la actual situación de los lanzamientos en Cuba es unos de los temas más preocupantes y que se debe rescatar los resultados que llevaron a reconocer a entrenadores y pupilos como unos de los mejores del mundo.

Casi media hora bastó para conocer de primera mano sus opiniones sobre el panorama internacional y sus principales metas para la próxima temporada.

Primeramente, comentemos sobre esta etapa exitosa por tierras brasileñas y cuánto dista el sistema de trabajo puesto en práctica en una y otra nación

El sistema de trabajo sigue siendo el mismo. Lo más difícil en Brasil ha sido cambiarles la mentalidad a los atletas. Los atletas que no son cubanos no tienen la misma disposición que los que yo formé por mucho tiempo acá.

Lo primero que hice para cambiar esa mentalidad fue transmitirles que para lograr resultados había que esforzarse, entrenar duro, diariamente

En mi caso mis alumnos son muy diferentes al resto de los atletas brasileños. Te podría decir que son más cubanos o parecidos a nosotros. Ellos lo dicen a cada rato y no solamente en mi presencia. Estuvieron acá en base de entrenamientos en el año 2015 y en esa estancia pudieron apreciar cómo se entrenaba acá con muy pocos recursos. Vieron a atletas y a entrenadores trabajar y entrenar muy duro, con muy poco. A partir de ese viaje ellos fueron otros atletas y le sirvió de mucho para ser cada día mejores. Gracias a eso es que hoy estamos viendo los resultados.

Su valoración sobre la pasada temporada para sus pupilos.

Los resultados han sido muy buenos. Y no solo lo que se ha hecho este año. Darlan terminó el pasado año el período competitivo con 22 metros, logrado en una sola competencia. Mientras este año ha logrado ser estable con más de 15 lanzamientos por encima de esta marca. No solamente que haya mejorado en 61 centímetros su marca personal a esa edad, y no me refiero a su edad biológica sino por el tiempo de entrenamiento.

Darlan lleva entrenando conmigo una década y en este tiempo de trabajo él siempre ha mejorado su marca personal. Yo lo conocí cuando acaba su etapa juvenil y tenía 17 metros y con el peso para la categoría solo llegaba a los 19 metros, es decir, que no eran marcas de primer nivel para esa edad. Desde mi llegada si notamos un incremento en sus resultados hasta poder llegar a este momento significativo para su carrera deportiva.

En que radica exactamente esa estabilidad de resultados.

Depende de muchos factores, pero en este caso te puedo asegurar que ha sido el sistema de trabajo. Donde el atleta llegue a ser estable y que conjugue la metodología de trabajo con su estabilidad psicológica. Este caso era muy frecuente en los lanzadores cubanos que cuando llegaban a un cierto nivel competitivo lo más difícil de controlar era la parte psicológica, donde se sienta con seguridad y la capacidad de lograr ese resultado en la competencia más importante. Que no pasa así con la parte técnica donde el entrenador juega un papel fundamental.

Darlan cuando estuvo en 2015 ya tenía parámetros para lanzar sobre los 21 metros y asistió a los Panamericanos de Toronto y compitió terriblemente mal, porque todavía le falta la madurez deportiva y eso lleva tiempo.

Justo Navarro actualmente entrena a los balistas brasileños Darlan Romani y Yeisa Caio.

Cuéntenos del mundial. Un nivel bastante alto para la final de la bala masculina. ¿Cómo lo vivió?

El nivel siempre va ser alto en un mundial, pero hay que estar siempre preparado para ese momento. A uno le duele porque no es fácil verte con una medalla y no poder alcanzarla. Si miras atrás en el tiempo me pasó igual con Belsi Laza que estaba en tercera posición y al final la alemana la desplazó al cuarto lugar. Y me pasó también con Misleydis y Cumbá. Esto es así, unas veces se gana y otras se pierde. Ese es el deporte.

Para mí es un grave error que tú digas que un atleta es oro porque eso lo presiona. No puedes decir que este atleta es oro en ningún evento de atletismo. Lo que debes siempre asumir es que el atleta puede lanzar 22.80 metros y con ese resultado tiene posibilidades de alcanzar el metal dorado. Pero con esa misma marca puede ser el último.

¿Tiembla el récord del mundo?

Es cuestión de tiempo que caiga. Yo soy uno de los que va a trabajar para eso. Si lo logro bienvenido, pero ya hay que trabajar para el record. Como está el panorama hay que lanzar para más de 23 metros. No hay de otra.

En que radica esta tradición de los Estados Unidos, sobre todo en el masculino, de estar siempre en la élite del lanzamiento de la bala.

Para ello hay solo una explicación. De todos los eventos del atletismo la impulsión de la bala es el evento de mayor incidencia de la fuerza en el resultado del atleta, prácticamente una relación directa y los americanos siempre han sido muy proclives al entrenamiento de fuerza. Son muy buenos en ello. Es cierto que no tiene una alta incidencia en otras disciplinas del área de lanzamiento, pero ahí radica que siempre han sido muy buenos balistas. Incluso en muchos casos no poseen una técnica depurada, pero son muy fuertes. Debes conocer que ellos hace tres décadas atrás tenían instaurado dentro de su sistema de enseñanza de la educación física el entrenamiento de fuerza. Para ellos la fuerza siempre ha sido un elemento muy importante y en la bala eso tiene una influencia notable. Y ahí radica el secreto.

¿Cómo ha sido reconocido su trabajo con su atleta por parte de las autoridades brasileñas?

Yo soy una persona que no le gusta mucho interactuar con los medios, me siento más cómodo en un perfil más bajo. El año pasado estuvimos invitados por los mejores atletas del año y yo le dije a Darlan que fuera con su esposa. Es una cosa que no me llama la atención. Me gusta más el reconocimiento de la persona, como él mismo me dice constantemente que sin mí no hubiese logrado nada.

Pero te puedo decir que Brasil es un país bastante complicado. Es un país donde el extranjero tiene que imponerse con un esfuerzo mucho mayor y donde tienes que combinar resultado, conocimientos, superación, profesionalidad. Todo pasa porque los brasileños son muy nacionalistas. Y para reconocerte tiene que pasar mucho tiempo. No te puedo decir que soy muy querido allá, lo que pasa que se tiene un resultado. Allá estuvimos 4 cubanos y siempre existió esa parte de su nacionalismo. Lo que pasa que Yeisa en los Juegos Olímpicos de Londres alcanza un sexto lugar y fue la mejor actuación del atletismo brasileño y eso me permitió continuar allí.

Desde su vasta experiencia y poseedor de los principales resultados de la bala cubana ¿cuáles son las causas por la cual Cuba ha cedido terreno en esta especialidad y en el área de lanzamientos en general?

Los lanzamientos a nivel mundial han evolucionado. Creo que todos somos culpables y a la vez no existe un culpable absoluto. Lo que está sucediendo es la conjugación de determinados factores que nadie vio la repercusión de esa mala decisión que se tomó podría atentar contra la evolución de esas disciplinas. Y que iba ser algo muy desastroso como lo estamos viviendo ahora.

Se sacaron atletas sin necesidad de haberlos sacados del equipo nacional. No considero que el éxodo de entrenadores haya sido uno de los factores porque hay actualmente entrenadores aquí que para mí tienen la capacidad, aunque sean jóvenes, pero es algo que sucede y sucedió en su momento.

Pero la selección del talento es la que ha frenado el desarrollo evolutivo de esta especialidad. Si no hacemos una buena captación, sino existe una continuidad en el trabajo y si tienes en cuenta que el lanzador no es un velocista que se forma más rápido, entonces tienes parte de la respuesta del fenómeno. Yo siempre discutía esto cuando era jefe de área que se tuviera en cuenta la madurez deportiva del atleta del área de lanzamiento.

Tenemos el ejemplo más visible en la pupila de Hilda Elisa Ramos y en Maritza Martén que se manejó muchas veces su salida del equipo porque no habían alcanzado resultados importantes.

Si los directivos que asumen consideran que en tres meses hacemos una balista, como puede pasar con un velocista entonces estamos por un mal camino. Porque ese camino solo te llevará a deshacerte del talento sin poder establecer una metodología de trabajo, estoy seguro que se han escapado en los últimos tiempos muchos atletas jóvenes con el talento suficiente para no poder estar en la situación en la que estamos hoy.

Considera usted que se debe entonces dejar trabajar a los entrenadores para ese perfeccionamiento del talento

Claro ahí está una parte de la solución. El cubano no ha cambiado mucho. Sigue teniendo las mismas características y el mismo talento. Antes podíamos darnos el lujo de asistir a unos Juegos Centroamericanos con un equipo B de la selección nacional y ya en estos últimos tiempos no podemos asistir de esta manera porque perdemos. Y esta situación me indigna al ver como un país como Jamaica va a tener casi más resultados que nosotros como área de lanzamiento cuando nosotros fuimos los que les enseñamos a ellos a la selección y perfeccionamiento del talento. El primer entrenador de lanzamiento que tuvo Jamaica se graduó acá en Cuba.

Hoy ya tienen resultados casi similares a los que obtienen ellos en la pista. Con tres o dos figuras por especialidades que son más visibles en el disco y la bala pero que tienen más nivel en las otras disciplinas que nosotros.

Te repito eso me indigna porque muchos países venían acá aprender de nosotros. La pregunta está en que nos pasó, no evolucionamos, nos quedamos atrasados. Como cubano que soy y seré donde quiera que este me duele. Hay que salir a buscar ese talento perdido y te lo reafirmo nadie por muchos conocimientos que tengas y resultados puede hacer nada si no tiene el talento para pulirlo. Y ese ha sido el sistema que siempre hemos implementado en Cuba, tener 20 atletas para saber cuál escoger.