Por Angel Cruz/AS
Ha fallecido Milán Matos (cáncer), un entrenador mítico en el atletismo mundial, que llevó a la cumbre a Iván Pedroso y le convirtió en campeón olímpico y del mundo de salto de longitud. El diario doportivo español AS se puso en contacto con Iván, afincado actualmente en Guadalajara, para saber su reacción. Su muerte ha conmocionado al deporte cubano.
«Era como mi padre. Sabía que estaba enfermo, pero no pensaba que las cosas iban a pasar tan rápido», comenta, apesadumbrado. «Le conozco desde que tenía yo doce años, hasta ahora. Se lo debo todo».
Pedroso le califica de «genio» y de «persona alegre» y no duda en afirmar que «junto a él pasé los mejores años de mi vida». Y añade: «Le debo todos mis títulos».
Y cuando sale a relucir el éxito de Pedroso como entrenador de triplistas (Yulimar Rojas y Ana Peleteiro, oro y bronce en los recientes Campeonatos Mundiales en pista cubierta de Birmingham), lo manifiesta claramente: «También eso se lo debo a él. Ha sido mi maestro».
Un maestro que le llevó al título olímpico en Sydney 2000, a los Mundiales de Gotemburgo 1995, Atenas 1997, Sevilla 1999 y Edmonton 2001. En pista cubierta ganó en Toronto 1993, París 1997, Maebashi 1999 (en durísima competencia con su amigo Yago Lamela) y en Lisboa 2001. También preparó a grandes saltadores como Yargelis Savigne y Mabel Gay.
Su maestro se ha ido. Pero Iván es otro maestro.
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