Por Eddy Luis Nápoles Cardoso

Cuando el 16° Campeonato Mundial de Atletismo va entrando en la segunda mitad, ya ha ido marcando nuevas tendencias en la historia de estos eventos, la primera de ellas, es el descenso de Jamaica en las pruebas que había dominado en las últimas ediciones, los 100 metros planos, ahora reconquistados por los Estados Unidos, con los triunfos de Justin Gatlin y Tori Bowie. Gatlin, que había ganado 12 años antes, destronando al mítico Usain Bolt en su fiesta de despedida.

Otros hitos son marcados por Sudáfrica, sus atletas se han ido apoderando del protagonismo en varias pruebas; ahora Luvo Manyonga conquistó el título en salto de longitud, ya había sido plata en Río de Janeiro, pero en esta oportunidad fue acompañado en el podio por su paisano Ruswahl Samaai, tercero; el fenomenal Wayde van Niekerk, amenaza con conquistar un segundo título, ya ganó el de 400 metros, mientras que Caster Semenya, ya logró bronce en 1500 y es la principal favorita en los 800 metros, también sobresale el velocista Akani Simbine, finalista en los 100 metros.

Entre las naciones latinoamericanas, destaca Venezuela, que de golpe y porrazo, conquistó la primera presea y el primer título en estos eventos, la medalla de bronce de Robeilys Peinado, en salto con pértiga y el oro de Yulimar Rojas, en salto triple. Esto confirma la hegemonía de esta región en esta última especialidad, sumando ahora la plata y los dos títulos anteriores de la colombiana Caterine Ibargüen.

En el lanzamiento del disco, se ha puesto fin a la era de los rompe camisetas, peculiar celebración del alemán Robert Harting y el polaco Piort Malachowski, ahora ha regresado el dominio lituano (Virgilijus Alekna, triunfó en Paris’03 y Helsinki’05), con el título de Andrius Gudzius.

Es palpable el declive de los atletas de Estados Unidos en los 110 con vallas, en Beijing triunfó el ruso Sergey Shubenkov, ahora, como en los olímpicos de Río de Janeiro, lo hace el jamaicano Omar McLeod.

El triunfo de la belga Nafissatou Thiam en el heptathlon, se convierte en el primer título para esa nación en la historia de los Campeonatos Mundiales de Atletismo, en una especialidad que tradicionalmente había sido dominada por atletas de Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Suecia, Rusia, Francia, Ucrania, e incluso, Siria.

En la impulsión de la bala, el neozelandés Tomas Walsh, se impuso a los favoritos estadounidenses, cuyo cuarteto incluía al campeón olímpico y líder de la temporada, Ryan Crouser y al campeón mundial, plata olímpica y segundo del listado anual, Joe Kovacs. El título de Walsh, es el primero que conquista Nueva Zelanda en el sexo masculino, pues Valerie Vili tiene cuatro y Beatrice Faomuina, uno.

Otra exclusiva de Londres, lo marcó en continuo ascenso de Yorgelis Rodríguez en el heptathlon, séptima en Río de Janeiro (6481), cuarta ahora con 6594 puntos, logrando la mejor ubicación de una atleta cubana en esta prueba (Regla María Cárdenas, había sido sexta en Göteborg’95).

Si bien Londres ha marcado el adiós de grandes atletas, también ha confirmado el regreso de otras, como son los casos del estadounidense Justin Gatlin, en los 100 metros y la checa Barbora Spotáková, en la jabalina.

A pesar que aparentemente los 3000 con obstáculos viven su peor crisis en Kenya, no se revelan nuevas estrellas, lesiones, atletas avejentados; el espíritu de grandeza y de no ceder el trono, los hizo sacar fuerzas y vencer una vez más.