Faustino Corrales: El Rey del Game Score en Cuba

Nota Editorial: Compartimos este excelente trabajo que desde Universo Béisbol, que magistralmente lleva el colega Reynaldo Cruz, irrumpió en la red el pasado 17 de Mayo para aportar datos interesantísimos sobre los Game Score.

Por Reynaldo Cruz

Foto: Archivo Granma

El fascinante mundo de las estadísticas —es casi imposible encontrar a un fanático del béisbol a quien no le gusten los números— tiene todos los días cosas que enseñarnos o cosas de las que podemos aprender. Hay una estadística en la que Faustino Corrales tiene el número uno en Cuba, y aunque tiene mucho que ver con los 22 ponches que le propinó al equipo de Holguín el 20 de diciembre de 2000, no es ese el único récord absoluto del zurdo vueltabajero de la endemoniada curva: el Game Score.

Con 105 puntos de Game Score (marcado en baseball-reference.com como GSc) en esa mágica noche, Faustino no solo se ubica en la punta de todos los encuentros en Series Nacionales, sino también que iguala los alcanzados por Kerry Wood, quien marca el más alto de las Grandes Ligas en un juego de nueve entradas con 105.

Como siempre, es solamente necesario leerse dos o tres análisis sabermétricos (sin necesidad alguna casi de ir a SABR.org, el sitio de los estudios y análisis de las grandes ligas, baseball-reference.com o FanGraphs) para darnos cuenta de que aún estamos frente a un mundo desconocido que no abre todas sus puertas ante nosotros, pero que sí abre unas cuantas que nos permitirían conocer mucho mejor el béisbol.

El Game Score no es más que un coeficiente que permite a ciencia cierta saber hasta qué punto un lanzador domina a sus rivales en un partido. No estamos hablando de retirar a los 27 bateadores, ni nada por el estilo, simplemente se trata de saber con exactitud (o casi con exactitud) cuán dominante fue un serpentinero en un partido determinado.

Desgraciadamente, es imposible encontrar las estadísticas o los BoxScores de temporadas pasadas del béisbol cubano. Se ha hablado mucho del interés que se tiene de hacer cambios, pero este elemento (el estadístico), uno de los más atractivos de la pelota, está prácticamente fuera del alcance del cubano corriente (y más alejado aún para aquellos que no viven en Cuba).[i]

Por eso es muy difícil definir, o decidir, o encontrar si ha habido otro GSc más elevado en un desafío de nueve entradas de las Series Nacionales Cubanas.

Para comenzar, debemos explicar cómo funciona el GSc. Primeramente, el lanzador comienza el partido con una puntuación de 50, a lo que agregará un punto por cada out que logre retirar a la ofensiva rival (nueve innings sumarían 27 puntos). Una vez que llegue al cuarto episodio, se le sumará dos puntos por cada entrada que complete, o sea, siete entradas y un tercio solamente le aportan puntos extras por el quinto, el sexto y el séptimo. Luego, se le agrega un punto por cada ponche propinado (no importa si se logra o no el out). Las sustracciones son dos puntos por cada hit permitido, cuatro puntos por cada carrera limpia permitida, y dos por las sucias, y se le resta dos puntos por los boletos.

Al igual que en el muy ponderado WHIP (boletos+hits entre entradas lanzadas), los sabermétricos (en este caso el zar Bill James) decidieron pasar por alto a los pelotazos (desconocemos las razones, pero puede que se deba al hecho de que algunos beanballs no son  causa del descontrol), así que esto es algo que también podría ajustarse.

El más elevado Game Score de las Grandes Ligas (para un partido de nueve entradas, claro está) es el ya mencionado de 105, logrado el 6 de mayo de 1998 por el lanzador Kerry Wood, de los Cachorros de Chicago, cuando dejó en un imparable a los Astros de Houston, al tiempo que ponchaba a 20 bateadores para un GSc total de 105 (50+27+10+20-2). En juegos que se han extendido más allá del noveno episodio se han logrado scores muy elevados, como el caso de Harvey Haddix de los Piratas de Pittsburgh, cuando marcó 107 al llevar un juego perfecto hasta el inning 13, pero terminó perdiendo el encuentro. José Antonio Huelga llevó un choque de Serie de Estrellas en 1968 a 20 entradas contra Occidentales (y terminó sin decisión) y alcanzó un GSc de 112.

En Cuba destaca el 20 de diciembre de 2000, Faustino Corrales ponchó a 22 rivales en una blanqueada sobre los Sabuesos holguineros, permitió apenas dos imparables, y no transfirió a ningún bateador. Su GSc ascendió a 105, con lo cual es, en mi juico muy particular (desgraciadamente no cuento con otros BoxScores), el más alto que se ha dado en Cuba en un desafío de nueve entradas. Otro que se acercó a los 100 puntos (un poco antes), fue Maels Rodríguez, cuando lanzó un juego perfecto el 22 de diciembre de 1999 ante el equipo de Las Tunas, a quienes propinó nada menos que doce ponches, por lo que su GSc fue un altísimo 99.

En la jornada de ayer en la Serie Nacional (para tomar ejemplos frescos), los abridores fueron en el orden del GSc Ismel Jiménez (SSP: 70), Vladimir García (CAV: 69), Yudiel Rodríguez (IND: 61), Yulieski González (IJV: 60), Disdiel Martínez (PRI: 51), Yasmani Hernández Romero (VCL: 51), Alaín Delá (MTZ: 41), y Norberto González (CFG: 18). Se establece que para que un lanzador haya tenido una salida llamada “de calidad” (quality start) debe tener —según definición de MLB— 50 o más puntos de Game Score.

Por tanto, de los ocho abridores de los encuentros del jueves 16 de mayo en la SNB, seis tuvieron salidas de calidad, o decentes, en tanto Alaín Delá no estuvo tan acertado y Norberto González se acercó a tener un GSc negativo. El más dominante fue sin dudas Ismel Jiménez, quien marcó 70 puntos, algo que no estuvo tan alto, pero que teniendo en cuenta las regulaciones del pitcheo en Cuba, es muy difícil que los lanzadores lleguen a 80 o a 90, a menos que estén lanzando un juego sin hits ni carreras, y que ponchen mucho, para que les permitan superar los lanzamientos relacionados. Pero esto es otro tema.

El GSc más alto que puede conseguirse, de acuerdo con los análisis, si un lanzador retira a los 27 rivales por la vía del ponche y no permite carreras, hits o boletos, es de 114, mientras que en otro escenario, en el que tres hombres entran en circulación en cada entrada por ponches seguidos de wild pitches y passed balls, caso en el que la cifra ascendería a 141.

Curiosamente, Yu Darvish acumula el más elevado GSc en un partido de nueve entradas sin completar al marcar 96 en el juego en que estuvo a punto de retirar a 27 bateadores de los Houston Astros en su primera apertura de la presente temporada de Las Mayores.

Otro caso que llama la atención—aunque no fue en las Grandes Ligas—fue el de Ron Necciai, quien propinó 27 ponches en un juego de nueve entradas el 13 de mayo de 1952, jugando por los Bristol Twins de la Clase D de los Apalaches: ningún lanzador ha logrado esa hazaña en el béisbol profesional, y su Game Score se montó en 113, pues no permitió imparables y regaló un boleto (que le quitó un punto). Otros dos jugadores entraron en circulación, por pelotazo y error, y un passed ball, pues otro jugador había fallado en una rolata, y en la novena entrada, el receptor dejó escapar el tercer strike del out 27 (que habría sido el ponche 26) intencionalmente para que el corredor entrara en circulación y que Necciai lograra ponchar a 27.

Otro caso de partido de nueve entradas en Cuba que podría llegar a alcanzar un alto GSc es el juego en el que Santiago “Changa” Mederos propinó 20 ponches—incluso, podría pasar de 100. Pero sin lugar a dudas, el hecho de que Faustino Corrales haya logrado igualar a Kerry Wood, resulta más que impresionante.

Subrayadas: Algunos Game Scores en Cuba
Negritas: Algunos Game Scores en Estados Unidos
Cursivas: Juegos de la jornada del jueves 16 de mayo en la Serie Nacional

[i] Para poder dar con estas estadísticas fue necesario movilizar a un grupo de personas, entre ellas, Peter C. Bjarkman, Glauber García Lara, Andrés Pascual y William Pérez Villalba, quien finalmente proporcionó el dato.