548453_338298166298562_104610773_n Este es un post personal, de los que marcaron mis inicios en este blog y de los que, pese a ello, hace bastante tiempo no habían tenido espacio.

Sucede que al regreso de mis vacaciones, si, vacaciones, aunque me quedan dudas sobre qué tan bueno es tomárselas pues esos siete días fuera han dejado una estela de cosas por hacer que nos dejan a todos como locos tratando de implementar la imposible misión de de robarle tiempo al tiempo…

En fin, al regreso, marcado por una ida que tuvo justa antesala en Shangai y la segunda parada de la Diamond 2013, en la que, entre otras cosas, Yelena Isinbayeva puso un pie en pista, y ganó y hasta pretendió, como en los viejos tiempos, me encontré con otra noticia que de ser cierta y de concretarse alguna vez en pista, merecerá toda la venia del universo que sigue, ama y pondera al deporte Rey.

Antes les cuento de Shangai , una lid en la que comencé por quedarme “fría” con ese 4.70m para empezar que me recordó a Berlin 2009, y Mónaco 2012 y que me hizo reparar en malos augurios, porque lo último que me imaginé fue el verla venir por esa ruta después de tantos meses alejada y de tantas declaraciones de discreción . Lo confieso, hasta dudé de su pretensión, pero la grandeza de su estirpe mató mis malos pensamientos y superó su debut, con creces, si se quiere. La reina voló sobre los 4.70, a la segunda, como quien siente frío tras haber esperado tanto para comenzar, como quien se devuelve a esos tiempos no tan viejos pero olvidados por los ingratos tras sus últimas actuaciones. Regresó a tono con sus tiempos de gloria, que pueden ser viejos o no, en dependencia de lo que en su posible año final esta diva sea capaz de entregarnos. Los saltó con holgura, yo no la vi, pero dicen quienes pudieron disfrutar del salto y todos los medios además, que voló…Al rato la prensa se volvía a rendir a sus pies, o a su solo pie, porque según ella misma, fue una victoria facturada en un solo pie.

El caso es que compitió lesionada, y de su lesión, se desprende la noticia que encontré a mi regreso. Relatan que lo de Shangai se sucedió en el calentamiento, y que era en el tobillo aunque no parecía grave. Otros hablaban del maldito tendón de Aquiles, ese que mató a Bubka y a otros tantos saltadores de talla mundial, si es así habrá que preocuparse. De momento, se sabe que molestaba lo suficiente como para ahogar sus pretensiones posteriores sobre los 4.85m. Hace un buen rato ya que Yelena no va con éxito sobre los 4.85 al aire libre (desde 2009), y lo peor es que 2013 se proyecta como un año que exige eso y hasta más para pretender algún lugar en podio en el Luzhniki.

Lo próximo nadie sabe a ciencias ciertas cuándo será, ella se llevó sus cuatro puntos gracias a un primer lugar en la Liga y se guardó las especulaciones. Nunca dijo para cuanto estaba, pero su sonrisa delata la buena forma que vive y el hambre y la ambición de victoria que corre por sus venas.

Días más tarde, a través de Eme News trascendió lo que sigue:

YELENA OVER 511 IN TRAINING

VOLGOGRAD (RUS): Coach of pole vault star Yelena Isinbayeva Yevgeniy Trofimov informed All Sport news agency that she will go to rehabilitation clinic in Munich on May 26 to make some consultations and treatments of her injury. «We made medical examinations in Shanghai. Chinese doctors are sure that pain in Yelena’s leg is just recurrence of an old injury which became inflamed after we started to train on usual competitions surface.» Trofimov also betrayed a secret that on April 29 Isinbayeva cleared 5.11 at last indoor training session. World record is 506 cm. «Yelena is ready now like never! She has a big desire to jump, good physical and great mental condition. The only one current problem is the pain in her left leg. If we resolve that problem in the near time I’ll not be worried about the outcome of Moscow Worlds.»

Normal en un universo condicionado por la especulación. Curioso en su caso porque trasciende en palabras de Yevgeniy Trofimov, su coach, el conservador, el que jamás ha gustado de adelantarse para hablar sobre su discípula, y que sin embargo,  por esta vez dio pie a no pocos titulares.

Ella se ha visto disminuida, sin descartar su capacidad para contender por el título de cualquier evento, pero obviamente disminuida porque lo hace desde una posición de “mortal” a la que no estamos acostumbrados, quizás por ello es que el interiorizar que la que de Volgogrado ande por el cielo se torna una tarea un tanto anecdótica.

En los tiempos que corren, quien se ha encargado de ponerle límites al mundo y hasta de desafiar los límites de la historia de esta especialidad ha sido la norteamericana Jennifer Suhr, quien por demás, ha confesado que busca ir a por los 5.06 que desde 2009 rigen en el universo.

Declaraciones que llegaron poco después de que le batiera el 5.01 indoor a Yelena. Suceso que por demás, llegó después de que Yelena y su coach ofrecieran impresiones capaces de dibujar un futuro incierto, marcado por las dudas de si se alistaba o no en el ejército ruso de cara a un mundial que, entre otras cosas, será suyo.

Ahora, con su risa postShangai y con este supuesto 5.11 todo cambió. Es un juego de tronos, una guerra de voluntades, una batalla de caracteres, maña e inteligencia en la que ganará quien más alto logre ir pero en la que debe influir, y mucho, la maestría y la destreza con que sepan manipular su competición.

En esto Yelena es una estrella, Londres es el último testigo de su gracia para sacarse resultados improbables de debajo de sus mangas, pero ella, naturalmente, no estará sola. Por lo mortal de su actual condición, ahora depende de Jenn Suhr y sus empujes hacia el cielo, de Holly Bleasdale y lo que su potencia y juventud le dejen mostrar, de Silke Spiegelburg y la experticia de haber estado desde hace mucho codeándose con la élite, de Fabiana Murer y su doble corona mundial con la gracia de la obra del –a juicio personal – sobrevalorado Vitaly Petrov puesta sobre sus prácticas y de nuestra Yarisley, la princesa de las alturas, a quien le dedicaré muchas de mis siguientes cuartillas.

Así señores anda la situación. Yarisley aun domina el mundo, y va a “graduarse” siendo la reina del ranking mundial de esta temporada, estoy segura. Pero el mundo se revuelve en su lecho de marcas, y las históricas “matronas” amenazan, de momento, con el verbo como arma. El tiempo avanza y Moscú apremia. Es tiempo ya de tomar la pértiga como escudo y saltar, porque solo allí, en la pista, como sabiamente ripostó ante la CNN Isinbayeva en 2008, es donde se dejan los mejores mensajes, los que imponen respeto, los que demuestran lo que se debe demostrar.

Lo de los 5.11 es improbable aunque no imposible. Me queda el consuelo que es una marca que hace un par de meses soñé como cota ganadora de Moscú_; paradójico para su forma actual, aleccionador dada mi confianza brutal para con esta rusa. Cosas de mi locura, de mi pasión y de mi obsesivo gusto por esta especialidad a la que el atletismo mundial, y cubano hoy, tienen mucho que agradecer.

Lo de Moscú será épico, y de la pista y el campo del Luzhniki van a brotar muchas lecciones. Para eso aun faltan unas cuantas jornadas, y pido a dios, en una de las pocas veces que ruego en su nombre, que no asista de lesiones a las estrellas porque Moscú, Moscú va a hacer historia y nosotros, los que vemos , padecemos y disfrutamos, hace tiempo andamos a la espera de un espectáculo como el que la cita moscovita se da el lujo de prometer.

Nos vemos 🙂