por: Noel David Suárez

El 9 de abril de 1958, hace exactamente 64 años, fue inaugurado el estadio de Béisbol Paquito Espinosa, ubicado en el municipio avileño de Morón, perteneciente en aquel entonces a la provincia de Camagüey. Desde ese momento pasó a ser uno de los recintos más importantes del béisbol en Cuba.

Una Breve reseña histórica

En Morón existían varias sedes beisboleras. En las primeras décadas del siglo pasado acogían partidos el Terreno Colón al norte de la ciudad, Los Piratas, en la calle Sergio Antuña, hoy Preuniversitario Nguyen Van Troi y el ubicado frente al Cuartel del Ejército en Calle 8va, que contaba con techo y gradería de guano. Desde 1952 el pequeño estadio de la localidad de Patria asume todo el espectáculo beisbolero de Morón, que contaba con una emisora radial.
Desde 1942 el Doctor Benito Llanes Recino, abogado, historiador, profesor del Instituto de Segunda enseñanza y personalidad relevante de la localidad, integra con otros vecinos una Comisión que gestiona con el entonces Alcalde Municipal Agustín López Morales, la construcción de un estadio para la ya extendida ciudad de Morón, pues a pesar de ser uno de los municipios con más extensión territorial del país, sumamente rico, con seis centrales azucareros y estar vinculado a las principales competencias territoriales, carecía de una instalación digna.

Morón se inserta en el béisbol desde la primera década del siglo XX, fue fundador de la Liga Interprovincial de Amateurs de Cuba y más tarde sede de la Liga Inter centrales azucareros, y mientras que en casi todos los ingenios existían estadios con alguna dignidad, la cabecera municipal carecía de ese tipo de instalación. Esta realidad estimuló nuevamente al Doctor Benito Llanes Recino, quien preside un Patronato popular del que también forman parte personalidades locales, comerciantes y estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza, cuyo propósito es recaudar fondos para la construcción de un estadio para la práctica del béisbol; iniciándose así en los primeros años de la década del 50 la construcción de una instalación que estuviera en correspondencia con el desarrollo beisbolero en Morón.

El diseño de la obra concebida por el arquitecto Manuel Galguera se distingue entre otras instalaciones de su tipo por contar con una placa volada, sin vigas ni soportes que permite una completa visibilidad a los espectadores. La placa, abarcadora de toda la superficie construida, se sostiene por un sistema de tensores colocado en el interior de las columnas delanteras, único de su tipo en el país.

El propietario del equipo Cuba Sugar Kings Roberto “Bobby” Maduro Lima, equipo profesional que llegó a ganar la Pequeña Serie Mundial de 1959 y estuvo a las puertas de jugar como franquicia en las Grandes Ligas, aportó una cabina de transmisión radial, ocho torres para el alumbrado artificial y una pizarra lumínica que fue la primera existente en Cuba y la segunda en Latinoamérica.
Resulta muy interesante el hecho de que después de creado el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación INDER y con la Revolución en marcha, se decide por la administración municipal poner al estadio el nombre emblemático de Doctor Benito Llanes Recino, merecimiento más que justificado por sus grandes esfuerzos en pos del mismo, sin embargo, la modestia y sencillez de este hombre de Morón hace que se oponga totalmente a la decisión gubernamental y propone el nombre de Paquito Espinosa, a la memoria de este querido y recordado mártir de la lucha revolucionaria quien fuera atleta integral, con resultados significativos en varios deportes como: Ciclismo, Baloncesto, Béisbol, Natación y Boxeo.

Su inauguración se produjo el 9 de abril de 1958, cuando la instalación acogió un juego entre dos equipos de la Liga Invernal Cubana, con presencia de público que pudo haber sido mayor de no haberse desarrollado ese mismo día en todo el país La Huelga General Revolucionaria, la cual tuvo una gran efervescencia en Morón con protagonismo de los estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza.

A partir de su apertura la instalación queda al servicio de los Cubans Sugar Kings, organización que instala en Morón una especie de Academia a la que acceden jóvenes talentos de distintas provincias que intentan pasar al profesionalismo deportivo. Como quiera que a la inauguración oficial del estadio no asiste la concurrencia esperada por la causa expuesta, se da como inauguración verdadera la del 14 de junio de 1958, fecha en la cual salen al diamante los equipos Agujas de Miami y Cubans Sugar Kings, en partido correspondiente a la Liga Internacional de la Florida. Días después, para beneplácito de la afición, se enfrentan los equipos Búfalo y Cubans y finalmente se miden aquí Cubanos y canadienses del Montreal.

Con la creación del INDER en el año 1961, el estadio se convierte en centro de la actividad beisbolera de la provincia de Camagüey y forma parte del reducido grupo de tres instalaciones que en toda la isla sirvieron de escenario a la pelota revolucionaria desde el mismo inicio de las series nacionales. En él también se han realizado otros eventos deportivos y culturales de gran relevancia para el territorio.

A 64 años de su estreno como recinto beisbolero el Paquito Espinosa luce como uno de los mejores estadios de municipios en Cuba. Ha sido el único estadio municipal que ha acogido un partido de la presente 61 Serie Nacional de Béisbol, cuando en el pasado mes de marzo se enfrentaron los Elefantes de Cienfuegos y los locales Tigres de Ciego de Ávila, estos últimos envueltos en una grandísima temporada bajo la égida del moronero Campeón Olímpico en Atenas 2004 Yorelvis Charles. Esperemos que en lo que queda de serie acoja otro partido, de seguro se volverá a repletar de aficionados sedientos de béisbol, la historia del estadio lo merece, así como los trabajadores del mismo que no han dejado caer una institución insigne del territorio, y me atrevo a decir más, del béisbol en Cuba.