Por Eddy Luis Nápoles Cardoso
Hoy continuamos con los análisis del desempeño de los atletas cubanos en la competencia fundamental, nos corresponde valorar lo realizado en el año 2015, es decir, durante los Juegos Panamericanos de Toronto y el Campeonato Mundial de Atletismo de Beijing.
El evento continental, en lo referente al atletismo, se celebró entre el 19 y el 26 de julio, mientras que la cita mundial fue, del 22 al 30 de agosto, casi un mes de diferencia, entre uno y otro evento.
Esta valoración se hace un poco más complicada por tratarse de dos eventos del primer nivel para el atletismo cubano, además, el comportamiento de los atletas, mostró mejores resultados en diferentes momentos del ciclo competitivo, antes de los Juegos Panamericanos, durante y después de estos y luego en el Campeonato Mundial.
Comenzamos analizando lo realizado en los Juegos Panamericanos, cita donde el atletismo cubano estuvo representado por 51 competidores en pruebas individuales y los cuatro relevos, sumando 55 posibilidades competitivas, se incluyen los atletas que lo hicieron en dos pruebas, en total se lograron en este evento, 14 mejores marcas del año, para un 25.45% de efectividad.
Es justo mencionar los atletas que lograron esos mejores desempeños; Dulaimi Odelín (100 metros-11.44); Arialis Gandulla (200 metros-23.08); Arletis Thaureaux (1500 metros-4:19.60); Yudisleivy Castillo (5000-15:59.44 y 10000-33:45.76); Yaniuvis López (bala-17.78); Yorgelis Rodríguez (heptathlon-6332); relevo 4×100 (femenino-44.58); Roberto Skyers (200 metros-20.02); Reynier Mena (200 metros-20.32); Andy González (1500 metros-3:49.06); Richer Pérez (maratón-2:17:04); Jhoanis Portilla (110 c/v-13.30) y Lázaro Borges (pértiga-5.40).
Al Campeonato Mundial la representación criolla estuvo conformada por 20 competidores en pruebas individuales y un relevo, es decir, 21 posibilidades competitivas, logrando solo tres mejores desempeños anuales, para un 14.28% de efectividad. Ahora, sumando ambos eventos, las opciones competitivas totalizan 76, mientras que las marcas realizadas, 17, esto nos ofrece un bajo 22.36% de realización del mejor desempeño anual, teniendo en cuenta, que estas fueron las dos principales competencias del atletismo criollo ese año.
Entremos ahora en el meollo del problema, primero, es necesario explicar que un total de 19 atletas y el relevo 4×400 (M), habían participado antes en los Juegos Panamericanos, entonces, vamos a ir desmenuzando ambos eventos, que incluirá, lo realizado previo a Toronto, luego, lo hecho en esa ciudad canadiense, lo logrado posterior a la cita panamericana y lo ejecutado en Beijing.
Una de las tres mejores marcas realizadas en Beijing, estuvo a cargo del 4×400 (M), relevo que llegó a Toronto con previa de 3:03.50, lograda en Nassau, el 2 de mayo, mejorando en la cita canadiense 3.66 segundos (2:59.84), para terminar en la capital china el 29 de agosto con 2:59.80 minutos, mejorando en 3.70 segundo lo realizado en Bahamas.
En el caso de Yarisley Silva (pértiga), se presentó en Toronto con previa de 4.58 (La Habana, 28 de mayo), logrando incrementar 27 centímetros, el 23 de julio en los Juegos Panamericanos (4.85), luego el 2 de agosto (Beckum), salta 4.91, le consideramos como mejor marca iguala, los 4.90 de Beijing, logrados 26 días más tardes. La tercera marca hecha en la capital china carece de trascendencia para este análisis, pues fue su única participación en esa prueba, nos referimos a la maratonista Dailín Belmonte (2:56:18).
Es válido destacar que la competencia fundamental de la jabalinista Yulenmis Aguilar fue el Campeonato Panamericano Juvenil, celebrado en Edmonton, la semana siguiente a los Juegos Panamericanos, donde la atleta granmense logró envío de 63.86 metros, nuevo récord nacional juvenil, Yulenmis había logrado en Toronto, 57.87 metros.
Ahora, veamos los detalles de los incumplimientos más notables; Roberto Janet (martillo), llegó a Toronto con envío previo de 78.02 metros, logrado, el 28 de mayo, en La Habana, decreciendo el 22 de julio, en la cita canadiense, 3.24 metros (74.78), segundo lugar; en Beijing tuvo un escaso incremento de 0.50 metros (75.28), quedando a 2.74 del 78.02 inicial, válido para pasar a la final, pero en la final decreció hasta los 72.50, decimosegundo lugar.
Pedro Pablo Pichardo (triple), logró una marca previa de 18.08, el 28 de mayo en La Habana, ganando el título en Toronto, con salto de 17.54, el 24 de julio, pero al paso de 91 días, el 27 de agosto, en Beijing, vio mermado sus resultados en 0.35 metros, respecto a su mejor salto (18.08).
Yaimé Pérez (disco), con previa de 67.13, del 9 de julio en Lausana, logró en Toronto, el 24 de julio, envío de 64.99 (plata), decreciendo 2.14 metros, pero en Beijing, el 25 de agosto, mermó 1.67 metros, con relación a la marca previa (67.13).
Denia Caballero (disco), había logrado un envío de 70.65 metros, el 22 de junio en Bilbao, luego, 65.39, el 24 de julio en Toronto, medalla de oro, con un lógico decrecimiento de 5.26 metros en una competencia de menor nivel, para al paso de 64 días, solo se alejó 1.37 metros, al lograr 69.28 en Beijing, el 25 de agosto, válidos para la medalla de oro.
Otros atletas que no lograron materializar su mejor rendimiento anual, en ninguna de las dos competencias fueron; el vallista Yordan O’Farrill, con 13.23 (Tomblaine, 1° de julio), 13.36 (Toronto, 24 de julio) y 13.64 (Beijing, 26 de agosto); el decathlonista Yordani García, con 8186 (Götzis, el 31 de mayo), 7919 (Toronto, 23 de julio) y no finalizó en Beijing; Rose Mary Almanza (800 metros), con 1:57.70 (Paris, 4 de julio), 2:01.82 (Toronto, 22 de julio) y 2:00.38 (Beijing, 26 de agosto) y la martillista Yirisleydi Ford, con 72.40 (La Habana, 28 de mayo), 65.73 (Toronto, 21 de julio) y 69.43 (Beijing, 28 de agosto).
Las atletas Lisneidy Veitia (400 metros) y Zurian Hechavarría (400 con vallas), lograron sus mejores rendimientos con posterioridad a los Juegos Panamericanos, en el Campeonato Norte-Centroamericano y del Caribe, celebrado en San José, Costa Rica, del 7 al 9 de agosto; en el caso de Veitia, había logrado en Toronto, 52.44, con 52.11 en San José y 52.25 en Beijing; mientras que Zurian, lograba 56.72 en la cita canadiense y 55.97 en Costa Rica.
En el caso hipotético, de que algunas de estos mejores rendimientos anuales hubieran ocurrido en una de las dos competencias valoradas, Juegos Panamericanos y Campeonato Mundial, las ubicaciones serían; Rose Mary Almanza (1:57.70), primera en ambos eventos; Yaimé Pérez (67.13), oro y bronce; Roberto Janet (78.02), primero y cuarto; Yordan O’Farrill (13.23), cuarto y séptimo; Yirisleydi Ford (72.40), primera y octava. Claro habría que tener en cuenta también, el tránsito por las diferentes fases de la competencia, cuartos de final y semifinal, para unos y ronda clasificatoria, para otros.
Hasta aquí este trabajo donde se valora el logro de la mejor marca del año en la competencia fundamental, relacionado con los Campeonatos Mundiales y los Juegos Panamericanos, en el siguiente, lo haremos sobre lo acontecido en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrado en Veracruz, México, en 2014.
En el cálculo hipotético del disco femenino hay un error y es que Yaimé con 67,13m como mejor marca, no hubiese ganado medalla de oro en los Panamericanos, si se hiciese el mismo cáculo hipotético para Denia que ya había lllegado más lejos. Esta disciplina es muy especial porque en los Panamericanos con o sin mejores marcas lograron el uno-dos y en el mundial Denia a pesar de quedarse más corta que su marca personal, fue suficiente para la medalla de oro.
En el caso del mundial sí se puede especular que Yaimé debió estar en el podio. si se logra el óptimo que es la medalla de oro, nadie pregunta después si fue con mejor marca personal.