Por Eddy Luis Nápoles Cardoso

Hoy continuamos con los análisis sobre la obtención del mejor rendimiento anual en el evento fundamental por los atletas cubanos, tema abordado de manera general en el artículo anterior, pero ahora entraremos en detalles, comenzando por los tres últimos Juegos Olímpicos.

Comenzaré por la cita olímpica de Beijing, China, la competencia fundamental del año 2008, evento, donde finalmente, Cuba logró dos títulos y tres preseas de bronce y digo finalmente, porque luego de los casos de doping, Yipsi Moreno, logró el oro en el martillo; Misleidys González, obtuvo plata en la bala, pero Yarelis Barrios tuvo que ceder la presea de plata en el disco. El atletismo criollo desembarcó en la capital china, con 40 competidores en pruebas individuales y los dos relevos 4×400, es decir, tuvo 42 posibilidades competitivas, logrando solamente ocho mejores marcas anuales, para un anímico 19.05 % de efectividad. Promediando además, 74 días de antelación en el logro del mejor resultado.

Las ocho mejores marcas del año logradas en Beijing fueron, los 8527 puntos, de Leonel Suárez en decathlon; los 19.50 metros de Misleidys González, en la impulsión de la bala; los 17.52 metros, de Arnie David Giralt, en el triple; los 3:23.21 minutos de la posta femenina de 4×400; los 7992 puntos de Yordani García en decathlon; los 45.06 de William Collazo, en 400 metros; los 1:58.78 de Zulia Calatayud, en 800 metros y los 11.40 de Virgen Benavides en 100 metros.

Veamos los ejemplos más notables, recordemos que Leonel, llegó a Beijing con 8451 puntos, logrados en Ratingen, el 22 de junio, incrementando 76 unidades, dos meses más tarde, en la cita olímpica, que lo llevaron a conquistar el metal bronceado; en el caso de Misleidys, su mejor resultado anterior, era 19.43 metros, conseguido el 13 de julio en Alcalá de Henares, mejorando siete centímetros, un mes y tres días después; el triplista Arnie David Giralt, traía una mejor marca de la temporada de 17.50, lograda el 15 de febrero en La Habana, cuota que fue mejorada por dos centímetros, 187 días más tarde y cerramos con el relevo 4×400, posta que había logrado previo a Beijing, 3:27.97 minutos en Cali, mejorando 4.76 segundos, 47 días después. Están aquí cuatro ejemplos de superación en la competencia fundamental.

Es lógico destacar también el caso de Dayron Robles, quien llegó a Beijing como el rey de los 110 metros con vallas, con crono de 12.87 segundos, estampados el 12 de junio en Ostrava y resultó ganador el 21 de agosto en Beijing con 12.93 segundos, decreciendo solo 0.06 centésimas, un rendimiento formidable.

En el lado opuesto están y veamos los casos más relevantes, Yargeris Savigne, quien por esa época saltaba longitud también, pues en Beijing, luego del quinto lugar en triple, tomo parte en longitud, prueba donde traía marca previa de 6.77 metros, lograda el 31 de enero en Linz, Austria, pero en la capital china, apenas logró 6.49, el 19 de agosto, decreciendo 28 centímetros, 200 días después.

La pertiguista Yarisley Silva, en aquel momento, muy joven y con pocas opciones competitivas, llegó con marca personal de 4.50 (8 de febrero), logrando 189 días después en la cita olímpica, apenas 4.15 (16 de agosto), decreciendo 35 centímetros, parámetros que ha logrado revertir en la actualidad.

La discóbola Yania Ferrales, asistió con marca de 65.02 (15 de febrero), logrando 181 posteriores (15 de agosto), apenas 59.87, decreciendo 5.15 metros. Yunaika Crawford, bronce cuatro años antes en el martillo, fue otra de las atletas que se anticipó en el logro del mejor resultado anual, Yunaika tuvo una pésima temporada con apenas 69.73 metros (28 de febrero), pero en Beijing, solo lanzó 66.16 (18 de agosto), cediendo, 3.57 metros, 171 días después.

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