Por René Navarro Arbelo
Fotos: Andy Bermellón Campos y Lilian Cid Escalona
Este jueves 12 de junio, unas horas antes de la inauguración de la Copa Mundial de Fútbol, fui testigo de una situación no observada por este comentarista en la céntrica y populosa calle 23 del Vedado capitalino. Me dicen algunos amigos que hace cuatro años y también antes sucedió lo mismo, pero no con la fuerza de este 2014.
Señores, una interminable caravana de vehículos recorría varias de las principales arterias de La Habana con la bandera de Brasil como estandarte. En otras provincias del occidente del país – según reportes de colaboradores – la afición manifestaba su satisfacción de distintas maneras. Miren ustedes, simpatizantes e ídolos individuales los tienen varios equipos en este mundial, pero realmente la sangre y preferencias de los cubanos apuntan hacia Brasil, Argentina y España. Quizás Alemania, Holanda, Francia, Italia o las hermanas escuadras latinoamericanas de Ecuador, Colombia, México y Costa Rica disfruten igualmente de algunas simpatías, no comparables con toda la gente que desea el mayor éxito de las primeras mencionadas.
Nuestro pueblo es un ferviente admirador de Brasil y aspira a que la formación sede del presente mundial avance hasta la discusión del máximo título.
Sin estar Cuba en esa reunión deportiva planetaria, cuando veo todo el ambiente que se crea alrededor de este acontecimiento, me pregunto si es la sistemática divulgación de la televisión en los últimos años o el atractivo que entraña para nuestros compatriotas seguir el quehacer de los mejores equipos y atletas del más universal de los deportes.
No deseo en ningún momento hacer comparaciones entre preferencias y gustos por actividades deportivas del pueblo cubano, pero bien merece que las instituciones que investigan niveles de teleaudiencia o radio audiencia dediquen algún serio espacio para conocer verdaderos resultados en una gran encuesta.
Este comentarista ya ha experimentado con algunos grupos de edades y trata de perfeccionar un buen cuestionario para esa generación de jóvenes y personas que ya pasan de los 35 años de edad. Amigos míos, el fenómeno fútbol es cada vez más contagioso y toca cada día la sensibilidad de un público más numeroso.
Podremos dedicarle horas y más horas a la propaganda de todos los deportes en nuestros medios de prensa escrita, digital y revistas o sitios especializados; trasmisiones de diferente dimensión en la radio y TV nacionales, sin embargo – a mi manera de ver – el fútbol, por ahora, va por delante en ese apartado que se llama leo, veo o escucho.
Si uno de los favoritos del pueblo cubano es ganador de la actual Copa del Mundo, ya veremos un festín mayor.
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