trifulca-6 Por René Navarro Arbelo / Tomado de su perfil en Facebook

Se acercan los play-offs, etapa decisiva del que es calificado como el mayor espectáculo deportivo dentro del país. Con toda seguridad se van a multiplicar en varios miles los espectadores asistentes a los estadios o aquellos que siguen habitualmente todas las incidencias por nuestra radio o el sistema de televisión. Llega la hora para devorar al día siguiente cada texto que se publique en la prensa plana y digital La influencia de esos poderosos medios es determinante en los estados de opinión sobre estrategias de los directores, arbitraje y todo el ambiente que se crea alrededor de la competencia.

Atendiendo a diversos momentos desagradables, feas situaciones observadas anteriormente y reiteradas incongruencias de la dirección del béisbol nacional, mis amigos comentaristas están llamados a ser cautelosos, críticos al mismo tiempo, pero con atinado fundamento al decir o escribir, y precisar hechos TRASCENDENTES que contribuyan a la seriedad de la fiesta mayor. No se concibe en lo adelante que personas inteligentes sigan insistiendo en que si el envío es más o menos strike y que si la acción en una base pareció out o quieto. Nos corresponde estar bien por arriba de tan elementales signos. Pienso que a los árbitros y directores que avanzan a esta ronda semifinal de cuatro selecciones le debemos mucho, pero mucho respeto, de la misma manera que ellos tienen que asumir con extrema responsabilidad sus funciones antes, después, dentro y fuera de las instalaciones. En los dos primeros aspectos apuntados la impresión que recibimos es de pobreza, ausencia de ética y distancia con los vestidos de negro. Sin desearlo, por ahí comenzamos a desacreditarlos. Quienes pueden discrepar o no estar conformes con determinada decisión son los jugadores afectados o cuerpos de dirección que están en el terreno de juego. ¡Los protagonistas!. El respetable público sabe diferenciar y no debe ser influenciado por algún criterio. Cierto es que al arbitraje cubano no pasa por un nada feliz andar en este siglo, pero no seamos involuntarios cómplices de esa adversa atmósfera que rodea a quienes tienen la complicada labor de impartir justicia. Hay otros tópicos mucho más preocupantes en el vaivén del béisbol cubano.
Con relación a los managers, estoy por conocer si en otras naciones quienes son dueños de los micrófonos o de espacios en la prensa plana resultan más capaces que los distinguidos hombres designados para comandar un colectivo. Si es así, entonces tendremos que pensar en abrir espacios a mis homólogos de la prensa deportiva. Aclaro que todo lo expuesto está dirigido igualmente y con mayor fuerza a las emisoras de radio, telecentros y diarios o sitios provinciales.
En medio de la controvertida y accidentada 53 Serie Nacional de Béisbol vemos con satisfacción – menos mal – un trabajo diferente en la forma de decir y escribir de algunos especialistas deportivos que atienden este tema. Los tiempos actuales y sobrados conocimientos adquiridos por nuestros aficionados o fanáticos exigen un mensaje distinto, con toda la sabiduría, información, exquisitez y respeto que debe distinguir a los periodistas y comentaristas cubanos.
Constituye un compromiso para todos, incluidos esos cientos de miles de espectadores que asisten a respaldar y disfrutar de su pasión con un adecuado comportamiento, velar porque ese acontecimiento que comenzará dentro de algunos días se convierta en un intachable modelo del deporte en CUBA.

 

Nota del editor: Todos los textos del profesor René Navarro Arbelo serán publicados en la sección Del Muro, una especie de columna personal que agrupa sus criterios en este blog.