Desde el pasado jueves 25 de octubre, una representación de la preselección cubana que se entrena de cara al III Clásico Mundial, ha dirimido con varias selecciones en tierra azteca cumpliendo con choques pactados como parte de una gira de preparación.
Los Delfines de UNACAR, un conjunto conocido como Sección 47 conformado por trabajadores del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, así como un elenco de prospectos del equipo Piratas de Campeche han sido, hasta hoy, los rivales que ha tenido enfrente un equipo cubano que, como mucho, ha utilizado los partidos para hacer “prácticas de bateo” en condiciones reales de competición.
Sucede, que los dirigidos por Víctor Mesa han salido a la grama para desafiar planteles de muy baja calidad. Estas selecciones, sin importar en lo absoluto el linaje profesional que vistan, han resultado ser todo, menos un rival de exigencia para los cubanos que andan por tierra azteca.
¿De quiénes se trata?
Los Delfines de UNACAR, el rival de las dos primeras presentaciones, responde a una organización que debutó en la Liga Mexicana en la temporada de 2011 con un balance final de 51-60; más derrotas que victorias. Ahora, de los peloteros que militan en la liga profesional de verano de México a los que se presentaron en dos ocasiones ante los cubanos, distan kilómetros. De ahí la holgura de las victorias de los nuestros en las dos fechas en que se vieron las caras a razón de 13×1 y 7×1, entre jueves y viernes, respectivamente. Salvo el defensor de la primera base Carlos Morales, ninguno de los otros “delfines” que nadó contra Cuba lo había hecho de manera regular como plantilla del primer equipo de la mencionada organización en la temporada que terminó.
En lo que al elenco de la Sección 47 se refiere, no hay mucho que acotar. Cuba produjo 11 carreras y los petroleros ninguna. El combustible no pudo accionar ante un equipo con maña para jugar al béisbol como el cubano. No hay dudas de que la serie nacional cubana es torneo portentoso al lado de los Juegos Deportivos Nacionales Petroleros que es, a lo sumo, donde estos jugadores emplean su talento.
Por último, Cuba le vio la cara a una selección de prospectos de la organización Piratas de Campeche. El equipo, también de balance negativo en cuanto a victorias y derrotas en la Liga mexicana (51-60), es conocido en nuestra isla porque el rascacielos –ya retirado- Pedro Luis Lazo prestó servicios en dicho plantel. Mas, los prospectos dejaron mucho que desear sobre la grama del estadio Nelson Barrera Romellón y fueron vapuleados con marcador de 14-0, KO en siete entradas.
Este último choque se pudo disfrutar por televisión, más allá de las casuales fallas de audio que presentó la transmisión, se agradece el esfuerzo por referir las incidencias de un choque en el que se jugó mal al béisbol. Los flamantes prospectos, resultaron ser unos niños inexpertos, con notables carencias tanto ofensiva como defensivamente. Así, fueron aplastados por un conjunto cubano cargado de suplentes. Buena labor, dentro de lo que cabe dada la pobre calidad manifiesta del contrario, para el diestro novato Carlos Juan Viera y destaque para Yasmani Tomás y Yordanis Samón, este último autor de un jonrón que viene siendo el único de Cuba en estos topes.
¿Qué nos va dejando la gira?
Desde un punto de vista bien personal, no creo que el periplo por México haya sido un medidor de importancia para emitir juicio concluyente sobre la aptitud de los nuestros a la hora de enfrentar compromisos de exigencia.
Claro, que tampoco estoy autorizada para decir que no ha valido de nada. Soy del criterio que toda experiencia, por muy vana que sea, siempre deja enseñanzas. A simple vista se puede leer que en medio del trámite de estos choques, la dirección cubana ha aprovechado para probar jugadores e intentar, sobre todo, hacer un juego rápido basado en estrategias que ponderan la filosofía (poco usada en esta isla) de poner la velocidad en función de la ofensiva. Se ha jugado un tantico más “a lo asiático” y que bien, porque quizás esa sea la variante que pueda hacernos sonreír en medio de la titánica tarea que nos toca ante la necesidad de sobrevivir al enorme reto de “ojos rasgados” que avizora para nosotros el III Clásico Mundial. También ha dejado lecciones, consecuencias del desespero de bateadores como Yosvani Alarcón que no han podido conectar, mas por la ansiedad propia que por las artimañas de las bolas enviadas por los rivales.
Más allá de los detalles técnico-tácticos que se han puesto a prueba, los juegos han propiciado que muchos jugadores de los que se entrenan sin las mejores posibilidades de trascender, hayan vestido y jugado por la camisa de las cuatro letras. A fin de cuentas asumir dicho papel es la máxima aspiración de todos los que componen hoy las filas de los equipos de que rivalizan en nuestra Serie Nacional de Béisbol. Aunque, de manera general, habrá que valorar sí valió la pena incurrir en el gasto de irnos a México, pensando siempre en la repercusión de estas fechas en la búsqueda de perfeccionar la escuadra nacional.
¿Qué queda?
La jornada de este martes, en la que Cuba se las verá con otra novel selección, esta vez de la organización Leones de Yucatán (44 ganados y 66 perdidos en la pasada campaña de LMB). Este será el quinto y último juego de la gira mexicana.
Luego, las esperanzas se trasladarán la una nueva gira, ahora por Asia. Un itinerario a todas luces más exigente, que incluye partidos ante las selecciones de Taipéi de China y Japón.
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