Por Noel David Suárez

Como si el V Clásico Mundial no se quisiera despedir de Cuba tan pronto, todas las combinaciones de ganados y perdidos que necesitaban los dirigidos por Armando Johnson se hicieron valer, para que de esta llegaran al último juego de la fase de grupos ante Taipéi de China con serias posibilidades de pasar a la segunda ronda, objetivo que siempre había estado vivo en las huestes cubanas pese a las dos derrotas iniciales. Ganarle a un rival muy inspirado y aupado por su público permitiendo la menor cantidad de carreras posibles era la tarea para un equipo que se jugaba el todo por el todo, pues de ganar tenían 99 papeletas para avanzar, pero si perdían estarían fuera incluso del próximo Clásico, y tendrían que ir a una eliminatoria previa que sería un mazazo para una nación tan beisbolera como la nuestra.

Pocas horas antes del choque más importante para la pelota cubana en muchos años, recibíamos la positiva noticia de la recuperación del santiaguero Yoelquis Guibert, que había salido del anterior encuentro ante Panamá con molestias en una de sus piernas, pero ya estaba “ready” y no se quería perder este duelo de vida o muerte. El mejor lanzador de la Liga ARCO de México la pasada campaña con los Naranjeros de Hermosillo, el mayabequense Elián Leyva, realizaría la apertura monticular más importante de su carrera, debutando con el equipo de las cuatro letras y enfrentando una situación tan comprometida como la que vivían los muchachos del Cuba.

Muy pocos dormirían esta noche, había mucho en juego y teníamos que salir a la grama del intercontinental de Taichung bien concentrados, porque aquí los errores se pagarían caros. Una victoria de Cuba y una derrota de Italia ante Países Bajos nos clasificaba como segundos, pues saldríamos favorecidos en el triple empate con Panamá y Taipéi, mientras que un triunfo de Italia ante los tulipanes, siempre y cuando ganáramos, provocaría un quíntuple empate en la llave A, en la que Cuba permitiendo pocas carreras tendría opciones hasta de ser primera. No obstante, lo primero era ganar, y después empezar a sacar cuentas.

Alineaciones de uno y otro equipo. Foto: Guillermo Rodríguez Hidalgo, desde la sede

El juego

El siempre difícil pre arranque hizo que Leyva otorgara dos boletos para colocar corredores en primera y segunda con un solo out, pero metió el brazo hasta el codo para ponchar a cuarto y quinto y comenzar recetando tres cafés en el medio día de la lejana nación asiática y la media noche de nuestra Cuba. No pudimos empezar mejor a la ofensiva, Moncada pegó doblete a central, luego Robert se embazó por error y el valiosísimo Alfredo Despaigne largó un batazo entre RF y CF para limpiar las bases y traer las dos primeras para Cuba, otra vez respondía el capitán. Por si esto fuera poco el Grillo Bárbaro Erisbel Arruebarruena sacó la pelota por el jardín central para poner el marcador 4 a 0 en la misma primera entrada. Todavía quedaba mucho por delante, pero empezábamos bien.

El jonrón del Grillo despertó a los pocos que estabam dormidos. Guillermo Rodríguez Hidalgo, desde la sede.

Leyva cerró la azotea del segundo con su cuarto ponche y sacó la entrada sin contratiempos ayudado por un doble play en batazo de Chieh-Hsien Chen, a las manos de Mujica en segunda base. Dos más anotó Cuba cerrando este capítulo, traídas por Roel Santos, después de imparables de Yadir Dreke y Yadil Mujica y por jonrón de Moncada, quien una vez que el hombre proa en la tanda antillana fuera cogido robando en segunda sacaría la pelota por el jardín derecho para reafirmar que ya estaba “On Fire”, y listo para empeños mayores, tal y como se esperaba pre competencia.  

Una molestia en su mano de lanzar privó al natural de San José de las Lajas continuar con su excelente apertura en tan crucial partido. Después de dos y un tercio en los que propinó cuatro estocadas y admitió un solo imparable, Elián Leyva dejaba su lugar en el box al guantanamero Miguel Romero, uno de los mejores lanzadores por Cuba en el torneo, que cerró el inning con dos ponches para darle el tercer cero a los asiáticos, aspecto que iba siendo fundamental, y que poco a poco nos iba acercando más a la segunda fase, pero todavía quedaba juego.

A pesar de tener que abandonar el choque antes de tiempo por un calambre en su brazo de lanzar, Leyva hizo la tarea. Foto: Yuhki Ohboshi

Cuba marcó una más en la conclusión del cuarto cuando Roel hizo un buen contacto para la banda contraria y trajo desde segunda al encendido Yadir Dreke, que había iniciado el inning con doble. Romero se mantenía hermético y terminaba el quinto con ponche, colgando otro cero y acercándose un poquito más al objetivo. Onelki García entró a trabajar en la sexta y con apenas diez lanzamientos liquidó a los taipellanos, ponchando a dos de los tres bateadores que enfrentó.

El picheo siguió comportándose a gran altura y una vez más respondió para dejar inmaculado el casillero de anotaciones de Taipéi de China. Miguel Romero Ganó su segundo juego en el Clásico y se afianzó como uno de los grandes referentes entre los serpentineros de un equipo que ha venido de menos a más. Moinelo retiró el octavo de uno, dos y tres y Raidel permitió una en el noveno que no hizo mella en el buen partido desarrollado por los nuestros, que nos ponía a las puestas de la clasificación. El resultado final fue de 7 anotaciones por 1.

Otra vez cumplió Miguel Romero desde el montículo. Yuhki Ohboshi

La escuadra cubana cumplió con creces en un juego que había que ganar o ganar, al no permitir carreras tenían un 99.9% de posibilidades de pasar a la segunda ronda, y a esperas del resultado entre Italia y Países Bajos todavía existía la posibilidad de que quedaran primeros de grupo. Lo más importante es la cara que mostró el equipo, el carácter y el corazón que le pusieron a este juego. Es cuestión de tiempo que se concrete nuestra clasificación, para de esta forma mantener el mérito que ostentan pocos equipos, el de avanzar de ronda en los cinco Clásicos Mundiales que se han efectuado hasta el momento.

¡Salieron a demostrar lo que es capaz de hacer el Equipo Cuba!

En otros desafíos de la jornada en Asia Korea del Sur ganó su primer juego del campeonato ante el debutante República Checa 7 carreras por 3. En América iniciaron las acciones con atractivos encuentros y resultados como la victoria de Colombia 5 por 4 sobre México, así como el éxito de Venezuela ante Dominicana, sacudiéndose de la paternidad mostrada por los quisqueyanos en las ediciones precedentes. Además de estos dos juegos el Team Rubio de Puerto venció 9 a 1 a Nicaragua y Estados Unidos dispuso de Gran Bretaña 6 por 2.