Angelica Begntsson ha salido ganadora de la votación para la elección de la “Estrella naciente” de Europa en 2012, entre las damas.
La sueca de 19 años es saltadora de garrocha y lo cierto es que ha comenzado a desandar una ruta que “pinta” para bien grande. Es la campeona de todo lo que, acorde a su edad, se ha celebrado. En 2009 ganó en los Mundiales de la categoría “Cadetes” (menores de 18 años), y desde entonces no ha hecho otra cosa que vencer: Oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2010 y en las dos últimas ediciones de los Mundiales Juveniles (Moncton 2010 y Barcelona 2012). Posee el récord mundial para las categorías citadas gracias al registro de 4.58m conseguido en julio de 2012, el cual por demás significa, cota nacional absoluta para su país.
Su año 2012, en el que compitió en varias reuniones del circuito internacional de la IAAF (aunque sin resultados relevantes), y lo que ha significado su incursión en el salto con pértiga le sirvió para apuntalar su candidatura al trono tras este galardón. Así la “niña prodigio” se llevó los aplausos en la búsqueda de la “Rissing Star” del viejo continente. Sin embargo, y sin demeritar en lo más mínimo el camino que ha labrado la muchacha, no creo que sea precisamente ella, elección más acertada.
Por el flamante premio contendieron también otras once atletas nominadas por la Organización Europea : Katarina Johnson-Thompson (GBR), Moa Hjelmer (SWE), Yelena Lashmanova (RUS), Ana Peleteiro (ESP), Alessia Trost (ITA), Bulut Gamze (TUR), Alexandra Tavernier (FRA), Shanice Craft (GER), Emelia Gorecka (GBR), Sofi Flinck (SWE) y Anna Ruh (GER); todas prometedoras.
Mi punto de discordia llega de la mano de una que marca la diferencia dentro de ese selecto grupo. Allí se erige Elena Lashmanova, la mayor de todas, pero también la más laureada y que ha firmado una campaña en 2012 que quizás le cueste trabajo igualar a muchos de los más geniales de la historia.
La rusa tiene solo 20 años, y también viene de ser campeona mundial de Cadetes (5 Km marcha – Bressanone 2009) y Juvenil (10 km marcha- Moncton 2010), pero la excepción llega de la mano de sus sendas victorias en la Copa Mundial de Marcha en Saransk y en los Juegos Olímpicos; esta última con el establecimiento de récord mundial.
Bengtsson es la mejor garrochista de Suecia y es la mejor entre las jóvenes garrochistas del mundo; pero a nivel internacional en la categoría absoluta es solo una gran promesa. Ahora, lo de Lashmanova es diferente. Es la mejor “marchadora” de Rusia pero para eso ha tenido que convertirse en la mejor “marchadora” del mundo. El solo hecho de lograr un cupo en el equipo de aquel país es una titánica tarea pues estamos hablando de “resaltar” en la cuna de buena parte de lo que más vale y brilla de esta especialidad en estos tiempos
¿Entonces?, -me pregunto-, con qué criterio medimos a una estrella naciente, si con su elección quedamos en posición de haber pecado al dejar fuera a una atleta que ya se muestra como la más genuina “super nova”.
Posiblemente estemos en presencia de un -otro- caso, donde lo mediático de la disciplina y/o el atleta influye sobre el criterio y determina un tantico más que lo deportivo. Mi voto (aunque a los efectos oficiales no interese) siempre fue y será para la rusa…Y es que Elena debió ganar; sin jugarse mucho en el intento por ser justos, era tan sencillo como valorar que esta chica, flacucha y poco promocionada, es la “Campeona olímpica y la recordista mundial” de su especialidad.
Por lo pronto solo queda felicitar a la sueca, en quien -recalco- veo un gran prospecto. Aunque siento que tal vez haya que agradecer además, a Isinbayeva (por catapultar este evento a uno de los preferidos en el mundo) y también a la NIKE (Ver video) por la presentación que recorrió el mundo donde se anunciaba a la atleta como una de sus nuevas “adquisiciones”. Lashmanova, en tanto, brilla con luz propia y parece que está destinada a ser eterna acreedora de titulares como el de “Lashmanova: Extraordinary record for ‘ordinary’ girl” que refirió su proeza desde la web oficial de la IAAF.
Así termina un capítulo de los premios este año , falta el del mejor del año de la IAAF, donde tal y como abordábamos en el pasado post, de seguro aparecen nuevas historias para contar.
Angelica Bengtsson
Elena Lashmanova en el momento de su victoria en Londres
Quizás sea injusto. pero no ilógico. Bengtson es muchísimo más atractiva que Lashmanova.
No es nada raro que los premios los reciban algunas veces atletas que realmente no han ofrecido las mejores marcas, y es que en el mundo del deporte una chica bella no necesita esforzarse tanto si lo que busca es ganarse la vida y no practicar la disciplina para descollar como la mejor del mundo en esta.
Actualmente el físico ayuda, no solo a soportar las cargas de entrenamientos, sino para resaltar por atractivos físicos por encima de sus contrarias. Quizás alguna chica haya empezado a practicar el deporte por amor, pero en cuanto llegan las ofertas de los medios, de la publicidad, no pocas veces dotados con sumas de dinero que hacen imposible rechazarlas, pues ¿qué haría otra persona en su lugar?
Hay atletas que posiblemente solo han seguido practicando su disciplina para continuar asegurando el trozo de pastel de la publicidad que han logrado recibir, para ello necesitan mantener su forma física, pero cierto es que gracias a los contratos publicitarios podrían retirarse del deporte y vivir del dinero que perciben por los mismos.
Por lo demás está demostrado que una persona con muy buena presencia física siempre recibe calificativos más positivos, por ejemplo se considera más simpática y más exitosa que otra persona de aspecto físico menos agraciado.
Es una realidad a aceptar cuando hay varias candidatas, la mayoría de los votos los recibe la chica más guapa. Un ejemplo lo tuvimos donde por suerte las dos candidatas eran cubanas, me refiero a Mireya Luis y Regla Torres como voleibolista del siglo.
Creo que la mujer por muy buenos resultados que obtenga en otra esfera, sea laboral estudiantil o deportiva siempre será admirada desde el punto de vista del físico. Constatemente se puede leer qué esta o aquella atleta es la Miss Championship, o que la atleta X es la más atractiva en el circo del tenis de campo. Las marcas de ropa deportiva están a la caza de estas promesas del deporte y de la publicidad y no pocas veces los que deciden en la elecciones están iinvolucrados en las ganancias de estas empresas que por su importancia tienen mucha influencia.