Nunca fui de las más devotas seguidoras de Allyson, aunque desde aquella carrera en los Panamericanos de 2003 sabíamos que la niña era terrible.

No alcanzaba los 18 años, y le pegó tremendo sofocón a nuestra Roxana Díaz en una final de 200m en la que terminó con el bronce y tiempo inferior a los 23 segundos.

Un año más tarde ganó su primera medalla olímpica, la plata en los 200m de Atenas con 22.13 y desde entonces la vimos ganar de todo, en todos lados. No hubo conjunto estadounidense de velocidad que no se colgara de sus piernas. Y regresó, incluso después de aquella dura lesión que la llevó a salir en brazos de la pista del magnífico Luzniki en 2013.

A Allyson nada la ha podido detener. Ni siquiera los embates de la NIKE tras su decisión de seguir adelante con su embarazo. En todo caso, batallar por la vida junto a su hija Camryn tras una cesárea de emergencia la hizo más fuerte.

Por reivindicar los derechos, los suyos y los de todas las mujeres, Allyson regresó a las pistas. Este 2021 se personificó con patrocinio de Athleta y corriendo con zapatillas de su propia marca Saysh. Así se clasificó a Tokio y allí recogió la bandera de su país, cuando todos creían que Estados Unidos se quedaba fuera del podio de los 400 metros planos.

Nunca fui de sus más fieles pero soy consecuente y su obra merece reverencias. Allyson Michelle Felix es parte de la historia universal del campo y pista. Lloverá mucho para que alguien sobrepase sus hazañas, y sospecho que nadie podrá suplantarla. Ha blindado su inexpugnable historial deportivo con los heroicos ribetes de su lucha por la emancipación, de su raza y género.

Pasará el tiempo, y gastaremos cientos de carreras. Se encenderán pebeteros y se mitificarán figuras, pero ella seguirá ahí. No solo por sus 11 medallas olímpicas o sus 18 preseas en campeonato mundial. No solo por ser la mujer más laureada en la historia del atletismo olímpico. Perdurará porque se ha cerciorado de que guardemos su gesta en nuestras almas, convirtiéndonos en testigos de su honroso renacer. Allyson ha vuelto como el fénix, y cual ave Felix se eternizará.

*título inspirado en post de Yasiel Cancio