Por: Darien Medina Bonilla/*Exclusivo
Agustín Ávila es de esos hombres de béisbol que han dedicado casi toda su vida a forjar talentos y también hacerlos triunfar, comenzó en el deporte con 11 años y fue parte de la selección nacional juvenil que participó en la copa mundial de 1984 en Canadá, una lesión en el codo terminó de manera abrupta su carrera en la Serie Nacional cuando solo había disputado dos temporadas.
No fue el final y estuvo muy lejos de serlo, Ávila ha escrito una carrera como entrenador que bien merece una reverencia, o mejor, muchas, en la actualidad es el béisbol mexicano el que agradece de sus saberes.
¨Desde niño me gustó el béisbol, jugaba en la casa, en la calle, el barrio tenía tremenda efervescencia beisbolera, en la familia a todos les gustaba y así se me fue metiendo el bichito en el cuerpo¨. Le comenta a Deporcuba desde México.
Tuvo en Francisco González y Andrés del Pino a sus primeros entrenadores, los que lo guiaron en sus comienzos, su papá y su tío sin tener un gran protagonismo también jugaron béisbol.
A los 14 años ingresa en la EIDE Mártires de Barbados y en 1982 logra el título nacional llegando a ser el atleta más destacado desempeñándose como lanzador y primera base, su debut en la Serie Nacional se produce en 1983 un año después formaría parte de la selección nacional juvenil que participaría en el mundial de la categoría en Canadá y se llevarían el título.
¨Era un tremendo equipo con figuras como Omar Linares, Eduardo Cárdenas el desaparecido lanzador pinareño Domingo Ordáz entre otros muchos. Teníamos una muy buena ofensiva, excelente defensa y un picheo aceptable de los 18 jugadores creo que solo tres o cuatro no venían de la Serie Nacional¨
Lanzó en dos partidos, con una victoria y una derrota en un torneo que tuvo en Omar Linares y al lanzador norteamericano Jack Morris que llegaría hacer una extensa carrera en las Grandes Ligas, las figuras más representativas. ¨Nos llevábamos muy bien, casi todos nos conocíamos de categorías inferiores, creo que antes los jugadores eran más aguerridos se entregaban más aunque las cosas cambian, no digo que no lo hagan hoy. Ese torneo me ayudó a mejorar mi confianza, a creer en el colectivo y no bajar la guardia ni rendirse¨.
Su última temporada en la Serie Nacional sería la de 1984-1985, dejó un balance de seis victorias con nueve derrotas en las dos temporadas en las que participó, siempre bajo las órdenes de Pedro Chávez. De sus mejores recuerdos y experiencias nos cuenta. ¨No me quejo, el primer año fui relevista y en el segundo abridor, recuerdo de mi primera salida en el Latinoamericano contra Agustín Marquetti, las dos victorias contra Santiago de Cuba y haberme enfrentado Antonio Muñoz en una derrota contra Villa Clara en el Augusto César Sandino. Aprendí mucho del difunto José Modesto Darcourt, Pedro Chávez me dio mucha confianza, mi mayor atributo era mi pensamiento táctico¨.
Tras una lesión en el codo no volvería a la Serie Nacional, aun cuando durante dos años formara parte de la preselección provincial. ¨Lo tomé con tranquilidad y puse todo mi empeño en graduarme y dedicarme a entrenar. Era una época donde salían jugadores de cualquier lugar, seguí jugando la provincial, los Juegos Universitarios Nacionales, un año fui el jugador más valioso, eran torneos fuertes participaban muchos jugadores de la Serie Nacional y las provincias preparaban muy buenos equipos¨.
En 1989 justo en el mismo lugar donde iniciaría su camino en la práctica del béisbol en el Combinado Deportivo Quintín Banderas, comenzaba otra etapa en su vida, la de entrenador, dos campeonatos nacionales en la categoría 11-12 alcanzando el segundo lugar. En el año 1992 llegaría la EIDE habanera y se confirmaba como uno de los entrenadores de mayores resultados de nuestro béisbol.
¨En ese periodo estuve en varios equipos nacionales de las categorías 13 -14 y 15-16 como coach de picheo y manager, fui Campeón Nacional en 1994 en el 15-16 años, subcampeón en 1995, en 1996 nos volvimos a titular en la categoría 15-16. Ese año estuve en el campeonato mundial sub-15 en Chiba Japón alcanzando el 2do lugar, en el año 1998 fuimos subcampeones nacionales 13 -14, un años después estuve en el viaje del equipo Cuba a Baltimore al frente de un equipo de niños que también participó en ese evento. En el año 2000 fuimos segundo lugar a nivel nacional y el manager del equipo Cuba categoría 15 -16 en el Mundial de la categoría, en el 2001 obtuve la plata nacional en el 13 -14 y campeón panamericano en la misma categoría¨.
Desde el 2001 hasta 2005 ofreció ayuda técnica en México, tras su regreso siguió extendiendo su palmarés, en el 2006 se coronó campeón nacional en el 15-16 y a nivel panamericano logra el subcampeonato, un año después repite el título nacional y el subcampeonato, pero esta vez a nivel mundial. En el período del 2008 a 20011 ninguna de las selecciones nacionales en las que estuvo presente estuvo fuera del podio de premiaciones, tanto a nivel continental como mundial.
De esa etapa nos comenta. ¨Al Campeonato Mundial de Aguascalientes en México llegamos un día tarde o sea comenzamos con una derrota y pese a eso llegamos a la final. En el Panamericano de Veracruz estuvimos a punto de no hacer el cuento, el avión sufrió una perdida de presión y parecía que todo terminaba ahí, pero aquí estamos para contarlo, igual un año que Miguel Borroto era el manager estuvimos más de una hora sobrevolando el aeropuerto de Panamá y el avión botando combustible, cuando aterrizamos fue que nos dimos cuenta la pista estaba preparada con muchos carros de bomberos para cualquier emergencia.¨
-Tuve la oportunidad en todo ese tiempo de trabajar con atletas que se impusieron en nuestras series nacionales incluso otros que han firmados para equipos de MLB. A Serguey Pérez lo inicié en el béisbol, Yasser Gómez, Rudy Reyes, Frank Montieth, toda la generación de lanzadores de los tres campeonatos de Rey Vicente Anglada con los Industriales, también Andy Ibáñez, Lourdes Gurriel Jr., Jorge Soler, Yoan Moncada, Luis Robert, Rogelio Armenteros, Yunel Escobar y muchos otros tantos lanzadores y jugadores de posición. Fueron 21 años ligados al beisbol escolar de La Habana y de Cuba.
No fue un trabajo fácil, trabajar en la base del deporte cubano exige esa mezcla de sacrifico y pasión que muy pocos han podido asumir, Agustín lo pudo hacer.
«En algún momento tuvimos falta de implementos deportivos, terrenos en mal estado el periodo especial hizo estragos en el deporte en general, la mala alimentación. Por momentos se veía la EIDE como un lugar a donde nadie quería ir a trabajar por las condiciones. Más que un premio era un castigo, aun así a mí me sirvió muchísimo en mi preparación como entrenador tanto en el terreno como para tratar con los atletas de diferentes características. Fue una escuela para muchos por eso respeto tanto el trabajo desde la base aunque muchas veces es mal visto».
Metropolitanos le volvería abrir las puertas en la Serie Nacional en el 2008 como coach de picheo, con Jorge Milián al frente y posteriormente con Luis Suárez, fueron 5 años, tras la desaparición de los Metros, formó parte del colectivo de Industriales junto a Lázaro Vargas, tan solo una temporada ¿por qué un paso tan breve?. ¨Pues eso no lo decido yo, ahí te ponen y te quitan y así me tocó a mí, pues eso yo me lo he preguntado pero no le encuentro explicación alguna, ni tampoco me dieron alguna, como mismo me pusieron, me quitaron¨.
En el 2013 regresa a México, junto a Omar Linares y Germán Mesa comienza a trabajar con amparo de la Federación Cubana de Béisbol por un año con las Águilas de Veracruz, era su primer contacto con el béisbol profesional, tras la culminación del contrato decide continuar de manera independiente su relación con el béisbol azteca y regresa a ese país en el 2014.
¨Estuve en la Liga Estatal de Béisbol de Chihuahua, en el 2018 dirigí en la Liga Invernal Veracruzana y posteriormente estuve de coach de picheo con el equipo Tobis de Acayucan que represento a México en la Serie Latinoamericana de beisbol a principios del 2019. Actualmente trabajo en el Centro Nacional de Alto Rendimiento del Deporte en México con un grupo de atletas entre 15 y 17 años¨.
Otro cubano Eduardo Martín desde hace dos años es el jefe de entrenadores de en ese centro, el cual tiene como finalidad de llevar unido el deporte con la docencia y que puedan lograr su entrada a la Universidad y también alcanzar una firma profesional. ¨El talento es bueno son mayormente muchachos que no han firmado con algún equipo de Liga Mexicana pero tienen posibilidades¨.
El pasado año Ávila fue parte de la clasificación de la selección nacional femenina mexicana al mundial que se celebrará en noviembre, es un hombre todo béisbol, al que se hace obligatorio pedirle su opinión del estado de la pelota cubana en la actualidad.
¨Creo que estamos en un momento difícil tenemos que cambiar los métodos y medios de trabajo, incluso ponernos al día con la tecnología y la ciencia aplicada al beisbol, talentos siempre tendremos, tanto es así que mira cuantos jugadores jóvenes se van del país y cuantos firman todos los años, el pelotero cubano es perseguido, debemos abrirnos al béisbol mundial y mejorar y estimular el trabajo en la base, sin ella todo se cae¨.
Cada logro, cada paso, lleva un agradecimiento, de un hombre al que la pelota cubana le debe muchísimo, como a muchos otros ¨anónimos¨ con historias por contar. ¨Agradezco a todos los que me han ayudado para llegar hasta aquí, a mis entrenadores en toda esta etapa, a mis compañeros de trabajo, a mi familia, mis hijos, mi esposa, a mis amigos, mis compañeros de equipo a los atletas, creo que todos han dejado una huella importante en mi trabajo¨.
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