Yipsi Moreno en su casaPor: Lilian Cid y Andy Bermellón

Yipsi Moreno dijo adiós a las pistas; el 2013 marcó el cierre de su vida activa en el deporte. Se despidió entre las grandes, con un sexto lugar en la séptima final mundial de su carrera. Se despidió dejando una lista de conquistas encabezada por tres títulos mundiales y dos subtítulos olímpicos, además de diversos galardones en prestigiosas reuniones internacionales de la especialidad durante poco más de una década de entrega total.

Con su adiós se marcha una leyenda del martillo internacional. Una atleta respetada, de esas que cuando salen a la grama son capaces de inspirar y de sincronizar el palpitar de millones de corazones a cada uno de sus movimientos. Una de las figuras más emblemáticas y laureadas del atletismo cubano de todos los tiempos, cuyo legado perdurará con la misma intensidad de todas esas tantas veces en las que juntos, gritamos esas cosas tan cubanas para escoltar cada martillazo de La Furia de Agramonte.

 

MOSCÚ 2013

Estoy contenta con mi actuación porque si hay algo que me ha caracterizado en mi carrera ha sido el ser realista y sabía que no llegaba en condiciones de aspirar al podio, tanto por el desenvolvimiento de mi preparación como por el nivel altísimo que tiene la disciplina hoy. Sin embargo, una siempre quiere más, y lucha por eso, y así lo hice. Es cierto que no fue una competencia de calidad porque estuve muy inexacta en la salida del martillo, pero logré hacer lo mejor de la temporada allí. Mi único tiro de 74 metros en el año lo hice en Moscú y eso reconforta”.

—¿El año del adiós?

—Fue una temporada de muchas desavenencias, condicionada por situaciones extremas de todo tipo desde el mismo comienzo. Mi primera competencia me dejó fuera de una final; por primera vez en la vida me quedé fuera de las ocho en un evento importante cuando en el Challenge de Moscú no pude avanzar con ese rendimiento de 67.02 m que no voy a olvidar jamás.

“Con sinceridad admito que quería tirar por encima de 75 metros; algo que no era imposible pero la verdad las oportunidades competitivas fueron escasas en relación a lo planificado y al final la inseguridad propia de no haberme enfrentado lo suficiente a situaciones competitivas reales me pasó factura.

”Sin embargo, yo voy a guardar con cariño este último año porque a pesar de todo logré retirarme entre las ocho mejores del mundo y cuando llevas tanto tiempo en este mundo y has visto tantas generaciones ir y venir, eso te llen”a.

—¿Algún momento especial? 

—Tener la oportunidad de participar en dos competencias en homenaje a Kamila Skolimowska, porque nosotras fuimos compañeras de batallas desde el inicio del martillo y porque más allá de las pistas sosteníamos una buena amistad. Kamila era una persona amable, de alegría contagiosa, un gran ser humano y su muerte fue algo que nos dolió profundamente. Agradezco mucho el haber podido estar en su tierra, compartir con sus padres, lanzar el martillo en su nombre, en fin, honrarla. También porque en el primero de los mítines que se realizó, sus padres y la organización del evento dedicaron un espacio para hacerme una pequeña despedida. Ese es un detalle que jamás olvidaré, de hecho, guardo esos momentos entre lo más trascendental de esta temporada y de mi carrera.

—ISTAF Berlín, la última competencia de tu vida.

—Lo asumí con la intención de disfrutarlo al máximo sin pensar en resultados. Me hubiera gustado sacar ese último martillo de la jaula, pero no pudo ser, de hecho, ese día saqué un solo martillo y fue el 70.89 m que me dejó cuarta. Me habría gustado sacarlo por el aquello de que yo siempre fui tan técnica y tal, pero nada, fue la última y estoy feliz, feliz, feliz.

—¿Y ahora?

—Quiero estudiar, refrescar conocimientos, porque es el momento de aplicar lo que estudié y dedicarle tiempo al inglés también. No voy a dejar de hacer ejercicios porque me gusta como hobby y no descarto la posibilidad de participar en una iniciativa de aeróbicos que lleva mi amiga Yanelis Labrada (ex atleta de Taekwondo). Pero por sobre todas las cosas voy a dedicarme a mi niño, hay que saldar todo el tiempo de distancias. Quiero ser mamá, una buena mamá.

—Mira hacia atrás, hacia tu carrera deportiva, ¿cómo la valoras?

—Yo pienso que tuve una carrera deportiva muy linda. Siento que no me debo nada. Nada… pese a que mucha gente me reprocha el no tener el oro olímpico, yo no. No me lo reprocho porque yo di todo de mí, y lo hice con mucha seriedad. Yo me cohibí de todo y fui una atleta sumamente consagrada por eso estoy feliz de todos y cada uno de mis triunfos y por eso estoy totalmente satisfecha con la carrera que he podido construir. También porque pude tener una carrera bonita y estable hasta el final, con la satisfacción de haberme mantenido con mi entrenador siempre y con la alegría de tener una relación de familia con él.

—¿Eladio?

—Eladio ha sido mi maestro, mi educador, mi padre, mi amigo.

—Nostalgias

—Ninguna. Cuando yo empecé en esto del deporte mi mamá estaba en contra y fui yo misma quien decidió que iba a ser deportista y así mismo he sido capaz de decidir cuándo poner el punto final.

—¿Por qué no irte antes?

—Porque mientras se tiene una ilusión, un sueño, y te sientes con fuerzas de luchar por él, tienes que intentarlo. Solo así, el día que decidas irte, lo harás con la satisfacción que yo estoy sintiendo ahora.

—El futuro del martillo en Cuba…

—Hay materia prima, pero ahora mismo es difícil de valorar. Te digo esto porque ahí tenemos un grupo de muchachitas muy fuertes, pero hay que trabajar mucho con ellas y también hay que invertir. Me pongo de ejemplo, conmigo se la gastaron en Sevilla 1999 y yo cogí el lugar 18, pero al año siguiente comencé a devolver con resultados esa “inversión” que habían hecho conmigo.

“Esas son las oportunidades que tienen que existir. No se trata de tener una atleta dándole todo sin que te devuelva nada, se trata de darles la oportunidad de probarse. ¿Cómo?, sencillo, si Ariannis Vichy es la elegida para ser mi relevo, ella tenía que haber ido al mundial y no fue así, por las razones que haya sido, pero no fue así y ahora mismo su respuesta ante competiciones de alto nivel es una incógnita.

”Y te voy a decir más, yo estuve con Vichy en Londres, todo el tiempo a su lado y ella me demostró que tiene vergüenza deportiva, que puede reaccionar bien a la presión y que tiene capacidad para asumir los retos porque ella salió de aquí con 70 metros y aunque lanzó 67 m, compitió bien. Ella reaccionó bien, mucho mejor que yo, que me tomo de ejemplo, fui a Sevilla con 66 m y tiré 58 m, fíjate el nivel de respuesta ante la primera competencia grande de cada una. Entonces, si tú quieres saber si te puedes gastar con esa niña también hay que crearle las condiciones. Y esto es aplicable a todos en todas las disciplinas para que no pase lo que va a suceder ahora en el martillo, que tenemos las niñas entrenando, pero no sabemos, al menos yo no te puedo decir, si el relevo está garantizado, si hay futuro para el martillo. El capital humano existe, pero ahora toca darle las condiciones para que demuestren si en verdad son el relevo y si están listas para responder ante el nivel mundial».

—A propósito, el nivel mundial anda disparado, ¿hasta dónde cree Yipsi Moreno que se pueda llegar?

—Que el record mundial cae es casi seguro, y yo como las veo pienso en más de 80 metros fácilmente. No es casualidad que esas mujeres salgan a “fajarse” con tiros de 77 y 78 metros, y no solo eso, que sepan responder con más ante cada envío. Eso te dice que ellas tienen que haber tirado en el orden de los 80 metros más de una vez porque demuestran que saben cómo ir a buscar disparos grandes. Vaya, es que no me explicaría si no llegan a hacerlo.

—¿Algo más?

—Por supuesto, las gracias a todo mi pueblo, a mi familia, a mis amistades y a mi Comandante en Jefe por el apoyo. Por esa fuerza fui capaz de seguir y por ellos entregué todo de mí durante todos estos años.

Yipsi junto a Abdelito, su más preciada medalla  Foto: DeporCubaYipsi junto a Abdelito, su más preciada medalla  Foto: DeporCuba