Ojalá pudiera mostrarles algunas instantáneas de mis dedos  pulgares; no tengo uñas, estas fueron a la cuenta del partido semifinal de voleibol femenino en el que Cuba  derrotó  a Estados Unidos 3 sets por 1.  Tampoco tengo voz, pero vale la pena vivir al máximo cada punto a la par de estas jóvenes chicas que hoy conforman la selección nacional de nuestro país.
¡Ya estamos en la final!..  y aunque sea esto lo más importante es válido reseñar que hoy la selección volvió  a sucumbir ante la inexperiencia. Los fallos técnico- tácticos en el recibo y el pase les  impidieron facturar una actuación perfecta en este partido semifinal que acumuló emociones y volvió a poner a esta novel escuadra ante una situación complicada de la que supieron salir para asegurar la victoria y con ello, su presencia en la gran final del voleibol de sala en los Juegos Panamericanos 2011. Los marcadores finales fueron de:  25-17, 25-16, 25-27, 25-21.

Amigos, los dos primeros sets fueron de ensueño. A un nivel impresionante, construyendo esa clase de acciones en las que usted solo puede mirar y gritar a la par de jugadas ejecutadas con la maestría de jugadoras del más alto nivel. Pero hay una realidad y se hizo palpable; nuestro equipo va en ascenso pero aún no está al máximo nivel  y por ello la falta de experiencia competitiva les pasó factura en el tercer set.  Sin embargo, ya estas chicas se han cansado de demostrar que saben pelear y que no se amilanan ante las situaciones difíciles.

De esa estirpe brotó la victoria en el cuarto parcial y con ella, el desenlace del partido para asegurarse un puesto en una final a la que llegaron por derecho propio y en la que  pueden plantarse nuevamente de frente ante uno de los equipos más completos del mundo.

Una vez más Yoana Palacios y Gisselle Silva cargaron con buena parte de las acciones positivas  en el choque.   Ellas colman de expectativas al rubricar actuaciones excepcionales e inolvidables, sobre todo por la juventud con la que cuentan ambas.  Lo cierto es que se han gastado un torneo excelente como también  lo ha sido para el equipo, de manera general.

¡Válidas las lágrimas finales de las morenitas!, junto a ellas ha vibrado todo un pueblo porque se acaban de meter en un lugar para el que muy pocos pronósticos las tuvieron en cuenta. ¡Pero ahí están y que vivan las emociones que están por vivirse!

Las del gigante sudamericano, que espero hayan vencido en la segunda semifinal,  ya han tenido una advertencia de que este equipo Cuba viene superándose y que sin mucho respeto por su condición de favoritas, saldrá a la cancha a hacerle frente como ya sucedió hace un par de días.

Las nuestras saben que tienen en sus manos la posibilidad de reeditar un título que se ganó de la forma más espectacular posible. Pero no hay presión.  Hay que salir a por todas y créanme, con lo que ya hemos visto y vivido, si las chicas de Juan Carlos Gala logran estabilizar un juego al nivel de lo que fueron capaces de mostrar en los dos primeros parciales del juego contra Estados Unidos, creo que ni a Paula, ni a Sheyla, ni a Fabiana se les va a soltar la sonrisa. Guimaraes lo sabe y ha hecho declaraciones bastante respetuosas para con el conjunto cubano –y se agradece-.

Nosotros no tenemos nada que perder, al contrario, sin importar lo que pase mañana, ya esta selección es ganadora y yo tendré mi recompensa.

¡Cuba – Brasil!;  ¡Brasil – Cuba!