Por José Ramón Fabelo Corzo
Una fácil y convincente clasificación para la final de Jordan Díaz en su camino hacia el oro mundial, la clasificación también para la final de la saltadora de alto Isis K. Guerra y el cuarto lugar de la heptalonista Adriana Rodríguez matizaron la actuación cubana en el cuarto día de competencias del Campeonato Mundial Juvenil de Tampere 2018.
Una muestra de su indiscutible señorío representó el registro de 17.09 con el que Jordan Díaz cristalizó su fugaz incursión de un solo intento en el evento clasificatorio del triple salto masculino. Dejando unos 25 centímetros en la tabla, el cubano hizo lo que su propuso: asegurar en un salto su clasificación. Aun así, superó por 83 cm a Martin Lamou, segundo clasificado con 16.26 y único, junto al cubano, que superó los 16 metros. Es muy probable que en la final de mañana sábado, al igual que hoy, el cubano salga en su primer intento a asegurar la medalla de oro y procurar, a partir de ahí, lo segundo que se ha propuesto: tirarle al record mundial juvenil, para lo cual necesitaría un registro válido de 17.51 o más, algo hasta hace poco impensable para un atleta de su edad. No olvidar que Jordan estará compitiendo en la final con apenas 17 años y 141 días de edad.
En horas de la mañana la saltadora de altura cubana Isis K. Guerra tuvo que recurrir al segundo mejor salto de su vida para cumplir con la cuota de clasificación exigida de 1.84. Once atletas cumplieron con la marca y sólo una, la jamaicana Lamara Distin (1.82), tuvo que ser repescada. La cubana llegó a la marca requerida después de cuatro fallos, uno a la altura de 1.77, dos en 1.80 y uno más en 1.84. De esta forma, la atleta cubana cumple con su primer cometido de llegar a la final. Su próxima meta consiste en ubicarse entre las 8 primeras, para lo cual es muy probable que tenga que igualar o superar su mejor marca de 1.87.
Adriana Rodríguez tuvo un buen evento en el salto largo, al lograr encabezar a todas las competidoras con 6.31, igualada con la líder de la competencia, Niamh Emerson. El resultado la consolidó en la segunda posición que ya traía desde el día anterior. Después de ello, pasó la cubana a la prueba de su sufrimiento, la jabalina, ubicada en el grupo B que integraban las atletas de menos alcance en este evento. Para cuando ella compitió, ya eran conocidos los resultados del grupo A, en el que dos de sus principales rivales ya habían enviado el dardo bien lejos, Sarah Lagger hasta 45.76 y la australiana Celeste Mucci con marca personal de 44.28. El primer disparo de la cubana fue un pobre 33.57, que ya la hizo descender hasta el cuarto lugar en el acumulado de ese momento (5124), por debajo de Emerson (5285), Lagger (5283) y Mucci (5163). Andaba la cubana ubicada 39 puntos debajo del tercer lugar. El segundo disparo de Adriana fue peor y ella misma lo hizo falta. En el último subió poco más de un metro, hasta 34.74, que le permitió hacer crecer su acumulado hasta 5147. Seguía siendo cuarta, pero ahora a 16 puntos del tercer lugar. Todo quedó listo para la batalla final de los 800 metros. A esta altura, la máxima aspiración de Adriana se reducía a luchar por el tercer lugar, para lo cual debía superar con suficiente ventaja a la Mucci y cuidarse de que no la alcanzara ninguna de las que venían detrás en el acumulado. Lo primero lo hizo bien, se cuidó de que la australiana no le pasara y, ya al final, apretó para vencerla con bastante diferencia de tiempo (2:24.52 por 2:29.30), que en términos de puntos representó 763 para la cubana y 702 la australiana. Pero lo que no calculó Adriana la cubana, es que su tocaya, Adriana la polaca, de apellido Sulek, quien había llegado a esa última prueba en sexto lugar con acumulado de 5009 puntos y 138 por debajo de la criolla, lograra un magnífico 2:12.38 en los 800, suficientes para borrar la diferencia que la separaba de la cubana y superarla por 29 puntos. Quedó así en cuarto lugar nuestra Adriana con 5910 puntos, por detrás de la inglesa Niamh Emerson (6253), la austriaca Sarah Lagger (6225) y la polaca Adrianna Sulek (5939). La actuación aquí de Adriana Rodríguez no puede calificarse de buena y, tanto por la complejidad de su evento, como por su talento y potencialidades, amerita un paréntesis analítico que haremos en un artículo aparte.
Además del heptalón, el Mundial Juvenil de Tampere repartió hoy medallas en otras seis especialidades. Los laureados fueron los siguientes:
Martillo masculino |
Salto largo femenino |
1. Jake Norris (GBR) 80.65 | 1. Lea-Jasmin Riecke (GER) 6.51 |
2. Mykhaylo Kokhan (UKR) 79.68 | 2. Ayaka Kora (JPN) 6.37 |
3. Mykhailo Havryliuk (UKR) 77.71 | 3. Tara Davis (USA) 6.36 |
400 metros con vallas femenino |
400 metros masculino |
1. Zeney Van Der Walt (RSA) 55.34 | 1. Jonathan Sacoor (BEL) 45.03 |
2. Shiann Salmon (JAM) 56.11 | 2. Christopher Taylor (JAM) 45.38 |
3. Yasmin Giger (SUI) 56.98 | 3. Chantz Sawyers (JAM) 45.89 |
3000 metros con obstáculos femenino |
200 metros masculino |
1. Celliphine Ch. Chespol (KEN) CR 9:12.78 | 1. Jona Efoloko (GBR) 20.48 |
2. Peruth Chemutai (UGA) 9:18.87 | 2. Charles Dobson (GBR) 20.57 |
3. Winfred Mutile Yavi (BRN) 9:23.47 | 3. Eric Harrison (USA) 20.79 |
Los tres primeros países en el medallero son Kenia (4-0-1), Gran Bretaña (3-1-1) y Jamaica (2-3-2). Cuba aparece en el lugar 18 (0-1-1).
Para mañana sábado, penúltimo día del Campeonato Mundial, tendremos a 5 cubanos en competencia, tres de ellos en finales: las martillistas Yaritza Martínez y Amanda Armendáriz y el sensacional triplista Jordan Díaz, buscando título y record. En horas de la mañana saldrán a conseguir su clasificación el discóbolo Dabirac Miguel Pérez y la triplista Davisleydi Velazco.
En el caso de Adriana debemos de tener en cuenta, que su mejor puntuación de Götzis fue lograda en condiciones climáticas excepcionales, muy parecidas a lo que la joven atleta está acostumbrada de Cuba, ahora en Tamperre no fue igual con diferencias entre un evento y el otro. De todas maneras con vistas a estabilizar su rendimiento total, necesario para ser competitiva a nivel mundial, tiene que mejorar en mucho su salto de altura, su lanzamiento de jabalina y sus 800m.
Entre las mayores, la Johnson Thomson, también es una atleta con una marca en la jabalina de las peores entre las atletas de la élite, pero hace unas marcas excelentes en el salto de altura y de largo, y es que en realidad solo en la bala no está entre las mejores heptalonistas del mundo. O sea que una disciplina floja puede tiene que ser compensada con dos o más con marcas excelentes para quedar entre las 8 primeras en cualquier competencia global.
Por otro lado no puede ser que los atletas logren sus mejores marcas varios meses o varias semanas antes de la competencia fundamental del año y de esos hay muchísimos en cada delegación nuestra.
Sigo opinando que conformar la delegación en cualquier categoría basándose solo en la lista precompetencia con posibilidad de quedar entre los ocho mejores del evento, o quizás por simpatía con los entrenadores, es un error, porque lo mismo hay picos hacia arriba que hacia abajo, y sorpresas las hemos tenido con atletas de fama. Recuerdo que en la Olimpiada de 2004, Yunaika estuvo por un pelo de lograr en la final un mejor resultado que la gran favorita Yipsi, y eso sucede en otras delegaciones con más de un participante.
La delegación debería ser conformada de acuerdo a los rendimientos en general y si los atletas han logrado la marca mínima, merecen ser tenidos en cuenta. ahora bien, si vemos que algunos atletas asisten a más de una competencia y no se crecen o sea que no dan nunca sorpresas positivas, ni tampoco confirman sus mejores marcas se puede tener en cuenta como punto negativo y analizar para la siguiente oportunidad.
Precisamente el último día de competencia del mundial junior 2018 debería ser tenido en cuenta por los dirigentes deportivos cubanos, como una muestra de que no es posible «empezar a correr» cuando se avecinan los Centroamericanos, solo por el honor de ocupar el primer lugar por países, si antes no se preparan las condiciones para garantizar buenas marcas de los atletas, con o sin Centroamericanos.
Me refiero específicamente a las dos atletas cubanas Velazco y Guerra las cuales sin analizar el cumplimiento o no de sus objetivos de competencia, pero interesante es que en ambos eventos hubo otra atleta latina por delante de la nuestra. Y si en el caso de Guerra se esperaba, por tener la colombiana Murrillo más experiencia y una mejor marca personal precompetencia, en el caso de Velazco, la brasilera Santos sorprendió y puso a la nuestra a temblar de miedo si otra atleta hubiese saltado más de lo previsto. O sea en la categoría cadete y junior hay que darles oportunidades a los atletas a probarse bajo la tensión típica de una competencia internacional. Pienso que Guerra con más fogueo hubiese sido capaz de sobrevolar los 1,90m porque tan mal no se vio la fase de paso sobre la varilla, y con unos 1,90m logrados en el primer intento como hizo en todas las alturas previas, le hubiese dado la medalla de plata.
Ahora supongo que se pretenderá que Yorgelis saque la cara por el salto alto cubano y se descuide el desarrollo de una verdadera especialista.
Gracias, Roberto, por tu comentario. Muy interesante todo lo que dices. Parece necesario seguir reflexionando sobre todo esto. Pretendo redactar algunos artículos más realizando un balance crítico de nuestra actuación en Tampere. Será muy bueno, como siempre, contar con tus opiniones. Saludos fraternos