Por: Deporcuba, con la colaboración de Alfredo Sánchez Barrios y Eddy L. Nápoles

El Estadio Panamericano de La Habana volvió a ser testigo de otra jornada de comprobaciones para el equipo nacional de atletismo en esta tercera prueba de confrontación. Como es habitual en febrero, el viento tuvo un papel protagónico, especialmente en las pruebas de velocidad y saltos, influyendo en los desempeños de los atletas.

A diferencia de ediciones anteriores, los resultados en términos generales no fueron los más alentadores, marcados por fluctuaciones en los rendimientos de varios competidores.

En los 3000 metros con obstáculos, Oleisy Ferrer registró 8:44.10, quedando apenas por encima de su mejor marca personal (8:43.23). Por su parte, Mariam Y. López mostró una recuperación importante al marcar 10:46.80 PB, mejorando su tiempo previo de 10:52.23 en 2023.

En longitud, Jorge Odelín alcanzó 7.66 metros, en martillo, Ronald A. Mencía llegó a 73.52 metros, lejos de su 76.91m previo, mientras que Yaritza C. Martínez alcanzó 64.21 metros.

En bala, Juan C. Vázquez firmó 19.11 metros, su mejor marca de la temporada y queremos detenernos específicamente en este caso Desde fuera, sin acceso directo a la planificación ni a los objetivos específicos que se han trazado entrenadores y atletas, los datos de estas pruebas de confrontación nos ofrecen un panorama interesante para el análisis.

Si miramos su progresión en las tres pruebas realizadas, el patrón es claro:

  • 1ra prueba: 18.02m
  • 2da prueba: 18.89m
  • 3ra prueba: 19.11m (SB – mejor marca de la temporada)

Cada presentación ha significado una mejora progresiva, una señal positiva en términos de rendimiento y consistencia. Más allá de si estos registros se alinean con los objetivos internos del equipo, el avance en cada prueba sugiere que Vázquez está en una fase ascendente. Este tipo de tendencia es clave en un ciclo competitivo, ya que indica ajustes técnicos y físicos que están surtiendo efecto.

De vuelta a lo sucedido en «El Coloso del Este», las condiciones ventosas fueron especialmente evidentes en el 100 metros vallas femenino, donde Jocelyn L. Echazábal registró 12.90w con viento a favor de 3.7 m/s y 12.89w con 2.6 m/s, tiempos que no pueden ser homologados por la alta velocidad del viento.

En conclusión, esta tercera prueba dejó más dudas que certezas, reflejando un comportamiento inestable en el rendimiento de los atletas cubanos en esta fase de preparación. Las condiciones climáticas jugaron en contra, pero también se evidencian desafíos en la consolidación de marcas que serán claves de cara a los próximos eventos.

El Memorial Jesús Molina será una prueba clave para muchos de ellos. Este evento marcará un punto de referencia importante para esta primera etapa de la preparación. Allí se podrá valorar si estas oscilaciones han sido parte del proceso o si es necesario hacer ajustes. Nos vemos en la pista.