En 1998, Madonna, reina del Pop, se encontraba en Milán enrolada en la grabación de una película. Para ese entonces, andaba deseosa de conocer la urbe italiana, por lo que pidió a Ronaldo, el delantero estrella del Inter de Milán, que le mostrara la ciudad de la moda.
No conozco los pormenores de ese encuentro. Sin embargo, comprendo que una diva como Madonna recurriera a los servicios de guía turístico del futbolista brasileño.
Ronaldo Luís Nazário de Lima “Ronaldo” se había convertido en una de las figuras más mediáticas del mundo. Inició su carrera en el Cruzeiro de Belo Horizonte, con 17 años arribaba al PSV Eindhoven y en la temporada 1996-97 encandilaría al mundo al marcar 47 goles en 49 partidos con el FC Barcelona.
Para la campaña siguiente, los parciales del Inter enloquecieron cuando Massimo Moratti anunció el fichaje del “Fenómeno”. Como negriazul R9 obtuvo un Copa UEFA. Graves lesiones en su rodilla le impidieron rendir lo que se esperaba. Luego saldría al Real Madrid en 2002 por diferencias con el estratega Héctor Cúper.
Aunque coincidió con excelentes jugadores en la Casa Blanca como Zinedine Zidane, David Beckham, Luis Figo, Roberto Carlos, entre otros, no pudo levantar allí el único trofeo que le faltó en su carrera: la Champions League.
Cuando Ronaldo llegó al AC Milan en 2007, al no entenderse con Fabio Capello en el Madrid, implantaría uno de los récords más interesantes de la historia del balompié: ser el único jugador en disputar los clásicos Milan-Inter y Madrid-Barça con cada uno de esos equipos. Además, marcó con los cuatro conjuntos en sus respectivos derbis.
Ya sin más bríos que los de su trayectoria en sí, R9 se retiró al servicio del Corinthians de su país. Resentido de sus rodillas, con un trastorno del peso corporal debido a un hipotiroidismo, aquellos sprints que hacía tras el balón, aquellos regates a los porteros y sus bicicletas quedaron atrás.
No obstante, vestido con el uniforme de la canrinha, Ronaldo se volvió referencia para millones de niños que le vieron arrasar con Brasil.
Asistió a tres finales de Mundial de forma consecutiva (1994,1998 y 2002). En las dos primeras no tuvo protagonismo porque en el 94 era demasiado joven y en el 98 sufrió espasmos y vómitos, pero en la de Corea del Sur y Japón superó dos veces al arquero alemán Oliver Kahn para que el Scratch sumara la quinta estrella a su escudo.
En la cita mundialista de Alemania 2006 “El fenómeno” implantó registro histórico de goles en Copas del Mundo (15) hasta que el germano Miroslav Klose lo superó en 2014. Dos Copas América y una Confederaciones redondean su palmarés internacional.
Ayer, 22 de septiembre, celebró sus 43 años. Mediante sus redes sociales varios futbolistas le felicitaron. Otros lo recordaron mientras observaban sus videos, y algunos, como usted leyendo este comentario.
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