Por: Liván Ramos Danger y Lilian Cid Escalona/Deporcuba

 El apellido Duany está muy ligado al desarrollo deportivo de Cuba, Colombia y México. Se escucha con frecuencia en el mundo del Atletismo y del Baloncesto, asociado a resultados de clase mundial en ambos deportes.

Recientemente, Raúl Duany Bueno confesaba a Deporcuba, que había llegado al atletismo motivado por haber visto competir en televisión a su tío Ubaldo Duany en la prueba de salto de longitud. Precisamente Ubaldo es el responsable de los resultados de la colombiana Catherine Ibargüen, habiendo guiado a la multicampeona a la prueba de triple salto, donde ha brillado con títulos mundiales y olímpicos.

Con Ubaldo conversamos para repasar las particularidades de la trayectoria de un hombre que es dueño de una marca personal de 8.32m y que fue multimedallista en juegos centroamericanos.

También participó en el Campeonato Iberoamericano de Ciudad México en 1988 y el Campeonato Mundial bajo techo de Hungría 1989.

Es miembro de una familia deportiva

Quiero comenzar significando que soy cubano, nacido y criado en Cuba. Soy un resultado del sistema deportivo cubano. Pasé por todas las estructuras y fui pionero en la Base de Atletismo de Santiago de Cuba, graduado de la Universidad del Deporte Comandante Manuel Fajardo.

Aunque di mis primeros pasos como entrenador en el municipio de Arroyo Naranjo, mi formación se la debo a la provincia de Artemisa. Desde mi llegada a la ESPA Nacional de Artemisa me vinculé al atletismo. Por varios años fui el Jefe de Cátedra de Atletismo y fui de los que se vinculó a la construcción de la pista de atletismo que hay allí y que nos llevó a ser segundos a nivel nacional como equipo.

Y sobre tu pregunta, pues así es, vengo de una familia totalmente deportiva. Mi hija y seis sobrinos son licenciados en Deporte, Cultura Física y Recreación. Fíjate que estoy a punto de convocar al certamen anual para seleccionar el entrenador del año en la familia (risas).

Todos mis sobrinos se han destacado en su profesión, como atletas y como entrenadores. Mi sobrino Raúl, que trabaja actualmente en México, tiene un excelente desempeño que lo ha llevado a ser un ejemplo a seguir por todos nosotros. En cualquier momento debe llegar a tener deportistas de nivel mundial, porque sus conocimientos y potencial como entrenador me sobrepasan ampliamente.

Estamos esperando por su despunte, es cuestión de que ese grupo de factores subjetivos y objetivos que categorizan un resultado deportivo terminen de alinearse para catapultar su persona a planos estelares. Es un excelente entrenador, con vastos conocimientos, eso puedo asegurarlo.

 Sus mayores éxitos en el alto rendimiento se asocian al salto de longitud, sin embargo, usted llegó al equipo nacional como saltador de altura, ¿Cómo se produce el tránsito de especialidad?

 Yo soy de una promoción de atletas que llegó a la ESPA Nacional cuando esta tenía su sede en el municipio Playa. Fui promovido en la especialidad de salto de altura y trabajé con el profesor Guillermo de la Torre. Posteriormente me trasfiero al salto de longitud debido a una lesión que tuve en el tobillo. Allí fui entrenado por Marina Samuels y compartí con atletas como David Giralt, Agustín Newlan y Milán Matos, en sus últimos años en activo.

 

Tenemos amigos en común que siempre recuerdan los grandes duelos entre Milán Matos, David Giralt (padre), Jaime Jefferson y usted en las Copa Cuba y los Barrientos de la década de 1980: ¿Cómo recuerda esos años?

En 1980, con motivo de los Juegos Olímpicos se hizo una reestructuración en el equipo nacional, y me enviaron a la Base Nacional de Santiago de Cuba, a trabajar con el profesor Rolando Diez Siret que fue el artífice de mis resultados internacionales. Con el logré los 8.32 metros que fueron lo mejor que logré en la vida. –

En los años 80, la supremacía era de atletas como Matos, Giralt y Agustin Newlan. Ellos me aconsejaron mucho y fueron importantes en mi identificación con el salto de longitud. En 1981, en la Universiada, logré un bronce que fue un paso importante en mi carrera ya que a partir de ahí fui la primera figura de Cuba en esta prueba hasta que apareció Jaime Jefferson

Esos años marcaron una época dorada para el área de saltos (más de cinco atletas por encima de 17 metros, otros tantos por encima de 8 metros en la longitud y al menos tres con resultados de 2.20 metros o más en la altura), donde la rivalidad era creciente y para clasificar a una competencia internacional había que ser realmente buenos. Había excelentes resultados en todas las categorías…

 

¿Es casualidad que los tres se convirtieran en grandes entrenadores, con atletas multimedallistas a nivel internacional?

Muchos de los atletas que estábamos en esa época veníamos de una escuela muy competente, con entrenadores excelentes como Godoy, Bandera o Marina Samuels. Esto propició que nos formáramos con fuertes fundamentos y el conocimiento que adquirimos como atletas es lo que está presente en las generaciones de talentosos entrenadores que han surgido después y que son los responsables de la formación de las nuevas promociones de atletas cubanos. Actualmente hay varios entrenadores con mucho potencial en Cuba que está dando la cara y guiando el atletismo cubano por la senda del triunfo.

 

 

En Colombia, en el marco del campeonato mundial sub 28 efectuado en Cali, asistí a un evento científico usted acuñaba el término pliometria invertida ¿Es la clave de sus resultados con Catherine?

 Ciertamente es algo que he venido exponiendo hace mucho tiempo y que es producto de muchos años de aprendizaje, de mis años como atleta y como entrenador.  He revisado bibliografías diversas para entender a fondo las ventajas de la pliometria para vincularla a nuestro quehacer sin que atentara contra la fisionomía del atleta, es decir, que no provocara constantes lesiones.

Existen muchos trabajos hechas en Cuba, también en Colombia o en los Estados Unidos, donde se exponía como varios atletas no habían podido continuar su carrera por lesiones provocadas por el uso de este tipo de métodos de entrenamiento. Se supone que produce una inflamación periostio que al separarse de la parte ósea provoca microfracturas en el tren inferior. Entonces encontré la pliometría invertida que es un método seguro y muy efectivo para trabajar en pos de lograr atletas más explosivos.

De la mano de este trabajo han llegado los resultados más importantes de mi vida como entrenador. Se ha puesto de manifiesto en la práctica con atletas no solo de Colombia sino de Puerto Rico y República Dominicana, con buenos resultados deportivos. Es un concepto que forma parte de mi sistema de entrenamiento y que he podido presentar alrededor del mundo, gracias también a la IAAF que me ha dado la oportunidad para compartir este conocimiento.

 

Durante su estancia en Puerto Rico y Colombia no solo ha entrenando atletas de saltos, sino que ha rectorado a velocistas, vallistas y hasta a atletas de las pruebas de medio fondo. ¿Cómo se las arregla para tener buenos resultados en áreas tan diversas?

 En Colombia he tenido que trabajar en diferentes áreas. Cierto es que Catherine Ibargüen es la más destacada, pero también puedo resaltar a Felipa Palacios (100 y 200m), Rosibel García (800 y 1500m), Aniel Grueso, Álvaro Gómez, todos con resultados a nivel internacional. Quiero señalar que Francia Manzanillo, Jerónimo Gulu y Yolanda Osana que no son colombianos, pero han tenido resultados como parte de mi grupo de trabajo y han tenido resultados a nivel del área geográfica. Son, como dices, atletas de diversas áreas, hemos realizado una labor bien diversa, lo mismo hemos atendido atletas de vallas, que, de saltos, que de pruebas múltiples.

 Creo que he podido manejar tantas pruebas fundamentalmente guiado en la gran experiencia que adquirí durante mis años como jefe de cátedra de atletismo en Artemisa. Unido a ello debo agradecer a los excelentes profesores que tuve en Cuba como por ejemplo Heraldo Romero Frómeta que fue mi tutor de tesis en el Fajardo. Aprender de todos ellos es lo que me ha hecho ser, digamos, un entrenador, multifacético.

 

 

El deporte colombiano está en un excelente momento. Prueba de ellos son los resultados destacados que ha obtenido en juegos multideportivos. Según su experiencia, ¿a qué se debe este repunte?

Los resultados deportivos de Colombia en los últimos tiempos no son casuales, son el fruto de un trabajo de años. Colombia ha venido trabajando en diversos deportes, se han hecho inversiones importantes en proyectos de trabajo para desarrollar el deporte. Este es un proceso que solo está dando sus primeros frutos, los resultados se van a mantener.

 

En la pasada temporada hemos visto a Catherine Ibargüen incursionar, con resultados de mucho nivel, en la prueba de salto de longitud.

 Los resultados de Catherine esta temporada en el salto de longitud son el reflejo de un trabajo que veníamos realizando. De vez en cuando queríamos sacar a relucir esta arista pero algunos factores se conjugaron para que no se sucedieran. Pero gracias a dios este año pudo competir y todo salió tal cual lo habíamos planeado.

 

¿Sostendrá esta dualidad de participaciones en la temporada de 2019?

 Pienso que haremos alguna que otra incursión en la longitud, pero solo para potenciar algunos factores de índole psicológica que nos ayuden a sostenernos con resultados de élite en nuestra prueba que es el salto triple.

 

De regreso a Cuba, ¿Cómo valora el estado actual del atletismo cubano?

 Con relación al atletismo cubano pienso que es una semilla sembrada hacen muchos años por lo cual siempre va a estar produciendo frutos. Lo accidentado es el volumen de atletas que deciden no competir por Cuba y también el grupo de entrenadores que estamos fuera y que no aportamos directamente a los resultados de nuestro país. Es un asunto que lacera los planes y los objetivos del deporte en el país, y es algo que veo con un poco de tristeza.

 

Para despedirnos algo que quieras compartir con los lectores de nuestro blog.

Yo soy cubano, nacido y criado en Cuba. Soy un resultado del sistema deportivo cubano. Pasé por todas las estructuras y fui pionero en la Base de Atletismo de Santiago de Cuba, graduado de la Universidad del Deporte Comandante Manuel Fajardo.

Me gustaría compartir el deseo que tengo de que un día, podamos todos, volver a estar en Cuba y representar a la Patria que nos vio nacer y que nos forjó como los profesionales que somos hoy. Tengo la esperanza de que un día podamos ver a nuestro país recogiendo todo el fruto del talento que ha cultivado en el campo del deporte.