Por Eddy Luis Nápoles Cardoso
La tercera edición del Memorial Molina ha llegado a su fin, honrando la memoria de Idalberto Jesús Molina Hernández, quien fuera un pilar del atletismo cubano e internacional. Molina desempeñó roles clave, desde la Federación Cubana hasta la antigua IAAF, hoy World Athletics, dejando un legado que este evento busca perpetuar.
El certamen dejó actuaciones memorables, comenzando con la guantanamera Anisleidis Ochoa, quien estableció un nuevo récord nacional en los 10 000 metros (33:13.0) y además se impuso en los 5 000 metros (16:04.5). Junto a Mariam López, en los 3 000 metros con obstáculos, su desempeño refleja un resurgir del fondo cubano.
Otro destello de esperanza lo brindó el tunero Yander Herrera, al detener los relojes en 13.44 segundos en los 110 metros con vallas, un registro sin precedentes entre los juveniles cubanos. Esta prueba ha sido cuna de glorias como Dayron Robles (13.46), Alejandro Casañas (13.55) y Anier García (13.63), y la marca de Herrera podría marcar el inicio de una nueva era.
En los 800 metros, la camagüeyana Daily Cooper, tras su preparación en la altura mexicana, dominó sin oposición con un tiempo de 2:01.63 minutos, una marca que, aunque lejos de su mejor versión, representa un punto de partida para la temporada veraniega.
El santiaguero Luis Enrique Zayas, recién llegado de Europa, mostró estabilidad en el salto de altura (2.25 metros), aunque sin alcanzar los 2.28 metros que daban acceso directo al Mundial de Nanjing. Sin embargo, las actuaciones de Diosber Hernández y Manuel E. Rodríguez (2.16 metros) dejan señales positivas para Asunción 2025.
Otros atletas que reafirmaron su estabilidad competitiva fueron:
- Reynaldo Espinosa (10.16s en 100m)
- Ronald Mencía (75.89m en martillo)
- Juan Carley Vázquez (19.40m en bala)
- Dacsy Brisón (1.88m en altura)
Entre los juveniles destacaron:
- Jorge Odelín (7.78m en longitud)
- Gian Carlos Baxter (16.49m en triple salto)
El cienfueguero Daisel Vilches evidenció una notable progresión en los 400 metros con vallas (52.48s), al igual que Josmi Sánchez, quien elevó su récord personal en decatlón a 7 825 puntos. Mientras tanto, el jabalinista Edel Borundarena, aunque aún lejos de la élite, continúa su avance con 76.01 metros.
En el relevo, una cuarteta sub-23 conformada por Giorvis Domínguez, Reynaldo Espinosa, Luis Valle y Yander Herrera, marcó un interesante 39.84s en el 4×100 metros, con potencial de mejora rumbo a Asunción 2025.
Uno de los regresos más esperanzadores lo protagonizó la tunera Mariam López, quien tras un 2024 plagado de lesiones, mostró signos de recuperación en los 3 000 metros con obstáculos (10:27.0 minutos), ubicándose tercera en el ranking cubano detrás de Yoslín Ocampo (9:58.7) y Milena Pérez (9:59.0).
En los 100 metros con vallas, aunque con viento ilegal (+2.5 m/s), se vivió una final inédita en Cuba, con tres corredoras por debajo de los 13.00 segundos: Greisys Roble (12.81s), Lisyanet Ruiz (12.94s) y Jocelyn Echazabal (12.96s), lo que confirma el buen momento de esta especialidad.
Otros progresos individuales incluyen:
- Dianelys Alacán (6.27m en longitud)
- Betsi Casanova (58.92s en 400m con vallas)
- Dailín Sierra (1.79m en altura)
No obstante, algunas pruebas continúan en declive, como la jabalina femenina, que en el pasado regaló campeonas olímpicas y múltiples medallas internacionales, pero que en esta edición del Memorial Molina apenas alcanzó una marca ganadora de 48.57 metros, una de las más bajas en la historia reciente del evento.
Así concluye un Memorial Molina que dejó destellos sobresalientes, marcando el renacimiento de algunas pruebas y evidenciando el desafío de rescatar otras.
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