Por Angel Cruz
La rusa Mariya Lasitskene venció en la reunión internacional de Madrid con dos metros y consiguió su victoria consecutiva número 34. Una racha extraordinaria, desde luego, y que seguro que se extenderá aún más. Pero hay otras rachas más largas, alguna de ellas impresionantemente prolongadas. Veamos algunas de ellas, aunque no quiero que la relación sea excesivamente exhaustiva.
Sin ir más lejos, entre las atletas actuales la más invencible es la martillista polaca Anita Wlodarczyk, plusmarquista del mundo y que colecciona 43 victorias consecutivas desde 2014 a 2017. También impresionante.
Pero el récord de los récords de racha de imbatibilidad lo tiene la saltadora de altura rumana Yolanda Balas, llamada La Mujer Tijera porque empleaba el rudimentario estilo de la tijereta. Y con esa forma de saltar, que es un arcaismo desde hace muchos años, llevó la plusmarca mundial desde 1,75 (1956) a 1,91 (1961). Su marca, comparada con la que ahora obtiene Mariya Lasitskene y otras muchas atletas, parece poco importante, pero hay que colocarla en su contexto. Entonces era formidable, porque saltaba con auténticos zapatones, sobre tierra, sorteando un listón de hierro, cayendo de cualquier manera… Un registro de 1,91 es extraordinario. Y enlazó nada menos que 140 victorias consecutivas.
No mucho más lejos estuvo el estadounidense Edwin Moses, que sumó 122 contando eliminatorias y finales. Las consiguió entre 1977 y 1987, a lo largo de nueve años, nueve meses y nueve días. La racha se quebró el 4 de junio de ese último año, en el ahora derruido (y en próxima reconstrucción) Estadio de Vallehermoso. Le venció su compatriota Danny Harris, con marcas respectivas de 47.56 y 47.69. Y mientras prácticamente nadie hacía el menor caso a Harris, Moses dio una triunfal y casi interminable vuelta a la pista entre gritos de “¡Moses, Moses, Moses!”.
Edwin cobró de los organizadores (Unipublic) dos millones de pesetas de entonces, y Danny Harris 25.000. Éste no sabía que iba a enfrentarse a Moses y, antes de correr, les dijo: “Si llego a saber que viene él os pido mucho más dinero, porque le voy a ganar”. En los Mundiales de ese mismo año Moses se vengó y se proclamó campeón. Harris tuvo posteriormente problemas de dopaje y de drogas. Una pena.
Otro gran ejemplo de racha victoriosa es el norteamericano Parry O’Brien, que sumó 116. Perfeccionó el estilo lineal de lanzamiento de peso, el que aún practica un buen número de lanzadores, aunque muchos otros han optado por el giratorio. Llevó el récord mundial desde los 18 metros de 1953 hasta los 19,30 de 1959.
Carl Lewis enlazó 65 victorias consecutivas en longitud entre 1981 y 1991. Lo curioso es que la racha se rompió nada menos que en la final de los Campeonatos Mundiales de Tokio 1991, en la que le batió Mike Powell, con récord mundial de 8,95 metros. King Carl llegó a 8,91 con viento favorable y 8,87 reglamentarios. Y pronunció su famosa frase: “Nunca pensé que saltando más que Bob Beamon iba a perder”.
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