leinier dominguez Por René Navarro Arbelo

Soy y seré uno de sus miles de admiradores. Nací, viví y me formé durante mi niñez, juventud y hasta la edad de 52 años en dos territorios vecinos de la actual provincia Mayabeque: Madruga y Güines. Del segundo de ellos procede uno de los exponentes más importantes del deporte de la isla en este siglo. Un compatriota universal que comenzó a hacer historia desde que era un alumno de la enseñanza primaria. Quizás sea hoy uno de los cubanos más conocidos del planeta.

Su nombre ocupa desde hace tiempo titulares y espacios en los medios de difusión de decenas de países; me refiero al Gran Maestro Leinier Domínguez Pérez. No es únicamente el ídolo de Güines- como se reitera en la prensa nacional -, no, su trascendencia llega mucho más lejos: es un fiel y respetado representante de Cuba en cualquier lugar del mundo y para orgullo nuestro el número 1 del ajedrez latinoamericano. No soy poseedor de cifras que me permitan conocer los cientos de millones de personas que alguna vez se enfrentaron a un tablero y sus correspondientes piezas, pero con casi total seguridad el ajedrez se sitúa entre los preferidos.
Por suerte de la vida tengo nexos con esa familia desde hace casi medio siglo, cuando Leinier no soñaba nacer. Mi amistad se inició con su abuelo materno, el prestigioso cirujano Dr. Luis Pérez Abreu. Fallecida tempranamente la madre de Leinier y su hermano Lemay – muy pequeños ambos- quedaron bajo el abrigo de papá Aurelio y sus queridos abuelos. Ejemplar educación recibieron esos niños de 9 y 6 años, respectivamente.
Hoy Leinier tiene 30 años de edad y no conozco a nadie dentro de su vecindario, antiguos ex compañeros de estudio, ajedrecistas, entrenadores o autoridades que me expresen algo que no sea halagos, respeto y simpatías hacia su persona. Creo que es uno de los seres más comunicativos que he conocido en nuestro sector, dispuesto siempre con la mayor humildad y franqueza a brindar su apoyo a todos sus amigos y conocidos. Mis homólogos de la prensa son testigos de sus virtudes y todo lo que hace por el bien del ajedrez cubano. Pienso que si existe en la actualidad un paradigma de deportista, Leinier tiene el lugar más alto del podio dentro del movimiento deportivo nacional del presente siglo.
Si de resultados se trata, ahora mismo en el Tata Steel con sede en Wijk aan Zee, Holanda, el güinero sigue ganando unidades para su coeficiente universal.
Según el ranking en vivo, el mejor trebejista de nuestro país va rompiendo el alto récord de Latinoamérica de 2757 que impuso en junio del 2013 al vencer en el Grand Prix de Salónica, Grecia. Ahora, el antillano entró por primera vez en el Top Ten y se ubica en el puesto 10 con 2760, 9.
En el Tata Steel, Leinier tiene una unidad menos que el muy conocido Levon Aronian y se halla a media de su escolta Karjakin, pero todavía restan desenlaces que pudieran variar la tabla final de posiciones. Lo cierto es que el debut de Leinier en este 2014 es ambicioso y nos puede deparar otras inmensas satisfacciones.