A lo largo de nuestra historia, varias pruebas se erigieron como estandartes de los triunfos en la arena internacional, entre las que podemos citar, los 800 metros (M-F), los 110 con vallas, el lanzamiento del disco (M-F), el salto de altura (M-F), el salto de longitud y el lanzamiento de la jabalina (F), entre otras.

Precisamente a esta última especialidad quiero referirme hoy, porque es una prueba que vivió grandes momentos en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, gracias a figuras como María Caridad Colón y Osleidys Menéndez, pero un segundo grupo de jabalinistas, también brilló con luz propia en eventos foráneos, como fueron los casos de, Sonia Bisset, Xiomara Rivero, Mayra Vila, Ivón Leal e Isel López.

Dando un vistazo al pasado cercano, tenemos que en dos períodos diferentes, al menos, cinco jabalinistas criollas lograron rendimientos anuales superiores a los 60.00 metros, primero, de 1985 a 1989 y posteriormente, de 1995 a 1998, una cuota que resulta infranqueable para las actuales generaciones de lanzadoras. Otro dato que muestra el descenso de la especialidad, está dado, por la diminución de atletas que arriban a esa propia marca. El 5 de julio de 1996, la matancera Olisdeilys Menéndez, conocida durante su carrera deportiva como Osleidys, se convertía en la decimonovena atleta en superar la barrera de los 60.00 metros, mientras que en los posteriores 23 años, solo lo han logrado siete atletas.

Estos sencillos ejemplos nos muestran el retroceso que ha venido experimentando la prueba y ante esta problemática, pudieran derivarse varias interrogantes, cómo pueden ser ¿Ha existido el talento en las categoría escolares?, ¿Es correcta la selección de talentos?, ¿Están debidamente capacitados los entrenadores actuales?, ¿Se aplica correctamente la metodología del entrenamiento deportivo, teniendo en cuenta, la edad?, entre otras.

En relación a la primera interrogante, abordaré a continuación y es que partiendo de 1999, fecha del cambio de implemento en el sexo femenino, tomado como parámetro los 43.00 metros y descartando las características físicas, han pasado por esta especialidad, unas 50 atletas, entre las edades de 14 y 19 años, con ciertas aptitudes para la prueba. De ese medio centenar, cerca de la mitad ha tenido presencia en algunas de las estadías, en la máxima expresión del alto rendimiento, dígase, la preselección nacional, para cadetes, juveniles o de mayores.

Nombres como los de las cienfuegueras Yuneisy Rodríguez (55.09) y Lídice González (52.33); las granmenses Yanet Guillén (49.89), Yanet Cruz (63.50) y Yulenmis Aguilar (63.86); las santiagueras Tania Bell (49.00), Yainelis Riveaux (63.18) y Marisleisys Duarthe (55.80); las guantanameras Lismania Muñoz (59.29), Yeniuska Mirabal (49.92) y Mailén Brooks (55.62); las tuneras Yailín Pérez (52.02) y Yadira Tani (49.60), las villaclareñas Migdelnis Bulnes (49.10) y Nivia Méndez (55.57); la avileña Ismaray Armenteros (56.34) y la habanera Dayamit Delgado (57.99), entre otras, constituyen la confirmación del talento presente en la prueba.

Ninguna de esas talentosas jabalinistas, por diferentes motivos, logró consagrarse en el Equipo Nacional y menos aún, en la arena internacional, incluso, algunas de ellas, nunca fueron convocadas a esa instancia. Con la despedida de Sonia Bisset (2008) y Osleidys Menéndez (2011), las últimas dos mejores exponentes, la especialidad acabó perdiendo el rumbo, pues, desde antes, no se vislumbraba el relevo de estas simpares atletas.

Posterior a la retirada de Sonia y Osleidys, solo tres atletas han logrado superar los 60 metros, Yanet Cruz, Yainelis Riveaux y Yulenmis Aguilar, pero todas mostraron inestabilidad en sus rendimientos. Yanet, logró con 20 años, 60.84 y al momento de su salida del equipo nacional en 2012, exhibía 63.50, obtenidos el año anterior, por su parte, Yainelis a los 22 años, lanzó 63.18 y en los tres posteriores, no pudo mejorar esa cuota; mientras que Yulenmis, todavía activa, con 19 años, lanzó 63.86, récord mundial juvenil (Edmonton, 2 de agosto de 2015), luego, el 28, durante el campeonato mundial de Beijing, logró un envío de 60.52 metros, constituyendo hasta el presente, junto al 60.29 del pasado año, sus únicos lanzamientos sobre los 60 metros.

En los últimos cuatro o cinco años ha sido fugaz la existencia de las jabalinistas criollas en el alto rendimiento nacional, atletas como Lismania Muñoz, cuarta y sexta en los mundiales junior de Barcelona (2012) y Moncton (2010); Ismaray Armenteros, sexta en Barcelona (2012) y más reciente aún, Marisleisys Duarthe, titular entre cadetes en Nairobi 2017, ya terminaron su carrera deportiva, mientras que Yulenmis Aguilar, plata en Donetsk 2013 y vigente recordista mundial juvenil, no ha conseguido aproximarse a lo realizado en la temporada 2015.

Ante este raro panorama, es preocupante el desarrollo futuro que puedan tener atletas como Melissa Hernández (18 años), Mailen Brooks (19 años), Thalía López (18 años) y más aún, la jovencita de 16 años Yicelena Vallar, quien el pasado 1°de junio, lanzó ¡56.52! metros, logrando, además, una impresionante serie (50.52/51.58/51.82/52.74/56.52/54.12). Teniendo en cuenta que el modelo de jabalina cambió en 1999, este resultado de Vallar, es lo mejor obtenido por una atleta cubana menor de 18 años.

Suficientes ejemplos, que demuestran la presencia del talento en esta prueba, pero han desaparecidos los grandes resultados, a los que nos tenían acostumbrados las jabalinistas criollas en décadas anteriores. Habrá que darle tratamiento al resto de las interrogantes para encontrar las causas, solucionarlas y encaminar nuevamente el lanzamiento de la jabalina (F) por la senda de los triunfos.

Termino con estas palabras de una de las jabalinistas de la generación dorada, Sonia Bisset, expresadas en una reciente entrevista realizada por el colega Andy Bermellón, que ilustran la realidad actual.

“Yo entiendo que en la actualidad hay menos exigencia sobre los atletas, si existiera la exigencia y disciplina que nosotros teníamos, tuviéramos mejores resultados, hoy se les está dando a los atletas ciertas condiciones que nosotros no tuvimos, en cambio, los resultados son más discretos, antes competíamos por amor a la patria, la Revolución y hoy no sé qué pasa”