Por Eddy Luis Nápoles Cardoso/Especial para DeporCuba
La tierra del Sol Naciente fue la sede del Tercer Campeonato Mundial de campo y pista, el mismo se realizó entre el 23 de agosto al 1º de septiembre de 1991 y contó con la asistencia de 1571 atletas procedentes de 167 países.
El Estadio Olímpico de Tokio fue testigo de varios hechos trascendentales como fue el fin de la “Era Beamon” en el salto de longitud, el fin del dominio victorioso de Carl Lewis en esta propia disciplina, pero al mismo tiempo sirvió para que el mismo King Carl llegara a tres títulos en los 100 metros y en el relevo 4 x 100, con récord mundial en ambos casos. También en la capital japonesa lograron sus terceros títulos los estadounidenses Greg Foster (110 c/v) y Jackie Joyner-Keerse (heptathlon), los soviéticos Sergey Bubka (pértiga) y Tatyana Samolenko (3000 mp).
En total se implantaron tres récords mundiales, el más fenomenal; los 8.95 de Mike Powell en longitud, dejaba atrás más de 22 de historia y rompía una cadena de casi diez años de imbatibilidad de Carl Lewis; los otros, bueno los 9.86 de Lewis en 100 metros y los 47.50 del relevo corto estadounidense que un poco compensaban la tristeza de King Carl por la derrota en longitud.
En el medallero por países se despedía la Unión Soviética logrando el lugar con 283 puntos, seguida de Estados Unidos con 249 y para el tercero la Alemania unificada con 194 unidades
Los cubanos después de ganar los Juegos Panamericanos de La Habana, emprendieron el viaje hacia el Lejano Oriente con más de una veintena de atletas, liderados por Javier Sotomayor, flamante recordista mundial de salto de altura y por Ana Fidelia Quirot, titular de la Copa del Mundo de 1989, cuyos papeles protagónicos fueron compensados con sendos subtítulos en sus respectivas disciplinas.
Ana Fidelia quien ya era toda una consagrada en los 800 metros, salía como una de las favoritas al título y así fue venciendo todas las fases de la competencia, hasta llegar a la final, ya en esta carrera se topó con la soviética Lilia Nurutdinova quien la venció por apenas cinco centésimas de segundos, con 1:57.50 por 1:57.55 de la Quirot, atrás quedaron la rumana Ella Kovacs, la alemana Cristina Wachtel y tres atletas que en lo adelante se hablaría mucho de ellas, la mozambicana María Mutola, la soviética Svetlana Masterkova y Letitia Vriesde de Surinam.
Por su parte Sotomayor que saltó 2.36, era superado por el estadounidense Charles Austin con 2.38, pero dejaba en la sombra a toda una constelación de estrellas, encabezados por Hollis Conway, Dalton Grant, Troy Kemp, Patrick Sjöeberg, Dragutin Topic, Igor Paklin, Arthur Partyka, Steiner Hoen y Rudolf Povarnitsin, en tanto su paisano Marino Drake lograba el quinto lugar con 2.34.
En este mundial el campo y pista cubano tuvo además otros ocho finalistas y entre ellos destacan nuevamente el cuarto lugar de Roberto Hernández en 400 metros, ahora el matancero fue superado por Antonio Pettigrew (USA), Roger Black (GBR) y Danny Everett (USA); el relevo 4 x 100 femenino lograba el sexto lugar con 43.75 en final dominada por Jamaica con 41.94; en séptimo se ubicaron Yoelbi Quesada en triple salto con 16.94; Aliuska López en 100 con vallas con 13.06 y Dulce M. García en la jabalina con 62.68; mientras que en el octavo quedaban Roberto Moya en disco (61.44) y el relevo largo masculino con 3:05.33 minutos.
El noveno lugar en la final de 12 fue para Jaime Jefferson en salto de longitud y Belsi Laza en la impulsión de la bala, en tanto Martiza Martén era décima y Bárbara Echavarria duodécima en disco. Hasta las rondas semifinales arribaron Alexis Sánchez en 110 con vallas, Liliana Allen en 100 metros, Julia Duporty en 200 metros, Odalys Adams en 100 con vallas y los relevos 4 x 100 masculino y 4 x 400 femenino. El Campeón Panamericano de la maratón, el capitalino Ignacio Alberto Cuba se ubicaba en el puesto 30 con 2 horas, 32 minutos y 37 segundos.
En resumen el atletismo cubano lograba en Tokio, dos medallas de plata, diez finalistas que reportaban 33.5 puntos, validos para el undécimo lugar entre 167 países, la mejor ubicación hasta ese momento.
47.50 el relevo corto masculino?
Lo correcto debía 37,50 s. de la cuarteta norteamericana en los 4x100m.
Lo mismo Sotomayor que Quirot cometieron errores tácticos en sus respectivas competencias, por demás que se comenta que én esa época ellos estaban poco concentrados en el deporte.
Me imagino que esos atletas lo mismo que otros más cuando alcanzan una determinada edad se sentirán algo frustrados por haber dejado pasar buenas oportunidades por no estar en el corto tiempo que le dedican al deporte activo solo para esto. Así algunos dejen pasar quizás la ocasión de su vida.
En los dos casos mencionados tuvieron la suerte de no haber participado por última vez en un mundial y lograron sus dos medallas de oro años más tarde.
Ah, pero también se supo años más tarde que Nurutdinova dopaba.
Lo de Ana Fidelia con las olimpiadas es lo mismo que Casana y Silvio Leonard que sin la participacion de los americanos se dejo quitar el oro por un desconocido y Casanas era el eterno plata de Ana que decir era una fortaleza pero no supo anteponer el deporte a otras cosas,Mutola sin tener su calidad gano oro.
Las corredoras en esa epoca en 800 ninguna tuvo el potencial de Ana Fidelia pero si fueron mas inteligentes incluso hoy dia los tiempo de Ana siguen siendo abismales tanto en 400 como en 800,Ana las venceria a todas,mastercova fue fugaz solo estuvo en la olimpiada para ganarle a Ana que en toda la carrera estuvo vijilando a Mutola que le sucedio lo mismo,Letitia creo nunca vencio a Ana ah si en unos Centro Americano recien se recuperaba ella de aquella trajedia,las alemanas se dopaban y Nurutdinova fue flor de un dia,que triste ver como se acabo aquello ya no hay atletas que nos emocionen como aquellos aqui tengo un video de la final de 100 metros en 1996 y se ve a Silvio en las gradas con una tristeza increible porque en realidad era uno de los favoritos pero su estrella choco con un aerolito y se esfumo.