Especial para CubaxDentro
Estados Unidos es el Campeón Mundial del voleibol femenino. Lo han conseguido en Italia 2014 con victoria en cuatro sets (25 – 27, 20 – 25, 16-25, 26-24) ante su similar de China. Lo han conseguido y es la primera vez en su historia luego de haber coqueteado con el galardón en las ediciones de 1967 y 2002.
El equipo que dirige Karl Kiraly completó su paso por la edición 2014 de la cita universal con balance de 11 victorias y 2 derrotas. Apuntalando su resultado en la virtud de haber tenido el aplomo para resolver a su favor cada uno de los partidos claves: el choque ante Rusia (3-1) que les garantizó el avance a semifinales, la definición en esta propia instancia ante Brasil (3-0) y por supuesto, la gran final ante un equipo chino que de la mano de Lang Ping ya comienza a dejar huellas.
Las asiáticas, renovadas tras la llegada de la exitosa DT, cumplieron con el propósito de escalar posiciones y recuperar su espacio entre las grandes potencias del deporte. Este segundo lugar mejora sobremanera la actuación precedente donde habían sido décimas y les asegura regresar al podio del evento más importante del voleibol femenino tras una ausencia que se extendía desde 1998.
En tanto, el todopoderoso Brasil, portando todas las credenciales de equipo a derrotar falló en semifinales al caer ante Estados Unidos (25 – 18, 29 – 27 y 25 – 20) y quedó para el tercer lugar. Resultado que valido al imponerse a Italia en tie break.
Con la actuación, las dirigidas por Guimarães descendieron una posición en relación a sus subtítulos de las ediciones precedentes (2006 y 2010) y aplazaron, al menos por otros cuatro años, la realización del sueño de ganar el título mundial. Este es el único galardón que le falta a las “Meninas du oro” y es una ausencia que pesa, sobre todo para una generación como la actual, donde varias de sus integrantes se enfrentan al enigma de saber sí tendrán otra oportunidad para conseguirlo.
Con la caída de las sudamericanas la “maldición del Grand Prix” se fortaleció un tantico más. Desde 1993 cuando surgió esta competición, el equipo que lo gana en el año del mundial nunca ha podido coronarse.
Italia, finalmente ocupante del cuarto escaño, se ofreció a su público con una de las demostraciones más consistentes entre lo más reciente que puedo recordar de las europeas en los principales escenarios. Marco Bonitta apostó combinar en cancha la experiencia y serenidad de jugadoras legendarias como Eleonora Lo Bianco y Antonella del Core con la juventud de otras como la sensacional Valentina Diouf (2.02m) y tuvo resultados satisfactorios.
Crédito extra en este asunto de actuaciones lleva el papel desempeñado por República Dominicana. El equipo que dio la agradable sorpresa al incluirse en la final de seis y el que a la postre protagonizó el mayor repunte de una edición a otra, escalando desde el peldaño 14 hasta el este meritorio 5to lugar. Compartido, dicho sea de paso, con Rusia: un conjunto que iba por la hazaña del hat-trick y terminó siendo la gran decepción del torneo. Y es que las campeonas defensoras ofrecieron su peor demostración de los últimos tiempos a base de un juego mustio, totalmente desprovisto de sus encantos habituales. Por ello tuvieron que conformarse con cerrar la tabla entre las clasificadas a la tercera ronda; el resultado más discreto de su historia como Federación Rusa ya que desde que juegan bajo dicha denominación (edición de Sao Paulo 1994) siempre habían tenido lugar en el podio.
En el plano individual, la estadounidense Kimberly Hill se agenció la distinción de jugadora más valiosa (MVP, por sus siglas en inglés) y ocupó además uno de los puestos de atacadora auxiliar en el “equipo todos estrellas” del torneo junto a la espectacular bisoña china Ting Zhu. La selección de honor se completó con Thaisa Menezes (BRA) y Yang Junjing (CHN) en el centro, Alisha Glass (USA) como pasadora, la libero italiana Monica DeGennaro y Sheilla Castro (BRA) en las funciones de opuesta. Sobre esta última me permito acotar que, más allá cuanto pueda influir la posición final de los equipos, habría apostado por incluir en su lugar a Bethania de la Cruz. A fin de cuentas, la dominicana supo sostener el peso de las responsabilidades ofensivas de su elenco y anotó como nadie, hasta el punto de superar con amplitud las 300 unidades que valen para récord en estas lides.
Y a propósito de individualidades, es muy probable que esta versión rusa de Yury Marichev haya sido escenario de la última cruzada de una de las mejores, si no la mejor, jugadoras de voleibol que hemos tenido en lo que va del siglo XXI con su selección nacional: Ekaterina Gamova. Aunque es cierto que la gigante no estuvo a su acostumbrado nivel, anotó poco (139 puntos) y erró más de lo común, tampoco merece que la opinión publica de su país natal cargue abiertamente contra ella. Dicen, en medio del desconcierto que les abruma, que Gamova, una atleta que a sus 34 años guió a su Club, el Dinamo de Kazan, a otro título en la Liga local, a la victoria en la Liga de Campeones de Europa y durante una exhibición de poder en el Mundial de Clubes donde el Kazán también fue campeón, está acabada. Yo, la verdad, no lo pienso así, aunque – con tristeza- entiendo que es muy posible que no le veamos con Rusia, otra vez.
Posición final de los equipos Mundial Italia 2014
1. Estados Unidos, 2. China, 3. Brasil, 4. Italia, 5. Rusia, -. República Dominicana, 7. Japón, -. Serbia, 9. Alemania, -. Turquía, 11. Bélgica, –. Bulgaria, 13. Croacia, –. Holanda, 15. Azerbaiyán, –. Kazakstán, 17. Argentina, –. Canadá, –. Tailandia, –. Puerto Rico, 21. Camerún, –. México, –. Cuba, –.Túnez.
Hace mucho tiempo se lo merecian