En Retrospectiva: Historias del Campeonato Mundial de Moscú

El XIV Campeonato Mundial de Atletismo consiguió cifra récord de participación con 1970 atletas inscritos (1105 hombres y 865 mujeres) provenientes de 206 naciones; otra cota para la historia de estas lides. Y es que Moscú cumplió, desde la milimétrica organización de la que hizo gala hasta una victoria final de su comitiva deportiva que logró despertar inusitadas pasiones por un deporte que en la urbe del Kremlim anda bastante lejos de ser popular.

Un mundial marcado por la ausencia de 14 de los campeones de Daegu que terminó por atestiguar como diez de los ases de la cita sudcoreana revalidaron sus coronas mientras que 13 pruebas experimentaron la renovación total de su cuadro de honor.

Treinta y ocho naciones alcanzaron el podio, dos menos que en Daegu; dieciocho de ellas, con al menos un título.

Siete, finalmente devino en número clave para la delegación de Rusia que logró ganar su mundial con 7 de oro, 4 de plata y 6 bronce por delante de Estados Unidos (6-13-6) y Jamaica (6-2-1). El triunfo colectivo de los anfitriones los devuelve a un puesto que no ocupaban desde Edmonton 2001 donde con saldo de 5-7-6 superaron precisamente a Estados Unidos (5-5-3), histórico dominador de estos eventos.

Seis títulos fue el saldo total de la dupla jamaicana de Shelly-Ann Fraser-Pryce y Usain Bolt, con tres títulos percápita se convirtieron en los más destacados de manera individual.

Tres pruebas, el lanzamiento del martillo (78.80m ) y el relevo 4×100 (41.29) para damas y el salto de altura entre los hombres (2.41m) actualizaron sus registros ante miles de espectadores que progresivamente fueron colmando un Luzhniki devenido en digna sede para nueve días de espectáculo, con varios resultados y actuaciones para recordar.

Ahora, cuando el “testigo” de estas justas pasó a Beijing, donde para 2015 será el mítico Nido de Pájaro el escenario de las próximas historias para contar, hacemos un breve recuento de la cita moscovita.

TRIPLETAS DE USAIN Y SHELLY-ANN. JAMAICA REINA EN LA VELOCIDAD.

Usain Bolt y Shelly –Ann Fracer-Pryce se encargaron de sostener la enorme tradición de su país en las pruebas de velocidad. Sendos tripletes, en 100 , 200m y las postas cortas fueron suficientes para dejar a Estados Unidos herido de muerte; cargando, por demás, la pena por la ausencia en el podio de los 200m(f).

El binomio más laureado del mundial no solo suplió con títulos los espacios que los “positivos” de Verónica Campbell-Brown, Sherone Simpson y Asafa Powell habían dejado en la comitiva caribeña, sino que apuntaló con sus triunfos el tercer lugar de Jamaica (6-2-1) en el medallero final. Una actuación superior a los 9 metales (4-4-1) que alcanzaron en Daegu 2011.

En el plano individual Bolt continuó su faena y a su rosario de éxitos añadió otros tres títulos -100, 200 y 4×100- que aunque sin récords de por medio llegaron para redimir aquella salida en falso que en 2011 le impidió facturar el triplete. Con esta cosecha llego a ocho medallas de oro y un redondeó un total de 10 preseas (8-2-0) con las que supera a otros dos fuera de serie como Carl Lewis (8-1-0) y Michael Jhonson (8-0-0) para convertirse en el atleta masculino más laureado de todos los tiempos en mundiales. Incursión moscovita que lo reafirma entre los monstruos sagrados del campo y pista universal.

En lo que a Shelly-Ann se refiere, logró completó lo que desde Londres había salido a buscar, el doblete. Estupenda victoria en 100m y rentable carrera en los 200m, así como el título en el relevo corto que la validan como la más destacada entre las 865 mujeres que desfilaron por los 47 eventos convocados en el Luzhnikí.

El jamaiquino Usain Bolt amplió su legado, tres títulos: 100, 200 y 4x100m para convertirse en el atleta más laureado de la historia de los Campeonatos Mundiales

Shelly -Ann Fracer-Pryce hizo lo mismo y se convierte en la primera mujer que lo consigue

OTROS TRES CON TRES CORONAS AL HILO

Bolt se apuntó a la lista de los que logran la hazaña de ganar tres títulos consecutivos en mundiales, pero con él, se escapó otro trío: Britney Reese (salto longitud), Robert Harting (Disco) y Ezekiel Kemboi (3000 m con obstáculos); inamovibles del podio en 2009, 2011 y 2013. Mención especial para el incombustible Ezekiel Kemboi, en el podio desde Paris 2003 para sumar su sexta medalla en esta prueba.

ESTRELLAS NACIENTES

Bohdan Bondarenko (salto de altura) y Brianna Rollins (100mV) arrastraron titulares en su debut mundialista.

El ucraniano había sido un saltador promedio, de registros que no apuntaban a nada fuera de lo “normal” . Pero el muchacho aterrizó en 2013 con el deseo de revolucionar una especialidad que por muchos años estuvo condenada a las victorias con alturas discretas. Un afán que va surtiendo los primeros efectos; dos veces ha estado por encima de los 2.41 en la temporada: lo hizo en Lausanne el 4 de julio y lo repitió en Moscú, para ganar el oro y establecer un nuevo record para los Campeonatos Mundiales, dejando por detrás los 2.40m que desde Stuttgart 1993 estaban en poder del cubano Javier Sotomayor. Por cierto, cada una de estas veces estuvo acompañada de intentos para récord mundial. Dos desafíos en un año para ese 2.45m legendario que tras dos décadas (impuesto en Salamanca, España, el 27 de julio de 1993) permanece inmaculado.

La norteamericana, en tanto, se “destapó” en los Trials clasificatorios de su país aunque ya había enseñado garras de 12.39 con anterioridad. En el clasificatorio para el mundial, Brianna voló los 100m con vallas en 12 .26 segundos, lo mejor que se hace en la tierra desde 1992. Un aviso a Yordanka Donkova y esos 12.21 que desde 1988 rigen el planeta. Un mazazo de autoridad que terminó por coronarla en Moscú con categoría (12.40), en lo que puede marcar el inicio de una nueva era para las vallas. Hasta hoy la Rollins anda invicta, en total acumula 33 victorias consecutivas (incluye carreras bajo techo) y al parecer tiene bajo “su manga” mucho para mostrar.

El ucraniano Bohdan Bondarenko se tituló en la prueba de altura e hizo una marca de 2,41, nuevo récord para los campeonatos del mundo. Foto: Reuters

Brianna Rollins ganó los 100 metros vallas con12.44 y se erige como una enorme promesa.

VALERIE LA GRANDE

Valerie Adams ganó en la Impulsión de la Bala con registro de 20.88m y con ello agregó otra página de gloria a su impresionante trayectoria. La conquista representó la quinta medalla consecutiva de la neozelandesa en estas lides, convertida en en la primera mujer que logra cuatro títulos mundiales individuales al hilo.

El legado Vili-Adams, porque compitió varios años como Valerie Vili debido a su matrimonio, archiva una extensa hoja de servicios en la que aparece un bronce en Helsinski (19.62m convertido en plata luego de que la titular Nadzeya Ostapchuk resultara positivo) además de los primeros puestos de Osaka 2007 (20.54), Berlin 2009 (20.44) y Daegu 2011 (21.24). Cosecha que se completa con dos títulos olímpicos (2008 y 2012) y el cartel de imbatible que con el triunfo en la capital rusa arribó a las 37 sonrisas seguidas.

A sus 29 años, la corpulenta balista continúa labrando un historial inexpugnable de éxitos que le asegura, desde ya, un lugar entre lo que más vale y brilla del campo y pista mundial. La gran deuda en este asunto queda para la IAAF y la llamada familia de amigos de la máxima organización atlética, pues increíblemente, esta mujer no ha merecido el galardón de “Atleta del año” que se entrega anualmente. Si me permiten un criterio adelantadísimo, creo que en este 2013, tampoco llegará.

Valerie Adams , otra victoria mundial en la bala (20,88) y ya suma cuatro al hilo .

ÁFRICA Y FARAH, HEGEMÓNICOS EN EL FONDO.

Los corredores y corredoras africanas ejercieron con total hegemonía su dominio en las pruebas de 800m en adelante, incluyendo los 3000m con obstáculos. Kenya (5-4-3), Etiopia (3-3-4), Uganda (1-0-0), Djibouti (0-0-1) y Mo Farah (2-0-0) se repartieron 26 de las 30 preseas en disputa.

Los kenianos dominaron, pero los etíopes se saben los grandes triunfadores, sobre todo porque con sus 10 medallas (3-3-4) lograron reivindicar la pálida actuación en Sudcorea, de donde salieron cabizbajos con un único título y otras cuatro preseas de bronce en sus arcas.

A esta marea africana que domina y dicta leyes en las pruebas de resistencia, sobrevive Mo Farah; un fantástico fondista que se confirmó como el dueño de las distancias más largas en la pista. El británico, de origen somalí, consiguió el doblete al cruzar primero en los 5000 y en los 1000m, por delante las armadas del llamado continente negro; otra vez sin argumentos ante su potencia final. Farah reeditó su título de 5000m y se anotó los 10 000m, intercambiando los papeles con el etíope Ibrahim Jeilan que le había derrotado dos años atrás.

Mo Farah, ganador de los 5000m y los 10 000m

LA FLACUCHA VA EN SERIO

Cuando Elena Lashmanova derrotó a Olga Kaniskina (oro en Osaka, Berlin, Daegu y en los JJOO de Beijing). en la Copa Mundial de marcha celebrada en Saransk a principios de 2012, muchos, entre los que me incluyo, se lo atribuyeron a la suerte. Pero la niña –apenas 20 años- prosiguió por su senda y le repitió la dosis a su coterránea en la lid olímpica, con récord mundial de por medio.

Con el oro olímpico, y los títulos mundiales de Cadetes (5 Km marcha – Bressanone 2009) y Juvenil (10 km marcha- Moncton 2010) a cuestas, la flacucha aterrizó en 2013 en busca del único galardón que le faltaba a su carrera. Con ese aliciente marchó Moscú y lo hizo como siempre, para vencer. Un rendimiento con el que se reservó puesto en el club de los fantásticos, ese que reúne a los atletas que han ganado en todas las categorías y en los Juegos Olímpicos.

Elena Lashmanova campeona de los 20km Marcha

JAMES, EL GRAN FIASCO

A estas horas, cuando los triunfos son todo lo que se quiere recordar, cabe la mención del desenlace más inesperado de esta cita global. Se trata de Kirani James y su pobre demostración en los 400m.

Se sabía que la rivalidad con La Shawn Merrit era enorme, e incluso, los pronósticos no eran categóricos a la hora de nombrar un ganador. Ahora, lo que nadie esperó fue que el grandino acabara en el séptimo puesto, con paupérrimo registro de 44.99 segundos.

Merrit hizo lo suyo, y a James se le vio mal de principio a fin. Cauteloso en el arranque, lento en las curvas y sin fuerzas en el remate. Así cayó el campeón olímpico y mundial, el líder de la temporada, el prodigio, el mejor corredor de 400m de las últimas contiendas. Su derrota derrumbó el mito y Granada, otra vez, quedó en el olvido.

LA MAYOR BATALLA

Sin dudas, la disputa por el título en el lanzamiento del martillo para damas. En la que la local Tatyana Lysenko retuvo el título con soberano disparo de 78.80m, segunda marca de todos los tiempos que se inscribirá, además, como nuevo récord para los campeonatos del mundo, récord nacional para Rusia y cota líder del año. La plata se la llevó Anita Włodarczyk con 78.46m; marca personal y nuevo récord para su Polonia natal. Ambas protagonistas de un concurso que habrá que guardar como referente.

Anita Włodarczyk (70.45 – 74.21 – 77.79 – 78.46NR – 72.85 – )

Tatyana Lysenko (77.58 – 77.23 – 76.36 – 78.80WL – 76.90 – 74.49).

Tatyana Lysenko se apoderó del título del martillo con marca de 78,80. Enorme competencia.

RESURRECCIÓN

Moscú vivió, a tope, la resurrección de un par de atletas que sedientas de victoria lograron levantar, seis años después, otro título mundial.

Mesereth Defar se acreditó el oro en los 5000m para vivir la reivindicación de su naturaleza ganadora. Desde que ganara en 2007, la etíope había errado sus intentos ante el poder de Kenya; cuyas representantes la habían dejado para el bronce, tanto en Berlín como en Daegu.

Con un tanto más de deseo protagonizó su regreso la pertiguista Yelena Isinbayeva luego de que el podio le hubiera sido esquivo desde la cita japonesa. La rusa llegó a su tierra en busca de algo que por mucho tiempo le había pertenecido, la cima. Y lo consiguió con categoría, con claridad y con limpieza; saltando sobre 4.89m que constituyen la segunda mejor marca facturada en estas lides (solo superado por el 5.01m que la coronó en Helsinski 2005). Una actuación que borró de súbito el nefasto recuerdo de su eliminación en Berlín (3 faltas en la final) y el sexto lugar de Daegu (4.65m) para devolverle los galones de zarina y reafirmarla como mandamás de esta especialidad.

Yelena Isinbayeva, ganadora del salto con pértiga con registro de 4.82

EL MOMENTO CUMBRE

El salto de oro (4.89m), la celebración del título y la ceremonia de premiación de Yelena Isinbayeva. Siendo en Moscú, no podía ser de otra manera; el mundial se preparó para ello. Desde el calendario hasta las medallas se apostó porque sucediera y la nacida en Volgogrado lo concretó; con show adicional a base de un público totalmente entregado al que ella correspondió, como había prometido, con intentos para récords y la extrapolación de toda la euforia comprimida durante cinco años aciagos dentro de una mujer acostumbrada a ganar.

LA MEJOR FINAL

Habría que someterlo a votación, de seguro; y en este proceso, por la fuerza de la espectacularidad y la elevada promoción de las pruebas en que incursionan, las mayorías apuntarían a Bolt y cualquier de sus carreras, o tal vez a las incursiones de Shelly –Ann.

Sin embargo, por la trascendencia de sus resultados, la final de finales en Moscú fue la del salto de altura masculino. El hecho de que los tres medallistas superaran los 2.38m y que los 2.41 hayan sido el vehículo para el título hace de esta, la final del salto de altura de mejor rendimiento en la historia de los Campeonatos Mundiales.

La actuación de Bondarenko (2.41), Barshim (2.38) y Drouin (2.38) deja atrás definición de Roma 1987 en la que los tres medallistas, con el sueco Patrik Sjöberg a la vanguardia, habían superado los 2.38m. Igualmente, la consecución de un nuevo récord para la competencia, de otorga las ventajas sobre Stuttgart 1993 donde se saltó 2.40 para título y 2.37 para completar el podio.

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