CHINA ATLETISMO MUNDIALESIntroducción
Por: José Ramón Fabelo Corzo/ Deporcuba

El atletismo cubano tiene motivos para festejar. El hecho de haber regresado a la senda del oro en el Campeonato Mundial de Beijíng 2015, después de una olimpiada (Londres 2012) y dos campeonatos mundiales (Daegu 2011 y Moscú 2013) sin haber obtenido ninguna medalla de ese metal, es legítimo motivo de regocijo.  Mucho y muy merecidamente se ha hablado en estos días de Denia Caballero y de Yarisley Silva, nuestras dos medallistas de oro en Beijing; también de la plata de Pedro Pablo Pichardo en fuerte porfía con Cristian Taylor, del también meritorio cuarto lugar de Yaimé Pérez y de la inclusión entre los finalistas del relevo masculino cubano de 4 x 400. Ahora Cuba acumula 21 medallas de oro, 23 de plata y 11 de bronce en campeonatos mundiales y esas cifras la ratifican en el octavo lugar histórico.
Aparecer nuevamente entre los 10 primeros países en el medallero (décimo en este caso), en un evento de primer nivel en el mundo, parecería apuntar hacia la recuperación de un deporte que ha dado muchas glorias a Cuba. Y, sin duda, hay avances notables en más de un sentido. Pero los indiscutibles éxitos obtenidos no deben hacer perder de vista las no menos obvias insuficiencias que todavía se observan en el atletismo cubano y en todo lo que a él atañe, incluso, más allá de lo que tiene directamente que ver con el trabajo interno de la Comisión Nacional y la Federación Cubana.
En el propio evento que acaba de concluir se pusieron de manifiesto limitaciones que muestran en varios casos estancamiento -cuando no retrocesos- en áreas importantes de trabajo. Que hayamos asistido con una delegación tan pequeña que finalmente fue sólo de 25 atletas, que ubicáramos sólo 5 finalistas entre los 8 primeros, que estuviéramos ausentes en eventos de tan rica tradición nacional como el triple salto femenino, que participáramos con un solo atleta en la versión masculina de esta misma especialidad, que dejáramos de presentar dos de los relevos que previamente estaban clasificados, son botones de muestra de las  lagunas que persisten.
Es hora de festejos, pero también de reflexiones críticas y autocríticas. Con la firme aspiración a cambiar todo lo que tenga que ser cambiado, se necesita una introspección profunda, honesta, comprometida ante todo con el futuro del atletismo cubano, ajena a todo dogma y esquematismo, que ponga en cuestión todo lo que ahora se hace y que pase por encima de cualquier freno burocrático que de momento parezca insalvable.
Participantes activos de estos necesarios análisis deben ser, por supuesto, los propios directivos del deporte cubano en general  y del atletismo en particular, así como también los entrenadores y atletas. Pero no sólo ellos. El deporte en Cuba es un derecho del pueblo. Y el pueblo, todo, debe tener el derecho no sólo de practicarlo, sino también de pensarlo, de valorarlo críticamente, de participar en la proyección de su futuro. Cuando los análisis son  excesivamente endogámicos, se corre el riesgo de perder la perspectiva pública, de no entender siempre lo que el más simple sentido común indica. Además, como ya se señalado, los problemas a debatir tienen que ver no sólo con el mundo interno del atletismo, sino también con la política deportiva nacional, con los medios de comunicación y con otras instancias que, de una manera u otra, influyen en el desempeño atlético y en la manera en que éste se auto-percibe.
Teniendo en cuenta todo esto y el hecho de que el próximo gran reto del atletismo cubano serán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cuya justa atlética tendrá lugar dentro de aproximadamente un año (exactamente del 12 al 21 de agosto de 2016), nos proponemos instalar este espacio de reflexión que, mediante artículos seriados bajo el título “De Beijíng a Río: introspecciones necesarias”, contribuya al imprescindible debate colectivo que todo cambio práctico necesita como antesala. Sin una agenda pre-establecida, sino más bien construida sobre la marcha y sobre la base de los temas que vayan aflorando, invitamos a todos los amantes del atletismo cubano a participar de este foro. De nuestra parte, trataremos de hacer llegar a directivos, entrenadores y atletas, tanto los artículos que en este espacio aparezcan, como las reacciones y comentarios que susciten.